domingo, 20 de marzo de 2016

Del Libro “Primero tu” de Gaby Vargas



Ser Felices


“Los seres humanos tenemos sólo dos obligaciones:  ser justos y ser felices”, decía Jorge Luis Borges.    Ser felices es la meta más alta a la que tú, yo o cualquiera puede aspirar.  Y lo ideal sería que te dedicaras exclusivamente a lograrlo.  Sin embargo, ya sea por necesidad o porque así lo escogemos, con frecuencia hacemos cosas que no nos producen satisfacción.  Sin embargo, atender las tres “D”, es tan importante como cuidar cualquier otra área de la vida, por eso las incluyo en este paso.
* Las tres “D”:  Desintoxícate, Disfruta y Descansa.
La medicina moderna ha aceptado que la mente, el cuerpo y el espíritu están estrechamente conectados y que se necesita cuidar de estos tres elementos para vivir en óptimas condiciones físicas.  Observa:  ¿cómo es un día normal de tu vida?  Puedo adivinar que casi siempre te dedicas a resolver las necesidades y demandas de los demás;  y en cuanto a lo tuyo, sólo atiendes lo inmediato, esto te genera inquietud.  Nos pasa a muchos.


En cambio, cuando haces algo que te proporciona placer, te relaja, te hace sonreír o le da significado a tu vida, te sientes muy bien.  No importa si la experiencia dura un minuto, 15 o una hora.  La confianza, la pasión y el setido de plenitud que obtienes al disfrutar lo que haces, lo que ves, lo que escuchas, lo que saboreas, los aromas que aspiras y lo que sientes a través de la piel, afecta otras áreas de tu existencia. 

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jueves, 10 de marzo de 2016

Del Libro “Y colorín colorado este cuento aún no se ha acabado” de Odin Dupeyron




Eres el Dragón del Miedo y el miedo a estas alturas, ya no me asusta.  Estoy decidida a salir, porque ya no puedo vivir encerrada, porque merezco buscar cosas nuevas, porque lo peor que me puede pasar en esta vida, no es lo peor que me puede pasar en esta vida, lo peor que me puede pasar en esta vida  ¡es nada!  Y no me voy a sentar aquí para que no me pase nada.  ¡Absolutamente nada!  Ya es más mi deseo y mi curiosidad.  Así es que mira, Dragón – le dijo la Princesa agarrándole la cabeza y mirándolo fijamente a los ojos.  No te estoy preguntando.  Vas a ir directamente a esa puerta y vas a soplar tan fuerte como puedas, vas a derretir el candado y voy a salir de aquí, cuésteme lo que me cueste.
El Dragón sólo pelaba los ojos enormes.
¡Híjoles! – dijo en voz baja y casi impactado.  Nunca nadie me había hablado así.


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sábado, 5 de marzo de 2016

Del Libro “Los 5 lenguajes del amor” de Gary Chapman




La manera en que hablamos es de suma importancia.  Un antiguo sabio dijo una vez:  “La blanda respuesta quita la ira”.  

Cuando tu cónyuge está enojado, alterado y arremete con palabras descomedidas, si decides ser amorosa no debes responderle de la misma manera, sino con una voz suave.  Recibirá lo que dices como una información sobre su estado emocional. 
Lo dejarás hablar de su dolor, de su ira y de su percepción de los acontecimientos.  Procurarás ponerte en su lugar y ver el asunto con sus ojos y, a continuación, expresar con suavidad y bondad tu comprensión del porqué se siente de esa manera. 


Si actuaste mal con él, desearás reconocer tu error y pedirle perdón.  Si tu motivación es diferente a la suya, le explicarás tu motivación con amabilidad.  Procurarás la comprensión y la reconciliación, y no tratarás de demostrar que tu propia percepción es la única manera lógica de interpretar lo sucedido.  Ese es amor maduro, amor al que aspiramos si buscamos un matrimonio creciente.


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