viernes, 23 de diciembre de 2011


FELIZ NAVIDAD!!!!!!!!!
Que haya PAZ en tu corazón, de esa paz que se logra a travez del perdón, del dar sin esperar nada a cambio, y del amar incondicionalmente.

Y que el Año Nuevo, esté lleno de proyectos, sueños e ilusiones, que mantengan alegre tu espíritu de lucha y conquista.

FELIZ 2012!!!!!!!!!!!!


Ranudaré mis publicaciones en Enero 05, 2012.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Del Libro “90 respuestas a 90 Preguntas” de Martha Alicia Chávez…..

¿Cómo lograr tus metas?


Los periodos en que se cierra un ciclo y se abre otro, como el año nuevo o los aniversarios de cualquier tipo, son muy buenos momentos para hacer cambios y establecer nuevas metas.
Tener sueños es algo inherente a la naturaleza humana y éstos se realizan a través del cumplimiento de metas. Aun cuando en el momento en que las establecemos estamos altamente motivados y convencidos, con frecuencia esta motivación se va desvaneciendo a medida que pasan los días o las semanas, y va siendo suplantada por su opuesto: La desmotivación y la desesperanza. Dejar sueños sin realizar y metas sin cumplir, tarde o temprano nos genera una mezcla de culpa y desilusión por no haber sido capaces de lograrlos. Y lo peor de esto es el sentimiento de decepción respecto a uno mismo, el cual afecta a nuestro auto concepto y, por consiguiente, a nuestra autoestima.
La mayoría de las veces no alcanzamos esas metas porque la forma en que las planteamos y organizamos no es la adecuada. A veces sólo pensar en ellas no hace sentir cansados y abrumados. Para que esto no suceda y el cumplimiento de metas sea fácil, suavecito y eficaz, te propongo a continuación algunas estrategias para su planteamiento que en mi experiencia profesional y personal he comprobado que funcionan.
Ante todo, hay que plantear la meta de forma concreta y específica, usando sólo términos positivos y en tiempo presente. No plantees lo que no quieres, sino lo que sí quieres. Por ejemplo, en lugar de decir: “No seguiré en este trabajo que no me gusta”, decir: “Encuentro el trabajo que me llena de alegría y satisfacción”, o en lugar de: “Ya no seguiré con estos kilos de más”, decir: “Llego a un peso de 50 kilos”. Esto es importante, porque al decir: “Ya no seguiré con estos kilos de más”, la mente construye automáticamente una imagen de uno mismo con esos kilos de más. En cambio, al decir: “Llego a un peso de 50 kilos”, la mente construye una imagen de uno mismo con 50 kilos. Recordemos que todo empieza en la mente y que el poder de las imágenes mentales es enorme.

El segundo paso es “dosificar” la meta, ya que cuando la planteamos “en masa” nos sentimos abrumados y no encontramos por dónde empezar. Por el contrario, al dosificarla es fácil lograr cada paso. Si la meta es hacer ejercicio, escribimos cada pequeño paso que nos llevará a lograrla, añadiendo la fecha en que lo haremos. Por ejemplo:
1) Buscar en el directorio los gimnasios que me quedan cerca (lunes 8 de abril en la mañana).
2) Llamar para pedir informes (miércoles 10 de Abril a las 12 hrs).
3) Ir a inscribirme (Sábado 13 de abril en la tarde entre 4 y 6).
4) Comenzar mis clases (Lunes 15 de abril a las 9 am)
Otro ejemplo:
Meta: Hacer mi testamento (que tengo tres años pensando en hacer):
1) Llamar a mi hermano para pedirle el teléfono del abogado (viernes 7 de Septiembre entre 10 y 11 am)
2) Llamar a la oficina del abogado para hacer la cita y preguntar qué papeles debo llevar (lunes 10 de Sept a las 11 am)
3) Organizar todos los papeles que llevaré (martes 11 de Septiembre en la tarde, antes de las 6 pm)
¡Y ya llegó el día de la cita!

De esta manera, nos ocupamos sólo de cumplir con el pequeño paso que corresponde a cada día, y cuando menos pensamos, la meta está cumplida.

El logro de la meta debe depender de uno mismo. He escuchado a personas plantearse objetivos como: “Que mi hijo regrese a la universidad”, “Que mi esposo tenga mejor comunicación con mis hijos”, y cosas de ese tipo que, debido a que dependen de otros para ser cumplidas, será casi imposible lograrlas y sólo nos sentiremos frustrados y molestos.
Habrá de seguro metas mucho más complejas que desees plantearte, como poner tu negocio, mudarte a otra ciudad, organizar un convierto, etcétera. La misma estrategia es aplicable y será igualmente efectiva para el logro de tus fines.
Teniendo en cuenta estos simples consejos, será más probable que podamos lograr nuestras metas. Te invito a probarlos y ¡buena suerte!
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domingo, 11 de diciembre de 2011

Del Libro “90 Respuestas a 90 Preguntas” de Martha Alicia Chávez


¿Cómo aprender a decir “no”?


Una de las causas de conflictos e insatisfacción en nuestras relaciones con otras personas, es hacer cosas que no deseamos y que a veces hasta nos afectan, por no atrevernos a decir NO.

Todos nacimos con una capacidad natural para expresar lo que deseamos, sentimos, necesitamos y pensamos. Observemos a los niños pequeños, siempre están mostrando de una manera congruente y honesta lo que necesitan y sienten, pero al crecer pierden esa capacidad natural, debido a que cuando expresan algo que no les agrada a los adultos, son rechazados o castigados.

Así, el niño aprende que para mantener el afecto y la aceptación de sus padres y de otros adultos importantes para él tiene que reprimir sus sentimientos y necesidades, o mentir respecto a ellos. Los padres deben poner límites muy claros y firmes a su hijo, pero al mismo tiempo mandar el mensaje de que cuando manifiesta lo que siente y necesita, no dejan de amarlo.

Cuando nos volvemos adultos, es sumamente difícil mostrar lo que sentimos, pensamos y queremos, por ese miedo infantil que nos hace creer que si lo hacemos nos van a criticar, desaprobar, rechazar o abandonar, y por ello aceptamos o hacemos cosas que no deseamos, aunque paradójicamente ése es el mejor camino para echar a perder una relación, ya que cada vez que hacemos algo que no queremos vamos acumulando frustración, coraje y resentimiento hacia la otra persona y hacia nosotros mismos.

Empieza por darte cuenta de que hagas lo que hagas, seas como seas, pienses lo que pienses, digas lo que digas, SIEMPRE habrá alguien que te criticará y desaprobará. Por otra parte, está más que comprobado que – aunque no lo muestre – en realidad la gente admira, aprecia y respeta a aquellos que se atreven a decir NO cuando así lo desean.

