jueves, 26 de junio de 2014

Del Libro “Los diez retos” de Leonard Felder…..



Clave 2:  En lugar de considerarte sacrificado por las crecientes necesidades de tus padres, comienza a considerarte como un “administrador de atención” que se asegura de delegar la mayor parte de las tareas en alguien de confianza.

Ya sea que vivas cerca o lejos de tus padres, puedes ayudar a administrar su cuidado diario pidiéndole a una o más agencias de servicios sociales que te ayuden a encontrar los recursos y personas adecuadas para numerosas tareas de atención.  Por ejemplo, si averiguas cerca de donde vives probablemente podrás tomar las siguientes medidas:  entrega de comida a domicilio y a bajo costo, transporte, consultas con otros médicos para confirmar diagnósticos, atención a la salud en el hogar, llamadas telefónicas o visitas de consulta diarias por parte de un trabajador voluntario en el campo de la salud, comodidades para el cuidado diurno de un padre o madre con la enfermedad del Alzheimer o demencia, comprobación por parte de una clínica de la calidad de atención que está recibiendo el enfermo, y muchos otros valiosos servicios que te permitirán hacer malabarismos con las demás responsabilidades de tu vida.

Aunque “administrar” el cuidado de tus padres implica encontrar buenas personas y delegar en ellas ciertas tareas, de todos modos puedes reservar para ti las cosas que quieras hacer personalmente para ellos según tu propio estilo.  Por ejemplo, ¿quieres preparar por lo menos una vez por semana una comida especial para tu madre o padre enfermo? ¿Quieres asegurarte de ser el que lo acompañará a una cita específica en la que se discutirán importantes opciones o los resultados de algún análisis clínico clave? ¿Quieres apartar tiempo para tener momentos de comunicación con tu padre enfermo cuando hay la mayor posibilidad de intimidad?  ¿Quieres ayudar a tomar las medidas para que tu padre enfermo se comunique con viejos amigos, nietos y otras personas que puedan levantarle el ánimo?

A veces, la manera más cariñosa de honrar a tu padre o madre durante una enfermedad debilitante es reconocer tus propios límites y asegurarte de encontrar la mejor atención médica a domicilio, enfermeros de calidad, o atención de hospedería que ayude a tu padre o madre a vivir con dignidad y el menor dolor posible.  Lamentablemente mucha gente siente tanta culpa por dejar que sus padres sean cuidados por otros que no buscan la mejor opción.

Sin embargo, hasta los más tradicionales de los comentaristas del Quinto Mandamiento nos instan a conocer nuestros propios límites y a estar dispuestos a buscar la mejor asistencia que podamos costearnos para lo que no podemos hacer solos.  Hace más de 800 años el gran erudito Moisés Maimónides escribió:  “Si el estado del padre se ha agravado y el hijo ya no puede soportar el agotamiento, puede dejar a su padre o madre y delegar en otros el cuidado adecuado de ese padre.”

Tomar este tipo de decisiones nunca es fácil.  Pero te insto a tener en cuenta lo que es mejor para todas las personas involucradas;  tu padre o madre, los demás miembros de tu familia y tú mismo.  Si conversas sobre estas decisiones con un trabajador social especializado en las personas de edad, con tu rabino, sacerdote o pastor, y con tu padre enfermo si esto es posible, confío en que tomarás una decisión bastante buena.  Y cuando se trata de este tipo de dilemas acerca de la atención que se brinda, a menudo debemos conformarnos con que sea “bastante buena” o “la mejor que podemos costearnos”, lo cual a veces parece menos de lo que idealmente deseamos brindar a nuestros padres.

  
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sábado, 21 de junio de 2014

Del Libro “Los diez retos” de Leonard Felder…..


