Del Libro “Los 7
peores errores que cometen los padres” de John & Linda Friel
Tú puedes descubrir que algo del dolor que experimentas como padre es
causado, al menos en parte, por algunos de estos SIETE errores de la paternidad.
1) Mimar a tu hijo
2) Dejar tu matrimonio en
último término
3) Someter a tu hijo a una
actividad excesiva
4)
Ignorar tu vida
emocional o espiritual
5) Querer ser el mejor amigo
de tu hijo
6) No ofrecerle a tu hijo
una estructura
7) Esperar que tu hijo haga
realidad tus propios sueños.
IGNORAR TU VIDA EMOCIONAL O ESPIRITUAL
Obstáculos más comunes que impiden alcanzar una mayor
espiritualidad, y que los padres promueven o adoptan.
1)
La
humildad no es buena (arrogancia).
No estamos
seguros del momento en que empezó a prevalecer esta actitud, pero cuando los
padres se sienten avergonzados de admitir que creen en Dios o que la ciencia no
tiene necesariamente todas las respuestas, los niños aprenden que “no está
bien” creer en tales cosas. Más aún,
cuando los padres se sienten tan avergonzados como para admitir su vergüenza,
los niños aprenden que la humildad y la gratitud son características de
personas débiles, y no de personas fuertes.
2)
No
se puede confiar en nadie actualmente (cinismo). Las
personas son básicamente decentes. Ricos
o pobres, católicos o judíos, hombres o mujeres, cuando la suerte está echada
todos hacemos lo mejor que podemos. Sí,
a veces la gente no es buena, y si uno elige centrar su energía en ello, será
lo único que podamos ver. Es difícil
estar conectados a otros cuando tememos u odiamos, y ello hace que nos resulte
difícil ser espirituales.
3)
No
hay suficiente tiempo (miedo o codicia). Si crees
estar demasiado ocupado como para rezar o meditar, recuerda que se puede rezar
en cualquier momento. Puedes encontrarte
atorado en medio de la hora pico del tráfico, pegado al claxon, irritado,
concentrado en el caos, y en una fracción de segundo revertir esta situación,
simplemente poniendo atención a tu respiración conforme dices en silencio: “Gracias por este día.”
4)
Debo
estar contento. La lucha es mala (impaciencia, inmadurez). Con
frecuencia los niños a quienes se les ha complacido en todo parecen
zombis. Parecen carentes de espíritu,
energía e iniciativa. Algunas veces
expresan enojo, miedo, desilusión y una gran dosis de exigencia. Y es nuestra responsabilidad si esto
ocurre. Nuestros hijos necesitan que los
dejemos aprender a luchar. Es lo mínimos
que podemos ofrecerles.
5)
Sólo
puedo confiar en mí mismo. Prefiero
actuar por mi cuenta. (narcisismo,
aislamiento y soledad) ¿Cuentas con alguna relación en la
que puedas abrirte completamente con el otro y compartir a niveles
profundos? Es posible interactuara
aceptablemente con amigos y vecinos, pero no tener idea sobre lo que
verdaderamente está pasando en sus vidas.
6)
Si
no podemos verlo ni medirlo, no es real (escepticismo). La
capacidad de sentir admiración y de sorprendernos ante el universo, y la
capacidad de apreciar las partes desconocidas del mismo, son rasgos esenciales
de la espiritualidad.
7)
¿Qué
puede cambiar una sola personas? (impotencia).
Un hombre o una mujer que cuenta con un enfoque y una determinación
apasionada hará cambios significativos, pero tendrá que ser espiritual para
cumplir con su labor en la vida. Sin
espiritualidad, las personas se desaniman y abandonan el proyecto cuando
aparecen demasiados obstáculos en el camino.
8)
Si
otros son pobres, están enfermos, tienen problemas o agonizan, es su
responsabilidad; no es mi problema (narcisismos,
egocentrismo, incapacidad de amar o de experimentar empatía y compasión). Cada uno de nosotros pasará por momentos
difíciles durante nuestras vidas. Cada
individuo tendrá una fuerte necesidad del otro de vez en cuando. Las personas espirituales entienden y aceptan
este hecho de la vida.
9)
Mientras
más rápido mejor, cuanto más, mejor (exceso). Crecer en
medio de la abundancia sin un sentido de proporción sobre ella puede causar en
un niño ingratitud o infelicidad, en lugar de compasión por el resto de la
humanidad.
10)
Las
distracciones son mejores que los sentimientos (adicción, miedo a la
intimidad, incapacidad de experimentar la vida a plenitud.). Las distracciones nos ayudan a prevenir una
sobrecarga. El problema surge cuando la
distracción ocasional por un mal día ocasional se convierte en rutina. Un par de bebidas unas cuantas veces al año
se convierten en varias bebidas cargadas o en una gran borrachera de vez en
cuando. O un negligente par de horas
frente a la televisión se convierte en varias horas negligentes de televisión
al día. Vivir la vida en plenitud
incluyendo tristezas y desilusiones, así como gozo y triunfos, es uno de los
principales dones de la espiritualidad.
Nos permite estar agradecidos por lo que poseemos, así como por lo que
nos ha sido arrebatado, y, al hacerlo, nos permite tener gozo. No podemos hacer nada de esto en forma
correcta si nos entregamos activamente a una adicción.
11)
Si
permito que otros vean mi verdadero “yo”, me lastimarán (miedo a la
intimidad).
Cuando alguien corre el riesgo de compartir partes de sí mismo, de las
que se avergüenza y a las que teme, y si las comparte en un contexto sano, algo
inefable sucede. Es este sentimiento
indescriptible de calidez, conexión, alivio y paz interior lo que constituye
una gran parte de la espiritualidad.
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