Muchas personas suponen que decir NO es por fuerza un acto grosero, que va de la mano con la agresividad. Esto es un error. Ese NO puede ser dicho con amabilidad y respeto, y siempre es, sin duda alguna, un acto de honestidad.

Aunque es tan sano aprender a decir NO, a veces nos parece muy difícil y no encontramos por dónde empezar o cómo hacerlo. En lo personal me fue sumamente útil leer, hace ya varios años, el libro Cuando digo no, me siento culpable, de Manuel J. Smith, el cual recomiendo ampliamente. En esta obra, el autor propone valiosísimas herramientas para aprender a ser asertivos. Una muy simple pero tremendamente afectiva para decir que NO cuando así lo deseamos, es la que llama “mensaje yo”, el cual combina tu decisión con tus razones para decidir eso.

Veamos un ejemplo:

EL OTRO: Quiero que me prestes tu coche.

TU: Prefiero NO prestártelo (estás expresando que tu decisión es NO). Es que cuando presto mi coche me angustio (estás expresando tus razones).

EL OTRO: Pero te lo voy a cuidar mucho.

TU: No dudo que me lo cuidarías mucho, pero cuando presto mi coche me angustio.

EL OTRO: Pues qué raro (tonto, ridículo, egoísta, etcétera) eres.

TU: Posiblemente lo sea, pero qué quieres que haga, cuando presto mi coche me angustio (estás afirmando, validando y respetando tus sentimientos y tu decisión).

Y así, ante cada crítica o insistencia de la otra persona, tu respuesta será la misma. No des excusas como: “No trae gasolina” o “Lo necesito para recoger a mis hijos”, porque no es la verdad y porque esto ocasionará que el otro te vaya “atrapando” con respuestas como: “Yo le pongo gasolina” o “Después de que recojas a tus hijos”, hasta que no tengas más alternativa que prestar el coche, quedándote con toda esa frustración y rabia hacia ti mismo y hacia el otro.

Rescatar nuestra capacidad innata de ser honestos y congruentes nos recompensará con la agradable sensación de tranquilidad y bienestar que da el ser leal a uno mismo y honesto con los demás.

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jueves, 1 de diciembre de 2011

Del Libro “90 Respuestas a 90 Preguntas” de Martha Alicia Chávez


¿Qué es la depresión Navideña?

Aun cuando la época de Navidad para algunas personas significa alegría, sorpresas, fiestas y amor, para otras representa desilusión y tristeza, lo cual las lleva a deprimirse en algún grado y a desear que esta etapa pase lo más pronto posible o, mejor aún, que no existiera. “Quisiera dormirme todo el mes de diciembre y despertar hasta mediados de enero”, me dijo un paciente que durante la época de Navidad se deprimía mucho. Esta es una situación tan común, que médicamente se le diagnostica como un tipo específico de depresión: “la depresión navideña”. Comienza a activarse desde el momento en que se acerca la fecha y los hogares y las tiendas empiezan a exhibir sus resplandecientes arreglos y arbolitos, que fungen como disparadores de esa mezcla de sentimientos que acompañan a la depresión navideña: tristeza, nostalgia, melancolía, desilusión, angustia, enojo y frustración.

Hay varias razones por las cuales a algunas personas les sucede esto. Una de ellas tiene que ver con el hecho de que ésta es una época de reunión familiar, lo cual hace que se sienta con más intensidad la soledad, la nostalgia por épocas pasadas o el dolor por la pérdida de seres queridos.

Existen también ciertas expectativas culturales con respecto a la época decembrina: tenemos que asistir a fiestas navideñas y tener una maravillosa comida o cena familiar el día de Navidad. Si no sucede esto, son sentimos desilusionados y tristes. En muchas familias, esta cena resulta justamente lo contrario de lo que se supone que debería ser, porque están todos reunidos y con el calor de las copas – que bajan las defensas y hacen que salgan las verdades reprimidas y negadas – surgen viejos resentimientos y reclamos, convirtiendo la cena, que se esperaba maravillosa, en uno de los momentos más desagradables y dolorosos del año.

Otro factor que origina esta depresión es que durante esta época se nos reactivan las nostalgias y desilusiones de la infancia, aquellas que muchísima gente experimentó al no recibir el juguete que le pidió al Niño Dios, Santa Claus o los Reyes Magos; para muchas personas éstas fueron sus primeras grandes desilusiones, y peor aún si sus padres les dijeron que no les trajeron lo que querían porque se portaron mal, haciéndolos sentir, además de desilusionados, malos, inadecuados y culpables.

Es posible también que la persona ya de por sí sufra un tipo de depresión invernal o síndrome de ausencia de luz, que se activa por la simple llegada del invierno. Esto, aunado a los demás factores mencionados, dispara este estado emocional.

Quienes experimentan la depresión navideña deben saber que hay solución. Es necesario que busquen ayuda profesional, tanto médica como psicológica. El médico evaluará si existe algún desequilibrio bioquímico en su cerebro que pueda ser la causa de que en esta época se reactive o intensifique ese estado de ánimo; por su parte, el psicólogo ayudará a trabajar en la sanación de las heridas de la infancia o del presente, asociadas con todos los aspectos del periodo navideño, así como a desarrollar un proyecto de estrategias y actividades que permitan pasar esta etapa de la mejor manera posible.

Una cosa es segura; cada año, el resto de la vida, habrá una Navidad. Vale la pena entonces trabajar en las causas de la depresión navideña para poder disfrutarla, o por lo menos nos sufrirla.

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miércoles, 23 de noviembre de 2011

Del Libro “90 respuestas a 90 Preguntas” de Martha Alicia Chávez…..


¿Qué hacer para que los regalos navideños no te angustien?

La Navidad es época de regalar.” Palabras más, palabras menos, eso es lo que dicen los comerciales en esa época. Las tiendas están saturadas de gente que a veces gasta mucho más de lo que debe, puede y había planeado, para luego sufrir las consecuencias a la hora de pagar las tarjetas de crédito o ver con desilusión que ya se fue el dinero del aguinaldo. Me parece que los regalos navideños son una fuerza poderosa que nos atrapa y controla nuestras decisiones y deseos, haciéndonos comprar lo que no estaba planeado o ni siquiera deseamos.

Por tal razón, este asunto es para muchos una fuente de angustias, estrés, preocupación y hasta conflictos familiares. Es muy importante que reflexionemos cómo en realidad deseamos conducirnos en relación con este tema y así tomar nuestras propias decisiones al respecto, respetando lo que deseamos y podemos, en lugar de seguir la inercia social que nos envuelve y “obliga” a tomar decisiones que no nos convienen. He aquí algunas recomendaciones para lograrlo:

· Elabora con anticipación una lista de los regalos que deseas dar y el monto aproximado que quieres invertir en cada uno, para que tengas claro cuánto dinero vas a gastar; cuando llegue la hora de comprarlos, sé fiel a estas decisiones.

