jueves, 27 de octubre de 2011

Del Libro “90 respuestas a 90 Preguntas” de Martha Alicia Chávez…..

¿Como hablar de la muerte a los niños?

Permitir a los niños expresar todas sus dudas, fantasías, miedos y preocupaciones respecto a la muerte es indispensable para que ellos puedan integrar este hecho como parte natural de la vida y, asimismo, procesar y superar un duelo cuando pierden a un ser querido.

Es primordial tocar el tema de forma serena y natural, y tener la sabiduría de responder NO SE, cuando no conocemos la respuesta a alguna de sus preguntas.

Igualmente, es muy importante comunicarles que no todas las personas piensan lo mismo sobre la muerte, y hablarles con palabras y ejemplos acordes con su edad y siendo congruentes con nuestras creencias al respecto.

Muchas veces, las preguntas y reflexiones de los niños respecto a la muerte surgen al enterarse de que falleció algún conocido de la familia o un ser querido. No obstante, de alguna manera desde muy pequeños están en contacto con la muerte; por ejemplo, a través de los cuentos, cuando les hablan de que se muere el dragón, la bruja o los padres del niño que en su lugar tiene padrastros. Asimismo, en la vida real de seguro que más de una vez han visto algún animal muerto. La muerte, pues, forma parte de la vida desde que somos pequeños.

Sin embargo, en cada etapa existen ciertas diferencias en la manera en que se concibe la muerte; conocerlas nos permitirá hablarles de ella a nuestros hijos de la manera más adecuada posible.

En edad preescolar, los niños entienden la muerte como si fuera un estado temporal y reversible, ya que eso es lo que ven en los dibujos animados; el personaje muere, pero después de unos segundos se incorpora como si nada hubiera sucedido.

A un niño de esta edad se le murió su pollito. La mamá se sorprendió por la reacción tan serena que tuvo cuando lo encontró tieso la mañana de un domingo. Lo tomaron y juntos lo enterraron en el jardín. La tarde de ese mismo día el niño preguntó que dónde estaba su pollito. La mamá, impactada, le recordó que se había muerto y lo habían enterrado. “Si, pero eso fue en la mañana; ¿dónde está ahorita?, respondió el niño.

Cuando se trata de la vida real, es importante explicarles que su abuelo, mascota o quien se haya muerto, ya no va a volver, porque morirse es así, y por supuesto habrá que apoyarlos para que puedan expresar todos sus sentimientos ante ello.


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