jueves, 3 de julio de 2025

 

Del libro “Cómo controlar la IRA” de M.K. Gupta

 

Cómo resolver la ira reprimida

 

 


Algunas veces te pasa que eres capaz de controlarte y no expresas tu ira, ya sea en palabras o en acciones, pero el sentimiento se queda al acecho en tu mente, molestándote constantemente. De manera que la ira interna continúa. El daño que te causaron es tan grande, que te es imposible ignorarlo y olvidarlo. Después de todo, eres un ser humano y dichas situaciones son comunes para la mayoría de nosotros.

Pero el hecho es que estos sentimientos negativos están haciendo estragos en tu cuerpo y mente. Entre más pronto te liberes de ellos será mejor para tu bienestar. A continuación, te doy algunos consejos en esa dirección.

1.- Platícale a un amigo cercano y de confianza tus sentimientos más profundos, sacando todo lo que esté quemando tu corazón. Ventilando todo de esta manera, hará que te sientas bastante más ligero.

2.- Podrías mandarle una carta a la persona que te lastimó, escribiéndole todo lo que te hirió. Lo más probable es que esa persona te conteste, ya sea para disculparse o para explicarte lo que sucedió ese día, en caso de que no haya querido herirte de manera intencional. Sucede frecuentemente que cuando nos sentimos heridos, la otra persona no tenía ninguna intención de lastimarnos. Escribir tus sentimientos, aun cuando la otra persona te haya herido de manera intencional y no conteste tu carta, te servirá mucho para liberarte. Si crees que no va a empeorar las cosas, podrías inclusive hablar directamente con esta persona en vez de escribirle una carta, para solucionar el problema. Pero para esta comunicación verbal hay dos cosas esenciales. Primero, no deberás expresar tus sentimientos enojado. Deberás expresarlos de manera objetiva y educada. En segundo lugar, deberás asegurarte que la persona en cuestión es sensible y que te escuchará apropiadamente sin burlarse de ti y sin lastimarte aún más.

3.- Durante esos momentos en donde los sentimientos que lastiman no te dejan y te siguen siempre como una sombra, es mejor que te dediques a hacer algo en el jardín o que te dediques a un pasatiempo. Por ejemplo, puedes nadar, para que el agua se lleve tus sentimientos heridos. Puedes jugar también algo como bádminton, voleibol, tenis, squash y tus sentimientos de ira se alejarán rápidamente. Correr, bailar y saltar también te puede ayudar. También puede ver una serie de comedia o una película y reírte para que desaparezca tu enojo. Caminar por el parque o por un jardín y sentarte cerca de una fuente o un lago también te podrá ayudar.

4.- La idea es que ya sea que el agresor se merezca el perdón o no, te deberás liberar de los sentimientos negativos de dolor e ira tan pronto como sea posible. Algunas veces es posible que quieras darle una lección al individuo que te ofendió, no necesariamente porque te haya lastimado, sino por el beneficio de otras personas, porque también ellas están siendo afectadas o lastimadas por el comportamiento de esta persona. En tal caso, no es apropiado poner al tipo en su lugar utilizando la ira, ya que esto podrá hacerlo aun mas inflexible y ofensivo. En esos casos, se le tendrá que dar una lección a la persona utilizando algo de diplomacia o tácticas.

5.- Para dar un ejemplo, imagina que el trabajo de una persona está atorado y tú te involucras para aclarar el asunto, puedes usar esta oportunidad para hacerlo ver su error – no en el sentido de venganza o de detener su trabajo, sino con el propósito de ayudarlo a mejorar. También cuando tengas una oportunidad para ver a solas a esta persona, aprovéchala para comentarle tu punto de vista diciéndole algo así: “¿Te importaría si te digo algo?”

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jueves, 26 de junio de 2025

Del libro “90 respuestas a 90 preguntas” de Martha Alicia Chávez - Imperfecciones

 

Del libro “90 respuestas a 90 preguntas” de Martha Alicia Chávez

 

¿Cuál es el lado positivo de nuestras “imperfecciones”?

 




Francisco de Asís llamaba “benditas imperfecciones” a los defectos que todos tenemos. Benditas porque nos ayudan a crecer y a aprender, y algunas hasta son las causantes de que logremos ciertas cosas importantes en la vida.