· Sé consciente de esta cruda realidad; la mayoría de los regalos que das en Navidad no le van a gustar a quien los recibe o no los necesita; por lo tanto, no los va a utilizar ni a disfrutar. Por ello es recomendable que les pidas a las personas a quienes les darás un regalo que te den una lista de cinco o seis cosas que quieran o necesiten, para que de ahí elijas una o dos. Estas listas son tan variadas como: un galón de pintura blanca, un cartucho de tinta para mi impresora o cualquier otra cosa de índole más personal. Sea lo que sea, dar un regalo de esa lista garantiza que será útil y agradable recibirlo.

· Recuerda también que gastes lo que gastes y regales lo que regales, siempre habrá gente que lo encontrará mal y te criticaré. Por eso, da sin esperar que el otro reaccione de determinada forma al recibir tu regalo. Lo que des, suéltalo, y entiende que quien lo recibe está en todo su derecho de que le guste o no. A mí me molesta sobremanera que cuando alguien me regala algo, al paso del tiempo esté verificando si lo uso y qué tan seguido, y luego me reclame o cuestione el porqué.


PoPor todas estas razones, es sabio romper los esquemas y reconocer que hay otro tipo de regalos que casi de seguro todos necesitamos y nos gustan, y que por lo tanto sí vamos a utilizar y a disfrutar; además, algunos ni siquiera cuestan dinero.

Por ejemplo: puedes regalar una cena en un restaurante o en tu propia casa; un masaje a cada miembro de tu familia; resolver la lista de pendientes que tiene tu hermano desidioso; cinco idas al cine; un día de cuidar a los hijos de tus amigos para que ellos salgan; pagarle a tu hermano la afinación de su coche; cocinar tres días para tu hermana y su familia, para que ella descanse; ayudarle a tu amigo a pintar su casa o pagar la pintura de la misma; organizar el cuarto de tiliches o el clóset de tu amiga, que lo tiene hecho un desastre y le da mucha flojera arreglarlo.

Esta lista de posibilidades útiles y agradables puede ser interminable y es aplicable también a los regalos de cumpleaños o de otra índole. Cuando en vez de dar cualquier objeto que encontramos por ahí, regalamos algo que la persona verdaderamente disfruta o necesita, sin lugar a dudas provocaremos en ella la sensación que los regalos deben provocar; alegría, entusiasmo, gozo y gratitud. Los que son capaces de producir ese efecto son dignos de ser llamados “regalos.” Los demás son sólo objetos que pretenden tapar un hoyo.

Rompe esquemas, expande tu creatividad y no permitas que los regalos navideños se conviertan en una fuente de conflicto y estrés para ti.


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viernes, 18 de noviembre de 2011

Del Libro “La violencia está en casa” del Dr. Ernesto Lammoglia


Violencia Verbal

Los padres son el centro del universo de un niño y, por lo tanto, son quienes más daño pueden causar. Lo que ellos expresan, para el niño es verdad. Cuando una madre le dice a su hijo que es inadecuado o defectuoso, esto se convierte en una creencia y el conjunto de creencias es la base para una autoestima alta o baja.

Las burlas constituyen heridas dolorosas en el amor propio del niño. El poner sobrenombres es un verdadero insulto a la dignidad de los menores, lo mismo que las actitudes y comentario devaluatorios como: “No sirves para nada”, “Eres igual de torpe que tu padre”, “Tragas como un cerdo”, “Tu madre es una cualquiera”, “Eres un inútil”. La violencia verbal no consiste únicamente en insultos y palabras incisivas, los sarcasmos y burlas hieren profundamente a un menor. Los comentarios sádicos: “Cuándo no”, “Tenías que ser tú”, “Ya te estabas tardando”, son agresiones que devalúan la imagen que el niño tiene de sí mismo. Muchas veces el rechazo se expresa con desprecios como: “Ya no te quiero”, “Me avergüenzo de ti” o “¿Tienes que estar pegado a mí todo el tiempo?”. Las palabras más dañinas que puede escuchar un niño son: “Quisiera que nunca hubieras nacido”.

Una mujer escuchó durante toda su infancia que no podía hacer nada bien ni tampoco podía terminar lo que empezaba. Esto quedó tan arraigado en ella que fue como una programación de computadora. Si barría, dejaba un rincón de la habitación sucio, no se lo explicaba, simplemente no podía. Si arreglaba una cómoda dejaba un cajón desordenado, si ponía la mesa, faltaban los vasos, y así con todo lo que hacía. Era costurera de oficio y muy buena, pero tenía a una asistente para dar el retoque final a los vestidos, porque ella simplemente no podía hacerlo.

Acudió a una terapia de grupo porque le atormentaba que sus noviazgos nunca terminaban en matrimonio, de algún modo ella los echaba a perder. En la terapia descubrió, al escucharse a sí misma, que era incapaz de terminar algo porque si lo hacía tendría que estar mal. Para tratar de romper con este condicionamiento se propuso rematar por sí sola algunos vestidos. Echó a perder dos o tres, pero finalmente lo logró. Dos años después se casó y disfruta cada vez que concluye algo.

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jueves, 10 de noviembre de 2011

Del Libro “Cómo hablarle a los hijos” de Chick Moorman….

“¿Qué te dije? “

“Ves. Lo sabía”

“¿No me creías, verdad? Ahora ya lo sabes.”

“Supongo que eso comprueba que yo tenía la razón.”

“Eso es lo que te dije. ¿No te acuerdas?”

Tener la razón se siente bien. Es una manera de probar nuestra valía a nosotros mismos. Nos ayuda a estar arriba, a reforzar nuestra propia inteligencia, a proclamar superioridad. Tener razón es probar nuestro triunfo. Sólo hay un problema: tener la razón no sirve.

Tener la razón engendra rencor. Cada vez que le pruebas a alguien que tú tienes la razón, le pruebas que él está equivocado. Tanto los niños como los adultos no disfrutan estar en el papel del que se equivoca.

Decirle a tu hijo “te lo dije”, es como burlarte del hecho de que estaba equivocado. Ya es bastante difícil para los niños aceptar sus equivocaciones, como para presionarlos más. Recordarles que tenías la razón, sólo les hace más difícil reconocer que estaban equivocados.

Recuerdo una caricatura que vi, en la que se mostraba a un paciente en una cama de hospital con vendajes desde la cabeza hasta los dedos de los pies y con los dos brazos y piernas colgados. El médico se paró cerca de la cama mirando su expediente, mientras el paciente explicaba: “Pero, yo tenía el derecho de paso”.

¿Tener la razón previno el accidente? NO.

¿Tener la razón eliminó el dolor y sufrimiento? NO.

¿En este caso, le sirvió tener la razón? ¡Absolutamente NO!

Y tener la razón tampoco va a servir con tus hijos.

