sábado, 15 de julio de 2017

Del Libro “Señas, Palabras y Silencio” de Graciela Rascón Miranda





¿Los sordos son mudos?

- Estoy enojado, muy enojado.  Una señora me preguntó:  “¿por qué estás sordomudo?”  ¿Qué no vio que hablo?  ¡Yo estoy Sordo y ella me quiere hacer mudo también!  ¿Qué le pasa? 
¡Uy!  Hubieran visto a mi amigo, reventaba de furia.  El sólo hecho de que digan “mudos” es una mentada de madre, para él y para la comunidad sorda, ya sea que hablen o no.
- Cálmate, Guillermo, es falta de cultura, desconocen lo nuestro.
Mira – le expliqué – te cuento lo que me pasó con un reconocido maestro, MAESTRO, para que veas, de teatro, que contratamos para una obra:  al escuchar desde mi oficina las fuertes carcajadas de un grupo de Sordos, alumnos míos, me confesó asombrado:  “Yo creí que los sordomudos no podían reír”.  ¿Cómo ves?  Fíjate, algunas personas me han preguntado si podíamos llorar;  incluso la esposa de un zapatero me preguntó:  ¿Las muditas como “usté” pueden tener hijos? ¿O “usté” no puede? Me quedé con las ganas de decirle que mi matriz no estaba muda, porque entendí que es por la falta de información - ¿Cómo ves Memo?, tu sabes que tuve tres hijos.
Incluso, Memo, no sabes la  pena ajena que me dio la primera vez que me presentaron ante un público atento con estas palabras:  “Le damos la bienvenida a Graciela Rascón, ella es sordomuda pero sí habla, y les brindará una plática”.
Y lo mismo sucedió en otros eventos, o cuando me han presentado con alguna persona, entonces me di cuenta de que por muy preparados que estén los profesionales les falla por el desconocimiento y les aclaro. 
-¡¿Pero por qué piensan así?!
- Investiga.
Memo tuvo el apoyo de terapias de lenguaje o de articulación de voz, y su forma de hablar es muy graciosa, como lo es su persona.  Pero tenía razón mi amigo, las personas que están privadas de la audición pueden tener voz, como la tengo yo, salvo que por algún accidente se les hayan afectado las cuerdas vocales.

La mayoría de los Sordos se niegan a hablar por temor a las burlas de los oyentes o por temor a que no se entienda lo que tratan de comunicar.  Cosa que no pasaría si tuvieran acceso a terapias de articulación; el principal obstáculo es la precariedad en que muchos viven.
Las terapias, además de ser costosísimas (costo por hora), exigen dedicar muchos años para aprender a pronunciar palabras.  ¿Cuántos años?  Desde la niñez hasta la adolescencia, tal vez poco menos, todo depende de la capacidad de la persona para aprender y, por supuesto, del terapeuta, que cuente con la especialidad y conocimiento sobre niños sordos.



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jueves, 13 de julio de 2017

Del Libro “Cómo ganar amigos e influir sobre las personas” de Dale Carnegie






La crítica es inútil porque pone a la otra persona a la defensiva, y por lo común hace que trate de justificarse. 

La crítica es peligrosa, porque lastima el orgullo, tan precioso de la persona, hiere su sentido de la importancia, y despierta su resentimiento.


… En lugar de censurar a la gente, tratemos de comprenderla.  Tratemos de imaginarnos por qué hacen lo que hacen.  Eso es mucho más provechoso y más interesante que la crítica;  y de ello surge la simpatía, la tolerancia y la bondad.  “Saberlo todo es perdonarlo todo”.