Un amigo muy querido es el ser más terco que hay sobre la tierra. Su terquedad a veces me vuelve loca, y también a su familia. Hace tres años descubrió un importante problema en una empresa, que afectaba a miles de personas en Canadá, el país donde vive. Habló con los directivos encargados del asunto, no hicieron caso; se puso a recaudar evidencia, mandó muchos correos electrónicos a las instancias gubernamentales correspondientes, pero tampoco hicieron caso. Tuvo decenas de juntas con ciertas autoridades del gobierno, hizo contacto con los medios de comunicación, movió cielo, mar y tierra durante tres años, hasta que el problema fue sacado a la luz y solucionado. Su bendita terquedad lo ayudó a pasar por todo este proceso muy desgastante y complicado; sin ella, de seguro se hubiera “quebrado” a la mitad del camino.

En una entrevista, Mahatma Gandhi se describió a sí mismo como alguien muy avaro. Gracias a su avaricia, nunca se conformó con los ofrecimientos que el gobierno británico proponía en sus negociaciones durante la época en que tenía el dominio sobre la India. La “avaricia” de Gandhi lo llevó a pedir más y más y más, hasta que logró que los británicos aceptaran todas sus condiciones y requerimientos, logrando a fin de cuentas la total independencia de su país.

En una biografía de Nicolás Copérnico, leí que desde niño éste fue en extremo desconfiado. Desconfiaba de todo y de todos, lo cual volvía loca a su mamá, ya que cada cosa que le decía (aun lo más insignificante) la cuestionaba y desmenuzaba hasta que quedaba convencido, o no. Gracias a ello, también desconfió de las teorías que en su tiempo eran plenamente aceptadas por los astrónomos más eminentes, en relación con el modelo “geocéntrico” que afirma que la Tierra era el centro de nuestro sistema planetario. Copérnico estableció que en realidad el Sol es el centro de nuestro sistema solar, formulando así su teoría “heliocéntrica”, que es considerada una de las más importantes en la historia de la astronomía, y el parteaguas para muchísimas otras investigaciones y descubrimientos que le siguieron.

Yo soy obsesiva, a veces no me aguanto ni yo misma. Mi obsesividad me ha servido mucho en la vida, para ser formal, puntual y responsable y para realizar mis sueños, porque para lograrlos he tenido que luchar duro y encontrar agua en un río seco y llaves para puertas cerradas a piedra y lodo… y gracias a mi obsesividad, las he encontrado. También me ha sido muy útil en mi profesión, tanto para escribir libros como para dictar cursos y conferencias, ya que me da la capacidad de organizar ideas, esquematizarlas y describirlas de manera muy clara y comprensible. Muchos colegas – algunos que conozco personalmente y otros que me han escrito después de ir a una de mis conferencias o haber leído uno de mis libros – me han dicho que tengo una gran capacidad de explicar conceptos muy complejos, en palabras muy simples y organizadas. Y eso se lo debo a mi obsesividad.

¡Benditas sean nuestras imperfecciones!

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jueves, 19 de junio de 2025

Del Libro “Fracasos Exitosos” de Bernardo Stamateas - De la creatividad al éxito

 

 Del Libro “Fracasos Exitosos” de Bernardo Stamateas 

 

DE LA CREATIVIDAD AL ÉXITO

 


Todas las personas podemos ser creativas, lo que sucede es que muy pocas se animan a descubrirse. Permitirnos crear y avanzar nos sumergirá en un encuentro con cientos de ideas, de nuevas preguntas y nuevas posibilidades.

Leonardo Da Vinci decía que la curiosidad y la observación son las dos necesidades básicas de la creatividad; a lo que podemos agregar que ambas son necesarias para alcanzar el éxito.

La creatividad te permitirá ver las oportunidades y las posibilidades de éxito donde otros no pueden verlo.

El inventor de la cámara Polaroid dijo: “La creatividad es la suspensión repentina de la estupidez”.

Crear”, “creatividad” son conceptos que necesitan comenzar a aparecer en nuestro vocabulario.