Puedes tener la razón sobre cuál es la capital de Nevada, si quieres. Puedes tener la razón acerca de la reacción del profesor por entregar tarde la tarea. Puedes tener la razón acerca del precio de los zapatos de gimnasia, la cantidad que se requiere para llenar el tanque o el número de días que el pez tardó para morirse en la pecera. Como padre, tendrás oportunidades ilimitadas de tener la razón y tendrás el mismo número de oportunidades para decir, “te lo dije” y para recordar a la familia entera quién tenía la razón. Tú puedes tener la razón. Pero, ¿a expensas de quién y a qué precio?

¿Vale la pena tener la razón acerca de la capital de Nevada si creas distancia entre tú y tu hijo? ¿Vale la pena tener la razón sobre el número de días que el pez tardó en morir si le hace a tu hija estar equivocada? ¿Vale la pena decir, “te lo dije,” cuando aumenta el rencor y disuelve el sentimiento de unidad en tu familia?

La mayoría del tiempo, los hijos se dan cuenta de que estaban equivocados y no necesitan que se los digas. Cuando tengas la razón, disfrútalo en privado. Evita usar una forma de hablarles a tus hijos, que anuncie que tienes la razón. Tú y yo nos beneficiáremos; Estarás feliz de haberlo hecho, y yo no tendré que decirte, “te lo dije.”


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jueves, 3 de noviembre de 2011

Del Libro “Caldo de Pollo para el Alma – 5ta. Ración, de Jack Canfield y Mark Victor Hansen

Dos semillas yacen lado a lado en el fértil suelo de primavera.

La primera semilla dijo:

¡Quiero crecer! Quiero impulsar a mis raíces hondo dentro del suelo que está debajo de mí, y expulsar a mis retoños a través de la corteza de la tierra que está sobre mí… quiero desplegar mis tiernos brotes como banderas que anuncien la llegada de la primavera… ¡quiero sentir el calor del sol sobre mi rostro y la bendición del rocío matinal sobre mis pétalos!

Y creció.

La segunda semilla dijo:

Tengo miedo. Si impulso mis raíces dentro del suelo que está debajo de mí, no sé lo que encontraré en la oscuridad. Si me abro paso por el suelo duro que está sobre mí, puedo dañar a mis delicados retoños…. ¿qué tal si al dejar que mis brotes se abran, un caracol trata de comérselos? Y si abriera mis capullos, un niño pequeño podría arrancarme de la tierra. No, será mucho mejor que espere hasta que no haya peligro.

Y esperó.

Una gallina de corral que buscaba comida afanosamente entre la tierra de comienzos de primavera, encontró a la semilla en espera y rápidamente se la comió.

MORALEJA DEL RELATO

Aquellos de nosotros que nos negamos a arriesgarnos

y crecer, somos tragados por la vida.

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jueves, 27 de octubre de 2011

Del Libro “90 respuestas a 90 Preguntas” de Martha Alicia Chávez…..

¿Como hablar de la muerte a los niños?

Permitir a los niños expresar todas sus dudas, fantasías, miedos y preocupaciones respecto a la muerte es indispensable para que ellos puedan integrar este hecho como parte natural de la vida y, asimismo, procesar y superar un duelo cuando pierden a un ser querido.

Es primordial tocar el tema de forma serena y natural, y tener la sabiduría de responder NO SE, cuando no conocemos la respuesta a alguna de sus preguntas.

Igualmente, es muy importante comunicarles que no todas las personas piensan lo mismo sobre la muerte, y hablarles con palabras y ejemplos acordes con su edad y siendo congruentes con nuestras creencias al respecto.

Muchas veces, las preguntas y reflexiones de los niños respecto a la muerte surgen al enterarse de que falleció algún conocido de la familia o un ser querido. No obstante, de alguna manera desde muy pequeños están en contacto con la muerte; por ejemplo, a través de los cuentos, cuando les hablan de que se muere el dragón, la bruja o los padres del niño que en su lugar tiene padrastros. Asimismo, en la vida real de seguro que más de una vez han visto algún animal muerto. La muerte, pues, forma parte de la vida desde que somos pequeños.

Sin embargo, en cada etapa existen ciertas diferencias en la manera en que se concibe la muerte; conocerlas nos permitirá hablarles de ella a nuestros hijos de la manera más adecuada posible.

En edad preescolar, los niños entienden la muerte como si fuera un estado temporal y reversible, ya que eso es lo que ven en los dibujos animados; el personaje muere, pero después de unos segundos se incorpora como si nada hubiera sucedido.

A un niño de esta edad se le murió su pollito. La mamá se sorprendió por la reacción tan serena que tuvo cuando lo encontró tieso la mañana de un domingo. Lo tomaron y juntos lo enterraron en el jardín. La tarde de ese mismo día el niño preguntó que dónde estaba su pollito. La mamá, impactada, le recordó que se había muerto y lo habían enterrado. “Si, pero eso fue en la mañana; ¿dónde está ahorita?, respondió el niño.

Cuando se trata de la vida real, es importante explicarles que su abuelo, mascota o quien se haya muerto, ya no va a volver, porque morirse es así, y por supuesto habrá que apoyarlos para que puedan expresar todos sus sentimientos ante ello.


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jueves, 29 de septiembre de 2011

Del Libro “90 Respuestas a 90 Preguntas”, de Martha Alicia Chávez…..

¿DEPRESION O INGRATITUD?

Existe un tipo de depresión “endógena”, que de manera general definiré como aquella cuya causa se debe a ciertos desbalances químicos en el cerebro y, en algunos casos, en los niveles hormonales. La depresión llamada “reactiva” o exógena” es aquella que se produce cuando la persona pasa por una experiencia difícil, como la pérdida de un ser querido, de la salud, del trabajo, o un problema de cualquier otra índole, que le genera tristeza y dolor.

Una persona que padece depresión debe entender que ésta, sea del tipo que fuere, es totalmente curable y no tiene por qué vivir sufriendo. Es necesario que sea diagnosticada y atendida por un especialista, y seguir al pie de la letra sus indicaciones y prescripciones.

No obstante, yo tengo la impresión de que hay otro tipo de depresión, al que llamo “de ingratitud” y que surge de nuestra incapacidad de valorar, apreciar y agradecer ¡todo! Lo que tenemos.

La depresión de ingratitud, más que del cuerpo o de las emociones, es una enfermedad del alma. Nos hemos desconectado de nuestra naturaleza superior; ponemos nuestra atención en lo que NO tenemos, en lugar de en lo que SI; en los errores que cometen nuestros seres querido, en lugar de en sus aciertos; en nuestras ilusorias razones para quejarnos de la vida, en lugar de apreciarla y honrarla.