El factor clave para brindar atención de manera sana y eficaz

Si quieres responder con buenos resultados a la creciente dependencia de ti por parte de tus padres sin que el reto llegue a abrumarte, impacientarte ni agotarte, ¿cómo lo lograrás?  Durante los últimos veinte años se ha llevado a cabo una enorme cantidad de excelente investigación científica para identificar los factores de estrés y las estrategias más eficaces para cuidar de padres enfermos o en proceso de envejecimiento.  A partir de estos estudios de investigación, de lo que observé mientras asesoraba a familias y, varias veces en mi propia vida cuando cuidé de alguien, descubrí tres factores CLAVE que pueden ayudarte a atender mejor a un padre enfermo y a la vez ocuparte de tus otras responsabilidades y de tu salud.
Fíjate en qué cosas de las que siguen ya sabes hacer bien con tus padres y cuáles deberás comenzar a realizar a fin de ser capaz de responder al reto con el que tarde o temprano se enfrenta la mayoría de los adultos:
Clave 1:  Superar el miedo a pedir ayuda y asegurarte de obtener toda la información y consejos que requiere la situación de tu padre o madre.
Cada vez que uno de tus padres se enferme o se enfrente con problemas emocionales o económicos relacionados con el envejecimiento, deberás instruirte rápidamente acerca de cómo ayudar a tus padres a responder a estos complicados asuntos.  Es crucial descubrir dónde obtener consejo y asistencia experimentada. 
Recomiendo llamar a por lo menos una fuente de información de cada una de las siguientes categorías:
·         Expertos en asuntos y recursos relacionados con el envejecimiento
·         Agencias locales interesadas en asistir a hijos adultos a atender mejor a sus padres.
·         Organizaciones nacionales especializadas en la enfermedad que tus padres enfrenten.
Ponerse en comunicación con el consejo y la asistencia de expertos es un paso imprescindible que muchos hijos de padres que envejecen no llevan a cabo por tres motivos comunes:
1)      Sus familias les han dicho que está mal informar a extraños acerca de cualquier problema de la familia.
2)      Creen equivocadamente que los trabajadores sociales y las agencias de salud son tan sólo para la gente que no tiene dinero.
3)      Creen equivocadamente que para ser un buen hijo o hija deben encargarse de la totalidad de los cuidados requeridos sin pedir ayuda ni consejo a nadie.
Negarse  a pedir ayuda a causa de éstas u otras creencias erradas puede no sólo dejarte agotado y abrumado, sino que también puede ser sumamente perjudicial para el nivel de atención y apoyo que reciban tus padres.  Cuando estaba documentándome para escribir mi libro “Cuando un ser querido se enferma: cómo cuidar mejor de tu ser querido, tu familia y de ti mismo”, publicado en 1990, entrevisté a decenas de expertos en ese campo y les pregunté:  “¿Cuál es el principal error que comete la mayoría de los hijos adultos cuando uno de sus padres está enfermo?”  Casi todos los expertos me dieron la misma respuesta:  el mayor error que se puede cometer es tratar de hacerlo todo por sí mismo y negarse a conseguir ayuda y consejo experimentados asequibles en nuestra sociedad.



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jueves, 12 de junio de 2014

Del Libro “Los diez retos” de Leonard Felder…..







… “Miré la vieja foto en blanco y negro de la cara de mi papá cuando era sólo un niño de diez años.  Era durante la Gran Depresión, y creo que en ese año murió su propio padre y mi papá tuvo que volverse un adulto responsable mucho antes de estar preparado para ello.  
Fue tan liberador poder ver al niño en él y ponerme en comunicación con mi papá en su fondo puro de pequeño niño-hombre asustado.  Me di cuenta de que su voz resonante y su estilo amedrentador no son más que una máscara para encubrir al aterrorizado y ansioso niño de diez años que sigue siendo en el fondo.  
Una vez que comprendí esto, pude perdonarle el ser tan difícil a veces, y pude volver a amarlo.  Fue muy bueno estar en paz con mi padre y poder abrirme para llegar a conocerlo como un ser humano vulnerable”.

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sábado, 7 de junio de 2014

Del libro “Como librarme del estrés y la preocupación” de Anand Dílvar.




Si pretendes agradar a todo el mundo.  Acabarás contradiciéndote y accediendo a peticiones que afectan tus intereses.

Ni siquiera puedes complacer a una persona todo el tiempo.

Nadie está en este mundo para satisfacer las expectativas de los demás.



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