 

Crear, según el diccionario significa:

1.- Producir algo de la nada.

2.- Realizar algo partiendo de las propias capacidades. Establecer, fundar.

3.- Instituir un nuevo empleo, puesto de trabajo, cargo, etc.

4.- Producir una obra literaria, artística.

5.- Idear, construir.

6.- Imaginarse, formarse una imagen en la mente.

 

Y Creatividad, en cambio;

1.- es la facultad de crear.

 

Y sus sinónimos son imaginación e inventiva.

Existe todo un mundo interior propio que, por ser inconsciente, lo tenemos olvidado, pero al cual debemos comenzar a investigar. El psicólogo Jung define al inconsciente como un sistema mucho más fértil y creativo que nuestro consciente.

Po lo que penetrar en él, reconocer su existencia y usar todo el bagaje de información del que está compuesto nos abrirá nuevas posibilidades de acción.

Todos los individuos pasamos por etapas o mesetas en donde sentimos que no somos creativos, innovadores ni capaces de generar una sola idea productiva que nos saque de la zona de fracaso. Pero necesitamos reconocer que estos bloqueos o estos tiempos en blanco son pasajeros. Muchas ideas y oportunidades fructíferas surgen de momentos aparentemente estériles.

Seguramente, cuando estés obsesionado por revertir ese error en éxito, atravieses por lagunas o tiempos muertos en donde sentís que tu mente está en blanco y nada surge; pero ahora sabés que esas lagunas son normales. Sé consciente de ellas, pero no te acostumbres a ellas.

Determinar un horario y espacio para crear es un aporte esencial para mejorar la capacidad creativa de cada persona.

Comenzá a desarrollar y a organizar tareas creativas en determinados horarios y lugares.

La creatividad dependerá de la habilidad de pensar y repensar ese fracaso en un hecho concreto y de resultado positivo.

Pensar desde otra perspectiva sobre el problema y en otro nivel de conciencia, nos acercará a la solución y a la respuesta esperada.

En poco tiempo, surgirán nuevas ideas y oportunidades para revertir esa circunstancia o ese resultado negativo.

Es por eso que el creativo J. Wallas señala que los procesos creativos mezclan frases conscientes con inconscientes, y divide a este proceso en cuatro estadios. En una primera etapa, surgen todas las ideas y sugerencias posibles para solucionar y revertir esa dificultad. En una segunda etapa, de incubación, todo ese bagaje de ideas es organizado mentalmente.

En un tercer momento, se discierne la solución que nos posibilitara revertir ese error o fracaso; la solución puede surgir de improviso o como resultado de un trabajo profundo y elaborado, para luego, en un ultimo estadio, verificar la idea a aplicar para ser posteriormente aceptada y accionada.

La innovación y la creatividad te permitirán ver el fracaso como un hecho desafiante y de conquista, lo que habilitará al mismo tiempo que aprendas a conocerte.

Las personas creativas disfrutan con lo que generan, son apasionadas y adquieren un compromiso con sus metas y sus objetivos. No saben ni de muros ni de barreras; llegan hasta el final. Relacionan fracaso con idea, ideas con acción, acción con compromiso y responsabilidad con resultado exitoso.

Está en tu interior la posibilidad de transformar tu fracaso en resultado y logro. Sé el primer interesado en intentar solucionar esa dificultad. Tenés la capacidad para hacerlo. Lo que no usás se atrofia y se pierde.

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jueves, 12 de junio de 2025

Del libro: “¡Con golpes NO! De Martha Alicia Chávez - Acuerdos y Consecuencias

 

Del libro: “¡Con golpes NO!  De Martha Alicia Chávez

 

Los acuerdos y las consecuencias

 



Los acuerdos y las consecuencias deben tener ciertas condiciones para que funcionen:

1.- ESTABLECERLOS DE ANTEMANO:  De esta forma el niño estará advertido y sabrá qué esperar si infringe el acuerdo.  Saberlo le da la oportunidad de evitar la conducta que le traerá cierta consecuencia. Así también, establecer los acuerdos de antemano, cuando estamos tranquilos, evita que pongamos consecuencias extremas al calor del enojo del momento, que luego no podremos cumplir.