Cuando padecemos una depresión de ingratitud somos incapaces de expresar agradecimiento o siquiera de reconocer las muchas cosas buenas que se nos han dado. Creamos una larga lista de quejas y dedicamos mucho tiempo y energía a sostenerla y validarla. Y por supuesto…. ¡nos deprimimos! La queja y las expresiones corporales que la acompañan (como la cara de “fuchi”) son el lenguaje típico de la depresión de ingratitud. Esta tiene claros síntomas: aburrimiento, desmotivación, quejas constantes, mal humor y la ya mencionada cara de “fuchi”, entre otros.

He conocido gente que se deprime por cosas tan ridículas como que su marido le compró una camioneta azul y le hubiera gustado más una gris; porque perdió su equipo de futbol favorito; porque no pudo irse de vacaciones a un destino internacional y tuvo que conformarse con uno nacional, etc. Es totalmente normal que sintamos cierto grado de frustración o tristeza – que pronto pasará – cuando cosas como éstas suceden, pero hay quienes realmente se deprimen por tales situaciones.

En un curso que impartió Alejandro Jodorowsky, en el cual tuve la fortuna de estar presente, uno de los asistentes contó que estaba profundamente deprimido desde hacía varios años, durante los cuales había llevado toda clase de tratamientos médicos, psicoterapéuticos y alternativos y nada le había funcionado. Jodorowsky le dijo:

“Si realmente quieres curarte, sal de tu casa sin un peso y no regreses por tres semanas. Vive y duerme en la calle, pide limosna, busca comida en los basureros, pasa fríos y calores, hambre y sed, miedo y soledad. Después de esas tres semanas regresa a tu casa y verás cómo tu depresión se cura”.

La depresión de ingratitud se sana, pues, con humildad para apreciar y agradecer todo lo que somos y tenemos; con disposición para hacer un recuento de todas nuestras bendiciones y compartirlas con quienes amamos; con voluntad para reconocer nuestros talentos y usarlos para nuestra autorrealización y gozo y el de otros; con la decisión de poner nuestra atención cada día en lo que sí tenemos y sí podemos, en lugar de en lo que no, y con desarrollar el hábito de imaginar, cuando nos quejamos por alguna parte de nuestro cuerpo, por alguno de nuestros seres queridos o por cualquier otra cosa, cómo sería la vida sin ello.

La buena noticia es entonces que la depresión de ingratitud sí es curable.

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jueves, 22 de septiembre de 2011

Del Libro “La felicidad en tiempos difíciles” de Andrew Matthews….

Cuando el dinero hace infelices a las personas

Un vecino visitó a Julie y dijo: “¿Publicarás mi libro sobre mi padre y lo que hizo?”

Ella preguntó: “¿Fue un gran hombre?”

“No, era un maldito bastardo. Murió sin darme nada. Mi hermano se quedó con la granja.”

(Julie nunca publicó el libro.)

Una historia similar:

Dick tenía un hijo y dos hijas que se llevaban bastante bien. En su testamento. Dick dio cerca de la tercera parte de sus posesiones a cada uno, pero le dejó un poco más de dinero a la hija soletera, en comparación con los dos casados. ¡Ahí comenzó la pelea! Los hijos no se han hablado durante 6 años.

Si Dick aún viviera, los hijos se seguirían hablando.

Si Dick hubiera dejado todo al museo de la ciudad, los hijos se hablarían todavía. Pero dado que la división no fue equitativa, la familia se desintegró.

Las familias felices se rompen cuando entran en juego testamentos y herencias.

Se pasan la vida en los tribunales y se van a la tumba enojados – lo que produce más problemas.

¿De dónde sacamos la idea de que tenemos derecho al dinero de los demás, incluso cuando se trata del dinero de nuestros padres?

En una cáscara de nuez:

¿Quieres ser feliz? Decide desde ahora que nadie te debe nada y que todo lo que recibas de otra persona es UN EXTRA.

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jueves, 15 de septiembre de 2011

Del Libro “La violencia está en casa” del Dr. Ernesto Lammoglia”

La cultura Mexicana.


Durante el siglo pasado el medio más difundido de la cultura en México han sido sus canciones, seguidas por el cine y la televisión. Las canciones reflejan el sentir del pueblo y éste las adopta de corazón. Uno de los mejores ejemplos es José Alfredo Jiménez, el favorito de los corazones rotos y los confesionarios del macho mexicano; las cantinas.

Lo más admirable de las letras de sus canciones no son éstas en si, sino la pasión con la que el pueblo mexicano las ha hecho suyas. Se han escuchado en todos los rincones del territorio nacional y, con lágrimas en los ojos, miles de borrachos las siguen cantando.

Parece haber entendido la mecánica de las relaciones destructivas. Sus canciones están llenas de autocompasión, sentimientos de infortunio e infelicidad. Así, encontramos la letra del misógino que se sabe poderoso:

Te vas porque yo quiero que te vayas,

a la hora que yo quiera te detengo,

yo sé que mi cariño te hace falta

y quieras o no, yo soy tu dueño.

Las del dependiente emocional que sabe que sufre, pero no tolera la idea de la separación:

La distancia entre los dos

es cada día más grande,

de tu amor y de mi amor

no está quedando nada;

sin embargo el corazón

no quiere resignarse

a escuchar el triste adiós

que sea tu retirada.

La del alcohólico:

Qué voy a hacer

si aunque cambio mi camino

yo ya sé que mi destino

es tomar y padecer.

La del devoto:

Te voy a dedicar una canción

A ver si me devuelves tu cariño;

Ya vengo de rezar una oración

A ver si se compone mi destino.

Y la del masoquista:

Yo sabía que tu amor, a la larga,

Sería mi desgracia:

Yo sabía que tendría que llorar

Y llorar mucho tiempo.

Porque amor que provoca desvelos

Y mata de celos no puede acabar,

Porque amor que se da sin medida

Hasta con la vida se puede pagar.

El cine mexicano ha inundado las pantallas con escenas de madres sacrificadas, como la actuación de Libertad Lamarque en la cinta La Loca, donde su papel de madre sufrida y abnegada arrancó las lágrimas de miles de espectadores, glorificando la humillación. Marga López representó varias veces el papel de la madre abnegada y Sara García se ganó el título de “Abuelita de México”, El tema de la madre racista se ejemplificó en Angelitos negros y la madre asesina en Los motivos de Luz.

La industria de la telenovela ha explotado por años la imagen de la madre buena y santa que sufre en silencio, como en La usurpadora; o la madre valiente que lucha por recuperar a su hijo, sin dejar de lado a la madre villana, como el papel que hizo María Rubio en Cuna de Lobos.

La tradición y la cultura popular forman todo un complejo sistema de estructuras, procesos, relaciones e ideologías que sirven de marco a cada acto de violencia. Una estrategia para erradicar la violencia en el ámbito doméstico tendría que desarrollarse tomando en cuenta y corrigiendo todo el contexto sociocultural. Pero también existe la sabiduría popular y encontramos frases como: “¡Qué poca madre!”. De alguna manera ha sido evidente que la ausencia de los cuidados maternos da como resultado hijos agresivos y cínicos.


