Del libro “Cómo controlar la IRA” de M.K. Gupta
Cómo resolver la ira reprimida
Algunas veces te pasa que eres capaz de controlarte y no
expresas tu ira, ya sea en palabras o en acciones, pero el sentimiento se
queda al acecho en tu mente, molestándote constantemente. De manera que la ira
interna continúa. El daño que te causaron es tan grande, que te es
imposible ignorarlo y olvidarlo. Después de todo, eres un ser humano y dichas
situaciones son comunes para la mayoría de nosotros.
Pero el hecho es que estos sentimientos negativos están
haciendo estragos en tu cuerpo y mente. Entre más pronto te liberes de ellos
será mejor para tu bienestar. A continuación, te doy algunos consejos en esa
dirección.
1.- Platícale a un amigo cercano y de confianza tus
sentimientos más profundos, sacando todo lo que esté quemando tu corazón.
Ventilando todo de esta manera, hará que te sientas bastante más ligero.
2.- Podrías mandarle una carta a la persona que te
lastimó, escribiéndole todo lo que te hirió. Lo más probable es que esa
persona te conteste, ya sea para disculparse o para explicarte lo que sucedió
ese día, en caso de que no haya querido herirte de manera intencional. Sucede
frecuentemente que cuando nos sentimos heridos, la otra persona no tenía
ninguna intención de lastimarnos. Escribir tus sentimientos, aun cuando la
otra persona te haya herido de manera intencional y no conteste tu carta, te
servirá mucho para liberarte. Si crees que no va a empeorar las cosas,
podrías inclusive hablar directamente con esta persona en vez de escribirle una
carta, para solucionar el problema. Pero para esta comunicación verbal hay dos
cosas esenciales. Primero, no deberás expresar tus sentimientos
enojado. Deberás expresarlos de manera objetiva y educada. En segundo
lugar, deberás asegurarte que la persona en cuestión es sensible y que te
escuchará apropiadamente sin burlarse de ti y sin lastimarte aún más.
3.- Durante esos momentos en donde los sentimientos que
lastiman no te dejan y te siguen siempre como una sombra, es mejor que te
dediques a hacer algo en el jardín o que te dediques a un pasatiempo.
Por ejemplo, puedes nadar, para que el agua se lleve tus sentimientos
heridos. Puedes jugar también algo como bádminton, voleibol, tenis, squash
y tus sentimientos de ira se alejarán rápidamente. Correr, bailar y saltar
también te puede ayudar. También puede ver una serie de comedia o una película
y reírte para que desaparezca tu enojo. Caminar por el parque o
por un jardín y sentarte cerca de una fuente o un lago también te podrá ayudar.
4.- La idea es que ya sea que el agresor se merezca el perdón
o no, te deberás liberar de los sentimientos negativos de dolor e ira tan
pronto como sea posible. Algunas veces es posible que quieras darle una lección
al individuo que te ofendió, no necesariamente porque te haya lastimado, sino
por el beneficio de otras personas, porque también ellas están siendo afectadas
o lastimadas por el comportamiento de esta persona. En tal caso, no es
apropiado poner al tipo en su lugar utilizando la ira, ya que esto podrá hacerlo
aun mas inflexible y ofensivo. En esos casos, se le tendrá que dar una lección a
la persona utilizando algo de diplomacia o tácticas.
5.- Para dar un ejemplo, imagina que el trabajo de una
persona está atorado y tú te involucras para aclarar el asunto, puedes usar
esta oportunidad para hacerlo ver su error – no en el sentido de
venganza o de detener su trabajo, sino con el propósito de ayudarlo a
mejorar. También cuando tengas una oportunidad para ver a solas a esta
persona, aprovéchala para comentarle tu punto de vista diciéndole algo así: “¿Te
importaría si te digo algo?”