2.- CONTINGENTES:  Esto significa que la consecuencia se debe aplicar lo más inmediatamente posible a la presentación de la conducta indeseable. La vida real es así: si meto la mano al fuego me quemo de inmediato, no la semana siguiente. La contingencia permite que se establezca una asociación entre el acto y la consecuencia, lo cual favorece enormemente la extinción de esa conducta. A veces puede suceder que el hijo comete la falta que nos molesta muchísimo y nos parece absolutamente inaceptable, pero esa conducta no se encuentra dentro de nuestra lista de fuentes de conflicto. Entonces le diremos algo así como: “Esto que hiciste va a tener una consecuencia. Ahora estoy muy enojado (o ahora no sé qué) pero te lo diré mañana (o al rato).”  No dejes pasar demasiado tiempo, máximo un día, y tampoco te hagas de la vista gorda y dejes de cumplir porque ya se te bajó el coraje.

3.- CONGRUENTES CON LA FALTA:  Ésta es otra ventaja que nos trae el hecho de establecer las consecuencias de antemano, para no cometer el error de poner una del tamaño de un elefante, cuando la falla es del tamaño de un ratón. O viceversa, la falla es del tamaño de un elefante y la consecuencia es de un ratón. Ser padres justos es uno de los más valiosos regalos de amor que podemos dar a nuestros hijos.

4.- FIRMES Y CONSISTENTES: Cada vez que una madre o un padre me dice que aplica todo, pero nada le funciona para corregir conductas inaceptables en sus hijos, les respondo: “¡Te aseguro que lo haces a veces si y a veces no!” Invariablemente reconocen que así es. ¡Esto es importantísimo! Aplicar las consecuencias a veces sí y a veces no, refuerza fuertemente la conducta indeseable y confunde a los niños respecto de qué esperar, sin mencionar cuánto perdemos la credibilidad y la autoridad ante ellos.

5.- CLARAS, ESPECIFICAS, CONCRETAS: En el capítulo 6, referente a los aspectos que causan conflictos entre padres e hijos, hablé ampliamente acerca de cómo la comunicación subjetiva genera confusión y conflicto, y de la gran importancia de ser claros y específicos a la hora de comunicarnos. Cuando los acuerdos y las consecuencias son claros, específicos y concretos, incrementa enormemente la posibilidad de que la estrategia funcione.

6.- PLANTÉALO EN TÉRMINOS POSITIVOS; Es mucho más factible que el niño responda a un acuerdo cuando se lo expresas en términos positivos. De tal forma que en lugar de decir: “No verás televisión después de las seis de la tarde”, dirías: “La televisión se apaga a las seis de la tarde”; en lugar de: “No comerás postre si no terminas tu sopa”, dirías: “Tendrás postre sólo si comes toda tu sopa”.

 

A continuación, veamos un ejemplo que nos clarifique todo lo que acabaos de presentar:

 

ACUERDO

CONSCUENCIAS

(Si no se cumple el acuerdo)

Vas a jugar con tu videojuego

sólo una hora al día

Si no respetas el horario, se suspenden los videojuegos por dos días.

 

 

Cuando llegues de la escuela,

poner la mochila en…

El día que la dejes tirada, se suspende la televisión esa tarde.

 

 

Meterte a bañar a la primera vez

que te lo digo.

Si lo tengo que repetir porque me ignoras, al día siguiente se te restringe el iPad.

 

 

 

 

Una vez que has elaborado este cartelón, se lo presentas a tu hijo diciéndole que desde hoy, desde mañana, el lunes… las cosas se van a manejar así. Se lo explicas aclarándole que sólo vivirá las consecuencias si no cumple con el acuerdo. Si no quiere que éstas sucedan, simplemente debe respetar el acuerdo y nunca tendrá que vivir las consecuencias.

Ten cuidado de no cometer el error de sermonear sobre el nuevo método, diciendo los días posteriores cosas como: “Ya estas advertido, ¿eh? Si no haces tal cosa, pasará tal otra”; “Acuérdate que sólo es una hora de videojuego, porque si no, mañana bla bla bla…” Ya has dado la explicación, y tu única función después de eso será cumplir la consecuencia si el acuerdo se infringe.