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jueves, 8 de septiembre de 2011

Del Libro “De Oruga a Mariposa” de Ma. Esther Erosa

TU ACTITUD POSITIVA


Como ser pensante que eres, TÚ eliges la clase de Pensamientos Predominantes que sostienes, que éstos atraen las cosas, personas, experiencias y situaciones que se van a manifestar en tu vida; serán los RESULTADOS que TÚ crearás con tus propios pensamientos. Bien dice el proverbio: Dime con quien andas y te diré quien eres”, ya que todo lo que te rodea habla de los pensamientos que sostienes.

Para disciplinarte en esto, puedes auxiliarte con algunos métodos que a mí me han servido maravillosamente:

  • Cuida lo que dices (porque tus palabras son órdenes que se graban en tu mente y atraen lo similar).
  • Vigila lo que ves y lo que escuchas porque con esto sucede lo mismo que con las palabras.
  • Aléjate de la gente destructiva.
  • Evita cualquier tipo de crítica.
  • Evita las noticias negativas.
  • Rodéate de gente positiva.
  • Amate y Respétate POR SER LO QUE ERES.

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jueves, 1 de septiembre de 2011

Del Libro “Aguántate” de Gary Morris…..

Confía en tu persona

Hay muchos hombres y mujeres cuya fortaleza sólo les fue revelada en sus horas más negras. Si no se hubieran enfrentado con estos desafíos, no habrían reconocido nunca su potencial.

No hay nadie que haya vivido y no haya cometido errores. Al cometer errores, ¡por lo menos estás haciendo algo! Eso es siempre mejor que nada – aunque los resultados no siempre sean lo que tú esperabas.

Eres una maravillosa, sorprendente y completa obra de la naturaleza. Tienes la bendición de la vida. Posees la habilidad privilegiada de tomar decisiones y de actuar según las mismas.

Raramente podrás cambiar lo ocurrido hace cinco minutos – se ha convertido en el pasado. No obstante, puedes cambiar tu forma de actuar dentro de cinco minutos – y para el resto de tu vida.

Tú tienes ese poder.

- Robin Marshall


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jueves, 25 de agosto de 2011

Del Libro “La violencia está en casa” del Dr. Ernesto Lammoglia

La protección de los ancianos

El nuevo gobierno cambió el nombre de lo que antes fue el Instituto Nacional de la Senectud (INSEN) por el de Instituto Nacional de Adultos en Plenitud (INAPLEN). Parece ser que ya se dieron cuenta que no hay tal “plenitud” y ahora están cambiando “adultos en plenitud” por “adultos mayores”. El Senado de la República aprobó el 25 de Abril la nueva ley sobre los derechos de las personas adultas mayores que tiene por objeto garantizar el ejercicio de sus derechos, así como establecer las bases y disposiciones para su cumplimiento.

Esta ley tiene por objeto garantizar a las personas adultas mayores los siguientes derechos:

I. De la integridad, dignidad y preferencia:

a) A una vida con calidad. Es obligación de las instituciones públicas, de la comunidad, de la familia y la sociedad, garantizarles el acceso a los programas que tengan por objeto posibilitar el ejercicio de este derecho.

b) Al disfrute pleno, sin discriminación ni distinción alguna, de los derechos que ésta y otras leyes consagran.

c) A una vida libre sin violencia

d) Al respeto a su integridad física, psicoemocional y sexual.

e) A la protección contra toda forma de explotación.

f) A recibir protección por parte de la comunidad, la familia y la sociedad, así como de las instituciones federales, estatales y municipales.

g) A vivir en entornos seguros, dignos y decorosos que cumplan con sus necesidades y requerimientos y en donde ejerzan libremente sus derechos.

También establece que toda persona, grupo social, organizaciones no gubernamentales, asociaciones o sociedades, podrán denunciar antes los órganos competentes todo hecho, acto u omisión que produzca o pueda producir daño o afectación a los derechos y garantías que establece la presente ley.

En su artículo 9º establece que la familia de la persona adulta mayor deberá cumplir su función social; por tanto, de manera constante y permanente deberá velar por cada una de las personas adultas mayores que formen parte de ella, siendo responsable de proporcionar los satisfactores necesarios para su atención y desarrollo integral, y tendrá las siguientes obligaciones para con ellos:

I. Otorgar alimentos de conformidad con lo establecido en el Código Civil.

II. Fomentar la convivencia familiar cotidiana, donde la persona adulta mayor participe activamente, y promover al mismo tiempo los valores que incidan en sus necesidades afectivas, de protección y de apoyo.

III. Evitar que alguno de sus integrantes cometa cualquier acto de discriminación, abuso, explotación, aislamiento, violencia y actos jurídicos que pongan en riesgo su persona, bienes y derechos.

Como puede verse, esta ley suena maravillosa, lo que los ancianos que la han leído se preguntan es ¿dónde está la ventanilla a la que deben acudir para recibir todas esas cosas maravillosas que la ley les otorga?, ¿dónde está esa autoridad que va a obligar a sus familiares a proporcionarles una vida digna?



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jueves, 18 de agosto de 2011

Del Libro “El matadragones que tenía el corazón pesaroso” de Marcia Grad Powers….


… ¿Cómo saber si vale la pena intentar cambiar algo?

Acostumbrada a tratar con tales dudas, Maxine replicó:

- Esa excusa es la que hace que mucha gente deje de hacer lo que necesita hacer para ser feliz. ¿Cuál es la alternativa? ¿Sentarse y ponerse a desear que las cosas sean diferentes? ¿Esperar que, de algún modo, de alguna manera, algo cambie, para después aferrarse a eso y acomodarse sea cual sea la deriva que tome? Si no decides tu, la vida decidirá por ti; y aún así, seguirás siendo tú el responsable del resultado.

Duke levantó las cejas.

- Quieres decir que, si no intento cambiar las cosas que puedo cambiar, lo que ocurra seguirá siendo un fallo mío, sea lo que sea?

- Responsabilidad tuya – le corrigió ella -. No tomar una decisión es ya una decisión. Afecta a lo que ocurre. Si no haces nada, normalmente no corregirás nada, salvo más de lo mismo… o peor. ¿Podrás vivir con eso? ¿Conseguirías lo que quieres, lo que es importante para ti, lo que mereces? ¿Serías feliz?

Duke sacudió la cabeza.

- No, mi estilo no es acomodarme. Soy de los que asumen riesgos. Mis maneras de héroe, ya sabes. Aún así…

- Quieres una garantía. Me gustaría poder dártela, pero no puedo. Nadie puede dártela. Asumir riesgos forma parte del hecho de hacer cambios, forma parte del hecho de hacer algo nuevo, forma parte de la vida. Tú lo sabes. Has estado asumiendo riesgos toda tu vida, algunos de ellos ciertamente grandes. Y si no lo hubieras hecho, jamás habrías conseguido todo lo que has conseguido.

