jueves, 30 de marzo de 2023

 

Del libro “Educar el carácter” de Alfonso Aguiló

 

EL ORGULLO


El orgullo adopta muy diferentes disfraces.  Si lo buscas dentro de ti, lo hallarás por todas partes.  Sin embargo, cuida de no utilizar esos descubrimientos para desalentarte.

El orgullo te afecta en tu propia casa.  Una mirada autocrítica a tu vida familiar revelará muchas áreas en que el orgullo la ha empobrecido y te ha llevado por un camino equivocado.  Pongamos ejemplos:

·       *    Marido que interrumpe a su esposa – o viceversa – y no escucha lo que le dice, como si sus propias opiniones fueran las únicas que merecen ser tenidas en cuenta.

·       *  O la madre que no quiere corregir a su hijo por temor a perder el afecto del niño.

·       *  O el marido que llega tarde a cenar y no avisa porque es él quien manda.

·        *  O el hijo consentido que se queja continuamente de la comida.

Más ejemplos en la vida diaria:

·       *  Estás dando vueltas en busca de aparcamiento en el centro de la ciudad, cuando alguien te corta el paso y ocupa el espacio libre que tenías delante.  Te pones furioso, le increpas, te embarga una ira desproporcionada.

·       *  O llegas a la oficina y entregas a tu secretaria el trabajo bruscamente y le das ordenes de forma desconsiderada y altiva, sin dar las gracias ni mostrarte amable.

·       *  O eres médico o abogado, y un cliente acude a ti con un problema y resulta que es un poco premioso, te impacientas con él y le apabullas con la jerga médica o jurídica.

·        *  O estás en la cola, o a la espera de hacer una compra, y a una anciana que tienes delante le resulta difícil contar el dinero; te mueves con impaciencia y suspiras sonoramente con exasperación.

 

– Pones ejemplos que me pueden valer a mí, pero que no son para los hijos. 

Sí que valen, porque en la medida en que tú erradiques el orgullo de tu vida, desaparecerá de la familia y tendrá menos arraigo en tu hijo adolescente.  Piensa que:

EN UNA GRAN PARTE DE ESTOS EJEMPLOS LOS HIJOS SON ESPECTADORES, Y ES ENTONCES CUANDO VAN FORMANDO SUS CRITERIOS DE CONDUCTA.

 

No te estoy hablando simplemente de cuidar los modales.  Piensa en cuál es tu forma de pensar acerca de ti y de los demás:

·       *   Cada vez que actúas con superioridad o humillante condescendencia para con los demás, has caído en el orgullo.

·       *   Cuando increpas a un conductor un poco torpe, criticas a tu cónyuge o tratas a un camarero como si fuera un esclavo, agredes la dignidad de alguien que la merece toda.

·       *   Cuando parece que disfrutas diciendo que no porque te das así aires de mucho mando, o cuando produces actitudes serviles ante ti, degradas a las personas y te degradas a ti mismo.

·       *   Cuando – quizá incluso siendo pacifista – te olvidas de la paz en tu vida cotidiana, y resulta que eres peleón y encizañador en tu trabajo, intolerante con tu marido o tu mujer, excesivamente duro con tus hijos, despectivo con tu suegra, o áspero con tu portero y tus vecinos, entonces demuestras que ninguna de tus teorías para la paz del mundo tiene sitio en tu propia casa.

 

Son agresiones que demuestran egocentrismo, y los hijos lo ven, y lo asumen casi sin darse cuenta.

 

Uno a uno, cada uno de estos episodios no significan gran cosa.  Pero cuando el orgullo se hace fuerte en esos detalles que empiezan a acumularse, puede convertirte en un gran des-educador en la familia.

 

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sábado, 25 de marzo de 2023

Del libro “La vida es para gozarla” de Arturo Malpica - Veintiún cosas

 

Del libro “La vida es para gozarla” de Arturo Malpica 

 

Veintiún cosas que nunca debes olvidar


 

1.-  No tomes decisiones cuando estés enojado.

2.-  No pagues un trabajo hasta que esté concluido.

3.-  Cuídate de quien no tenga nada que perder.

4.-  Aprende a decir no con cortesía y tristeza.

5.-  No esperes que la vida sea justa.

6.-  No dudes en perder una batalla, si ésta te lleva a ganar una guerra.

7.-  No aplaces tus encargos, haz lo que sea preciso, en el momento preciso.

8.-  No temas decir “no sé”.

9.-  No temas decir “lo siento”.

10.-  Elogia a tres personas cada día.

11.-  Contempla el amanecer al menos una vez al año.

12.-  Mira a los ojos a las personas.

13.-  Di con frecuencia “gracias” y “por favor”.

14.-  Sé valiente;  si no lo eres, finge serlo, nadie verá la diferencia.

15.-  Aprende a escuchar, a veces las oportunidades tocan muy quedo a la puerta.

16.-  Elabora una lista de las cosas que desees experimentar antes de morir, llévala en tu cartera y consúltala con frecuencia.

17.-  Cuando entres en algún lado, hazlo con determinación y confianza.