 

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jueves, 5 de junio de 2025

 

Del libro “Comunícate, Cautiva y Convence”, de Gaby Vargas

 

POR QUÉ NO HABLAN, LOS QUE NO HABLAN

 


Primero habría que entender por qué no hablan los que no hablan. Varias razones:

Ø  Algunos, como ya anteriormente vimos, literalmente son personas de pocas palabras.

Ø  Otros, por timidez o inseguridad personal. Les da temor expresarse con libertad, ya que piensan que lo que dirán quizá no valga la pena o sea irrelevante para los demás. Temen exponerse y atraer por mucho tiempo los reflectores.

Ø  Otros hablan poco por temor a decir demasiado. Son personas expertas en su campo, por lo general con un cerebro privilegiado. Por temor a aburrir a los demás, omiten toda clase de detalles e información que para ellos es obvia, mas no para otros.

Ø  Algunos otros por distintas razones culturales o educativas, carecen simplemente de habilidades para comunicarse y han tenido pocas oportunidades de desarrollarlas.

 

Cualquiera que sea el caso, es probable que nos topemos con ellos en varias ocasiones. Si hacemos las preguntas en forma adecuada, lograremos extraer lo que pueden ofrecernos y la experiencia será muy enriquecedora para todos.

¿A dónde quiero llegar?

Es importante saber de antemano a dónde queremos llegar. Aquí algunas técnicas:

1.- Busca crear una empatía. Hazle saber a la persona que reconoces su experiencia en lo que hace y con tu actitud provoca que se sienta cómoda y relajada. A todos nos gusta sentirnos reconocidos, aun a los más tímidos. Después formula una pregunta de manera que sienta que su opinión es muy valiosa, y que sólo alguien con tanta experiencia la puede contestar. Por ejemplo: “Creo que, hasta ahora, muchos hemos pasado por alto las ventajas que podemos tener al incorporarnos a la red. Alberto, tú, como experto, ¿nos podrías hablar un poco acerca de sus múltiples posibilidades?”

2.- Si te das cuenta de que se trata de un caso difícil de “reservado”, de los que suelen contestar con un simple si o no a las preguntas, en lugar de trabajar contra corriente, úsalo a tu favor. Hazle preguntas directas, de manera que se sienta cómodo al contestar en forma breve. Para esto es importante clarificar exactamente cuál es la información que deseamos obtener. Por ejemplo: “Señor Ruiz, ¿me puede decir exactamente las expectativas de ventas por internet para fines de este año?

3.- Dile al entrevistado algo controversial. Un comentario o una pregunta que le pique la cresta. Aun los más tímidos reaccionan a esto. Platea lo que tú quieres saber de manera que lo rete o desafíe. Por ejemplo: “El otro día leí en la revista tal una historia que contradice su respuesta. Aseguraba que las empresas que se han incorporado a la red han notado poca diferencia en sus ventas, ¿cómo explicas esto?” Aunque no lo creas, este tipo de preguntas les encanta.

4.- Cuando una persona de pocas palabras empieza a hablar, no hay que interrumpirla hasta que termine. De hacerlo, puede cortarle la inspiración y ser la excusa para dejar de hablar. Aunque en ese momento pensemos en algo inteligente que agregar, o una pregunta brillante que hacer, es mejor anotarla y callarnos.

5.- Usa la técnica “eco” para estimular a la persona a seguir hablando. Consiste en repetir o parafrasear la última palabra o frase que pronunció en forma de pregunta. Por ejemplo:

— Las ventas se reflejarán notoriamente para finales de año.

—¿Para finales de año?

O si la persona con la que intentas platicar es cercana a ti y sabes que es de pocas palabras, puedes hacer eco a lo que refleja su lenguaje corporal.

—Veo que estás triste, ¿quieres platicarlo?

—Es que me enojé con Luis.

Te enojaste con Luis

De esa manera se siente acompañado y es probable que se exprese más.

6.- El lenguaje corporal que uses será básico. Sonreír, asentir con la cabeza, inclinarte hacia delante y ver a la persona a los ojos, como si su respuesta fuera lo más interesante que has escuchado en tu vida, es fundamental.