- Supongo que no – dijo Duke sombríamente.

- Rememora, Duke. ¿Acaso no te arriesgabas a fracasar o a resultar herido cada vez que te entrenabas, cada vez que salías a combatir con un dragón?

- Uf… me llevé montones de sustos.

- ¿Y qué hiciste?

- Bueno, debí hablarme a mí mismo de ello, utilizando probablemente algún pensamiento recto y sólido como los que hice con el truco de Doc. Entonces, yo no sabía lo que estaba haciendo, eso es todo.

- ¿Y qué más hacías para vencer tus miedos?

- No estoy seguro. Se esperaba que fuera valeroso, y yo deseaba tanto convertirme en el matadragones número uno, que simplemente me obligaba a hacer cualquier cosa que fuera necesaria para conseguirlo.

- ¿De modo que te obligabas a entrar en acción, a hacer lo que era mejor para ti, a pesar de tus temores?

- Sí. Y las cosas se fueron haciendo más fáciles con el tiempo.

- El coraje es así. Cuanto más valeroso eres, más valeroso te haces.

- Mmmm, es interesante, hace falta coraje para tener coraje.

- Sí, al igual que hace falta matar dragones para convertirse en un matadragones – dijo Maxine.

Duke se preguntó por qué unas verdades tan obvias no se le habían ocurrido nunca antes.

Maxine prosiguió.

- ¿Se te ocurre algo más que pueda ayudar para que te resulte más fácil hacer lo que temes, algo que pudiera ayudarte ahora?

- Déjame ver…

- ¿Qué hay de tus estrategias de matadragones?

- ¿Te refieres a mi famoso truco del clima y a mis movimientos expertos? Es cierto, matar dragones se hacía menos inquietante cuando sabía que tenía un buen plan de antemano. Y eso me ponía en una clara ventaja táctica.

Duke lo pensó por unos instantes y, de repente, saltó:

- ¡Eh! ¡Puedo planear lo que voy a decir y lo que voy a hacer ante la junta disciplinaria! ¡Sí! Poner en marcha una buena estrategia. ¡Eso quizás me devuelva mi título, y todo lo demás que necesito cambiar!

- Buena idea, Duke – dijo Maxine -. Es más fácil tener fe en que puedes manejar cualquier situación cuando estás bien preparado. Pero sé flexible – le advirtió -. Ya sabes lo que se dice de los mejores planes de ratones y de hombres… y también de los azulejos.

Duke hizo una mueca al recordar los planes que habían salido mal debido a un giro inesperado de los acontecimientos. Pero, entonces, él no sabía nada de eso de ser flexible. El creía que todo tenía que ocurrir del modo que él pensaba que tenía que ocurrir. Y, cuando no era así, luchaba contra ello en vez de reajustar el plan. Ahora, estaba mejor preparado.


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jueves, 11 de agosto de 2011

Del Libro “Pensamiento Saludable” de Francisco J. Ángel.


Re-escribe tu historia


Esta es una de las estrategias del Pensamiento Saludable más poderosas que he conocido.

Tu historia (la historia que te cuentas y le cuentas a los demás acerca de ti mismo), no está formada de hechos concretos o sucesos específicos. Está formada de interpretaciones.

Todo lo que ha sucedido en tu vida y las circunstancias que te han rodeado, están almacenadas en tu mente con juicios que hiciste acerca de ellas. Unas fueron catalogadas como “buenas” otras tienen una etiqueta que dice “mala” y otras muchas más decidiste que fueran “pésimas, dolorosas, hirientes.”

La historia de tu vida incluye todas estas descripciones de lo que pasó y tus interpretaciones. No tienes que seguir contando la misma historia triste o deprimente. Ni tienes que aceptar ciegamente lo que pensabas hace años cuando sucedió lo que sucedió.

Puedes ahora darle una nueva interpretación a los sucesos de tu vida. Una que te haga sentir bien acerca de ti mismo y que comunique a otros cualidades que has aprovechado.

Un ejemplo:

Cuando yo tenía 21 años me enamoré de una mujer bellísima. La relación terminó por diferentes factores.

Esta es una posibilidad de contar mi historia:

Soy desafortunado en el amor, encontré al amor de mi vida cuando era joven y lo perdí. Nunca más podré encontrar a alguien como ella. Mi destino es el desamor…. etc, etc, etc.

La historia que yo elegí contarme:

Conocí el amor cuando tenía 21 años, me la pasé de maravilla. Ahora me doy cuenta de que si no termino mi relación con ella, no hubiese conocido a la mamá de mi hijita y tal vez ella no estaría aquí llenando mi vida de alegría. Etc, etc, etc.

Un comienzo difícil, una niñez en la pobreza, un tiempo de soledad, una pérdida de trabajo. Todas, absolutamente todas las historias de tu vida, tienen un aspecto positivo. Con un pequeño esfuerzo de tu parte puedes cambiar la descripción que haces de tu vida por una que te llene de esperanza para seguir construyendo historias agradables.

Enfócate en lo que aprendiste de esa experiencia, en la fuerza que tuviste para sobreponerte, en lo bueno que surgió de eso o bien, velo como pruebas que has superado.

DATE CUENTA: Tú eres el que cuenta la historia de tu vida. Vive de acuerdo a tu imaginación, no a tu historia.

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jueves, 4 de agosto de 2011

Del Libro “La Felicidad en Tiempos Difíciles” de Andrew Matthews

Ganadores y Perdedores

En 1958, un neoyorkino de nombre Robert Lane tuvo un hijo. Robert tenía ya varios hijos y tal vez estaba escaso de ideas para el nombre del niño, de modo que llamó al recién nacido Ganador”.

Tres años después, Robert tuvo otro hijo y decidió llamarlo…. ¿Adivinas?.... “¡Perdedor!” Así que ahora tenemos dos hermanos, un Ganador y un Perdedor. Los niños crecieron. Uno se ganó una beca escolar, se graduó y se unió a la policía de Nueva York. Otro terminó en la cárcel.

¿Quién crees que fue a la universidad y quién piensas que terminó en la cárcel?

Perdedor se graduó del colegio Lafayette y se unió al departamento de policía de Nueva York. Sus compañeros de trabajo le dicen Lou. Ganador ha sido arrestado 36 veces por robo, allanamiento de morada y violencia doméstica.

La mayoría de nosotros hubiéramos pensado que, cuando un padre llama a un hijo Perdedor, estamos ante un mal presagio. Pero no se trata de lo que la gente piense de ti; lo importante es cómo te veas a ti mismo, incluso si has comenzado en la vida como perdedor.