18.  Haz de ese amargo limón, una rica y refrescante limonada.

19.-  Llama a tu madre en este momento, no importa que esté en el cielo.

20.-  Nunca permitas que te vean alcoholizado.

21.-  Sé feliz lo más que puedas, no permitas que las brujas y los nahuales te lleven en su escoba.  La vida es corta, rompe las reglas, perdona pronto, besa lento, ama de verdad, ríete a carcajadas. 

Puede que la vida no sea la fiesta que quieras, pero mientras estés ahí, baila.


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jueves, 9 de marzo de 2023

 

Del libro “No te preocupes, ¡Enfádate si quieres!” de Ajahn Brahm.

 

¿Cuándo está bien mentir?

 



Una mujer mayor, budista, me llamó una noche con una gran angustia.  Me contó que aquella tarde había MENTIDO a su marido por primera vez des que se casaron hacía cuarenta años.  Me dijo que se sentía muy mal.

Su marido, Don, había tenido un infarto del que había sobrevivido.  Sin embargo, necesitaba que le fuera implantado con urgencia un baipás y fue ingresado en un hospital a la espera de que se encontrase lo bastante recuperado para proceder a la operación.

Había otros tres pacientes masculinos en la misma habitación, también esperando un baipás.  Don se hizo amigo de Jack, que estaba en la cama de al lado.  De modo que, cuando su esposa le visitó por la tarde el día de la operación de Jack, Don le preguntó cómo le había ido a su amigo en la operación a que había sido sometido por la mañana.

-          ¡Oh, Jack está bien! – dijo su mujer –. Se está recuperando en la UCI.

La verdad era que Jack había muerto.  La mujer de Don acababa de enterarse, pues se había encontrado con la apesadumbrada familia de Jack en el vestíbulo del hospital y le habían comunicado la triste noticia.  Ella no fue capaz de decirle a su marido que su nuevo amigo había fallecido en una operación semejante a la que él debía someterse al día siguiente.  Así que mintió.

Don sobrevivió con dificultades a su operación de baipás.  Durante tres días estuvo entre la vida y la muerte, pero lo superó.  A veces pienso que si su mujer le hubiera dicho la verdad, la preocupación añadida probablemente hubiera sido suficiente para empujarlo hacia el lado de la muerte.  La mentira, pues, le salvó la vida.

Así que digo a mis seguidores que a veces está bien mentir.  ¡Pero solo una vez cada cuarenta años!

 

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miércoles, 8 de marzo de 2023

Del libro “La vida es para gozarla” de Arturo Malpica - ¿Te cerraron la puerta?

 

Del libro “La vida es para gozarla” de Arturo Malpica 

 

¿Te cerraron la puerta?

¡Métete por la ventana!

 



Se rechaza un beso, un abrazo, un saludo, un chiste, una mirada, una entrada, una invitación, una llamada, una ayuda, un préstamo, propuestas, relaciones, una visa, un permiso.  Te rechazan porque no tienes, por profesar una fe, por el color, por la estatura, por el estatus social.  Te rechazan por ignorancia, por creencias, por prejuicios, por ceguera, por injusticia, por error, por conveniencia, por favoritismo.  Hay rechazos amargos, dulces, directos, indirectos, de frente, disfrazados, descarados, circunstanciales.

Vivimos en un mundo donde la gente te rechaza antes de conocerte.

1.-  Si te rechazan…  ¡No te lo tome tan en serio!  Para unos es una tragedia, para otros sólo un inconveniente o un desafío de vida.

2.-  Cambia tu valor.  Por ejemplo, si te rechazaron una cita amorosa, en lugar de minimizar tu valor como persona, enaltécelo:  “No valgo mucho porque me rechazaron” por “Valgo más porque me atreví, mi autoestima sólo depende de mí.”

3.-  Haz una lista de cinco cualidades que tienes:  optimista, generoso, cortés, proactivo, trabajador, responsable, puntual.  Tendrás muchas, céntrate en ellas.  Al hacerlo, trata de recordar el día en que por una de ellas fuiste aceptado, admitido, aprobado y te recibieron con los brazos abiertos.

4.-  Ve a un parque, a un centro comercial o a una calle, y pide un favor, una ayuda, una moneda.  Te enfrentarás a muchas negativas, pero también muchos te saludarán y hasta seguro consigues una cita.  Reconoce que lo que se está rechazando es el favor o la moneda, no a ti.

5.-  Inmunízate.  Busca que por lo menos una vez alguien te rechace en algo.

Es paradójico, pero lo que no te hace daño, te fortalece.  Comienza con aquellas personas y situaciones que te resultan más fáciles de manejar:  familia y amigos. 

Comienza con algo simple que sabes generará rechazo:  teñirle el pelo de morado a tu mamá, solicitar un empleo en la ONU, pedir una reunión con el presidente.  Algo que sepas te suscitará rechazo.

Experimentar el rechazo en escenarios esperados y en contextos y con personas no implicará una gran carga emocional.  Entre más rechazos, más te estarás vacunando.


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