Entrevistar a una persona de pocas palabras es todo un reto, requiere inteligencia y astucia de nuestra parte. Si lograste una buena entrevista en la cual la persona se abrió, se sintió cómoda y lograste sacarle ideas, pensamientos o reflexiones de fondo, habrán ganado todos. Aun los callados, porque como afirma un dicho anónimo: “Es muy frustrante cuando sabes todas las respuestas y nadie se molesta en hacerte preguntas.” Así que frente al hermético… ¡ánimo!

 

Juzga a un hombre por sus preguntas,

más que por sus repuestas.

Voltaire.

 

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jueves, 29 de mayo de 2025

Del libro “Por el placer de vivir” de César Lozano

 

Del libro “Por el placer de vivir”  de César Lozano

 

ENFRÉNTALA CON ASERTIVIDAD

 



Decir lo que siento, pero a la persona correcta, de la manera correcta, en el momento correcto y en el lugar correcto.

Di lo que sientes sin perder la calma, utilizando más el “yo” en lugar del “”.  Es que yo sentí, yo percibí, mira, yo me molesté… En lugar de dijiste, insinuaste, cuando usas mucho el “”, la asertividad se pierde y la armonía también.

Hace tiempo leí que se pueden utilizar también en este tipo de discusiones las siguientes frases: “Yo siento…” “Cuando tú…” “Me gustaría…”

Si por alguna razón sientes que la persona que amas no te dedica el tiempo que necesitas o crees merecer, la reacción inmediata y común es el reclamo, el enojo, o inclusive la ruptura.

El hombre disfruta de la compañía de sus amigos, dedica mas tiempo a ellos que a ti y eso te tiene sumamente irritada. Los pleitos son constantes y nunca se llegan a acuerdos, sólo reclamos y conflictos. Si utilizas estas tres frases podrías evitarte muchos problemas:

Yo siento que últimamente no te importo como antes. Yo siento que no valoras la importancia de dedicarnos tiempo para nosotros.”

Cuando tú me llamas para decirme que te vas con tus amigos aun cuando ya teníamos un compromiso para vernos, me siento muy mal. Me siento poco valorada y poco importante en tu vida.”

Me gustaría que me dijeras qué podemos hacer. En qué estoy fallando para que nuestra relación se esté enfriando. Me gustaría que llegáramos a un acuerdo y evitar esta incertidumbre que sinceramente me está dañando mucho.”

No utilizar técnicas asertivas hace que los conflictos se hagan presentes una y otra vez; y, en lugar de una discusión, las palabras toman tinte de pelea. También nos falta asertividad cuando buscamos en el pasado circunstancias que nos molestaron de la persona en cuestión, y entonces sacamos a relucir situaciones que ya estaban sepultadas en el pasado, e incluso que habíamos perdonado, pero con el fin de ganar esta discusión cobran vida.

Otra recomendación muy practica es la regla de más-menos-más, fundamental cuando se trata de corregir sin hacer sentir mal a alguien que se equivoca. Durante el proceso de la corrección, primero dile algo positivo, posteriormente dile donde estuvo el error y, por último, dile nuevamente algo positivo. Un ejemplo es esta situación:

Llega el hijo con calificación reprobada.  La primera reacción puede ser de enojo y reclamo por parte de los padres, y lo único que ocasionamos con esto es frustración en ambas partes.

Si utilizamos la regla más-menos-más, la corrección puede ser de la siguiente forma:

Más:  me extraña que tú hayas reprobado, ya que me consta tu inteligencia. Sé y admiro tu capacidad y por eso me extraña tanto.

Menos:  me entristece que siendo tu responsabilidad más grande estudiar, no le dediques el tiempo y las ganas necesarias.

Más:  pero estoy seguro de que esto no sucederá más porque tú sabes lo importante que es para ti terminar tus estudios, y sé que puedes con esto y con más. Además, ¡me extraña que siendo mi hijo, que teniendo mi sangre repruebes!  (bueno eso ya es exagerar, pero se aplica).

 

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martes, 27 de mayo de 2025

¿Cómo aprendiste a ver la muerte? Autora: Alicia Campos Vera


¿Cómo aprendiste a ver la muerte?   Autora:  Alicia Campos Vera

 



Analiza como has aprendido a ver la muerte, desde tu infancia. ¿Qué te dijeron tus familiares y amigos sobre la muerte? ¿Qué películas te impactaron sobre el tema de la muerte? ¿Cómo fue tu primera pérdida significativa?

Recuerdo la historia de un anciano gravemente enfermo que no quería morir, porque su creencia era que si moría se iría al infierno, pues de joven había hecho muchas cosas malas.  También hay gente que cree que deben guardar luto o vivir tristes casi de por vida, porque en las películas de antes así se veía. Hay varias películas mexicanas donde a gritos expresan “si te mueres, me mato”, o “si tu te mueres, ya no tiene caso vivir”, o “la vida sin ti, no es vida”. Por mencionar algunas. Que diferente sería que en las películas dijeran “honraré tu memoria viviendo intensamente”, o “me duele tu partida, pero te quedas en mi corazón y me darás fuerza para volver a ser feliz”, o “ya no te tengo físicamente conmigo, pero tu recuerdo no muere”, etc.

En otras culturas como la hindú y la islámica, la muerte no se ve como una tragedia sino como un proceso natural, donde al morir el cuerpo físico deja de existir, pero el alma sigue un nuevo camino. Por lo tanto, ellos celebran la muerte y se quedan con los gratos recuerdos y enseñanzas del ser querido. Esto hace que su proceso de duelo sea breve y puedan encontrar paz.

El miedo a morir, por ejemplo, en muchos casos se debe a experiencias muy desagradables a temprana edad, ya sea porque presenciaron una muerte violenta, porque la madre casi enloqueció cuando murió el padre, porque le tocó auxiliar en los cuidados de un familiar moribundo, o por una experiencia traumática en una alberca, etc. Sin embargo, nadie, absolutamente nadie nos puede asegurar como se siente morir, pero muchos podemos explicar a detalle como se siente vivir, y vivir intensamente.

Otra creencia que dificulta la aceptación y resolución de un duelo por muerte de un hijo joven, es que se cree que por ley general primero deben morir los abuelos, luego los padres y después los hijos, pero la realidad es que nuestra “línea de vida” o “fecha de expiración” nadie la sabe, y puede ocurrir cuando menos lo esperemos. Cuando me preguntan, ¿por qué aun sabiendo que todos vamos a morir algún día, nos cuesta tanto trabajo aceptarlo?, les digo que se debe a que por más que escuchamos la frase “vive hoy como si fuera el ultimo día”, en realidad no lo hacemos.

Hay quienes aprendieron a negar la muerte, creyendo que al negarla no existe, o se evita. Un ejemplo es la expresión “no voy a hacer testamento, porque estaría invocando a la muerte”, o “llamaron para ofrecer paquetes funerarios y les colgué, ¡yo no pienso morirme!”.  Sin embargo, hablar de muerte te invita a hablar de vida. Ayuda a visualizar que estás haciendo hoy para vivir (los años que tengas que vivir), de forma sana, autosuficiente e independiente. Ayuda a tener siempre tus documentos en orden y tu última voluntad por escrito, solo por si acaso. Hasta pudiera ser un motivador, para viajar, darte algunos lujos, atreverte a completar proyectos o ideas y hasta ir cerrando ciclos, para no dejar asuntos pendientes.

En el otro extremo, están los que ven a la muerte como algo maravilloso, un paso a la gloria, a donde no hay dolor, a un lugar mejor, y entonces, ante una situación agobiante o dolorosa piensan en acabar con su vida. La verdad es que no es necesario morir, para vivir una buena vida.

En conclusión: La forma en que aprendiste a ver la muerte, puede facilitar o dificultar tus procesos de duelo, y hasta tu propia muerte. Si la forma en que aprendiste te impide hablar de ella, o genera sentimientos desagradables, cámbiala por la aceptación de ésta como parte de la vida, y como un recordatorio de que debemos vivir, apreciar lo que tenemos, disfrutar el tiempo con nuestros seres queridos, aprender a despedirnos y a dejar la mejor huella posible en este mundo a cada paso que damos.

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