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jueves, 28 de julio de 2011

Del Libro “Para ser Feliz HOY!” de Francisco J. Ángel…..

Aquí te doy algunas sugerencias que te van a hacer feliz, por momentos, pero de eso se trata esto, de momentos…

Síguelas al pie de la letra e inventa otras, mientras más inesperadas más efecto tendrán.

1) Haz algo por alguien sin que se de cuenta.

2) Elogia a alguien que sepa que te cae mal.

3) Dale un regalo a tu pareja sin ningún motivo.

4) Cuéntale un chiste al más amargado que conozcas.

5) Tómate un baño de burbujas con tu libro favorito.

6) Canta en la regadera.

7) Lee sobre algo que te interesa.

8) Regala juguetes a los niños pobres.

9) Juega con tus hijos y dales toda tu atención, platica con ellos y cuéntales un cuento.

10) Conoce a tus vecinos.

11) Haz una travesura.

12) Mándale un telegrama a tu esposo o esposa que solo diga: “Te quiero”

13) Dedica un día completito a ti mismo. Mímate, consiéntete, halágate.

14) Haz sentir importante a alguien.

15) Platica con un desconocido.

16) Si estás enojado con alguien ten la iniciativa de arreglar el problema.

17) Pídele perdón a alguien a quien hayas ofendido.

18) Exprésale tu amor a tus padres.

19) Agradece a las personas que te ayudan.

20) Juega con tu mascota.

21) Háblale al chico o chica que te gusta.

22) Ve a una fiesta.

23) Haz una fiesta.

24) Abraza a alguien, al que sea.

25) Cómete algo que te guste mucho sin remordimientos.

26) Visita a un amigo que hace tiempo no ves.

27) Haz un nuevo amigo.

28) Escucha a un anciano.

29) Comparte algo que quieras mucho.

30) Visita a tu abuelita.

31) Siembra un árbol.

32) Dona algo a una institución.

33) Arréglate lo mejor que puedas, sin una razón especial.

34) Ponte una meta y cúmplela.

35) Acércate a la naturaleza, ve al campo y pon atención en el aire fresco, el sol, el paisaje, los animales.

36) Practica tu deporte favorito.

Te aseguro que si llevas a cabo cualquiera de estas ideas te sentirás feliz y harás feliz a alguien que es importante para ti.

Piensa en otras cosas que por sencillas y auténticas te brindarán momentos alegres.

Acostúmbrate a valorar al máximo tus momentos felices y a ser capaz de crear momentos así a tu antojo.

Momentos, de eso está hecha la vida.

Si te dieran la oportunidad de volver a nacer… ¿Serías como eres ahora? ¿Qué cosas volverías a hacer y cuáles evitarías? ¿Cómo te gustaría ser? ¿Con quién te gustaría estar y a quién evitarías?

En realidad, tienes la oportunidad de ser como quieras ser, hacer lo que quieras y de sentirte feliz.

Eres hoy una hoja en blanco:


¡Sé una obra de arte!


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jueves, 21 de julio de 2011

Del Libro “Soy mujer, soy invencible ¡y estoy exhausta!” de Gaby Vargas….

COMO AFRONTAR EL DIVORCIO CON TUS HIJOS

Sin importar la edad que tengan los hijos, el divorcio de sus papás es un asunto difícil de aceptar y digerir. Tu espíritu y actitud son muy importantes, porque generalmente los hijos se quedan contigo.

  • Trata de controlar tu estado de ánimo, de conservar tus amistades, tu carrera profesional y tu ritmo de vida.
  • En estos momentos, es fundamental que tus hijos se sientan seguros respecto al futuro. Que sepan que sus papás los adoran y cuidarán siempre de ellos; que seguirán viendo a su papá o a su mamá, aunque esté en otra casa.
  • Comunica a tus hijos cómo te sientes. Los hijos absorben las señales emocionales de sus papás como una esponja. Si estamos tristes se pondrán tristes, y felices si estamos felices. Ellos perciben si algo está mal, aunque tengamos la sonrisa en la boca. Es preferible platicarlo abiertamente de manera inteligente.
  • Lo mejor es hablar con la verdad, siempre según su edad. Las mentiras los destruyen. Es muy sano hablar con ellos de nuestros sentimientos y estimularlos a que ellos también lo hagan. Desde ningún ángulo conviene hablarles mal de su papá o de su mamá. Todo lo contrario, algún día lo agradecerán.
  • Comunica tu situación a los maestros de tus hijos. Aunque la separación parezca no afectarlos, es importante estar muy cerca de ellos y prevenir a sus maestros, por si notan algún cambio de actitud en la escuela. Algunos niños callan sus preguntas y guardan sus sentimientos, lo cual no ayuda a superar la situación.
  • Los niños necesitarán la amistad y cercanía de otros hombres, si es que su papá no está allí. Tíos, abuelos y amigos juegan en ese momento un papel preponderante.
  • En caso de que surja el problema de que el dinero para sostener a la familia no llegue a tiempo o simplemente no llegue, evita comentarlo con los hijos. Esto les causa mucha angustia. Es más sensato hablar de un cambio de presupuesto y cómo cuidarán en adelante el dinero.
  • La nueva situación financiera es uno de los aspectos del divorcio que más afectan emocionalmente. La incertidumbre por el bienestar futuro, tanto el propio como el de los hijos, es fuente de gran tensión. Además de que en muchos casos los hijos tienen que sumar a la pérdida de la estabilidad de su familia, la pérdida de su estatus económico y social.
  • Lo ideal es que los ex esposos puedan ponerse de acuerdo en cuanto a permisos, regalos, diversiones, escuelas y dinero. Es triste ver cómo algunos papás piensan que las cosas materiales pueden suplir su ausencia.
  • Muchas relaciones madre-hijo y padre-hijo se fortalecen después de un divorcio porque aprenden a conocerse y le dan más valor a su relación.
  • Las tradiciones familiares deben continuar: cumpleaños, Navidad, vacaciones. Los ex cónyuges se pondrán de acuerdo para definir horarios y calendarios para que los niños puedan compartir las fechas importantes con ambos. También hay que fomentar que continúen viendo a los familiares de ambos.
  • Si alguno de los dos tiene otra pareja, es conveniente ir despacio. No hay que presentarla a los hijos hasta que sea alguien importante. Es preferible evitar las demostraciones físicas de afecto enfrente de ellos hasta que acepten a la nueva persona
  • Para los hijos de padres divorciados, la convivencia de papá o mamá con personas del sexo opuesto es más difícil que el divorcio mismo. Los niños se sienten amenazados por la relación potencial entre su papá o su mamá con una pareja extraña. El temor a un nuevo abandono puede ocasionar reacciones violentas.
  • Como siempre en la vida, hay que buscar el equilibrio y reafirmar a los hijos el enorme amor que les tenemos; al mismo tiempo, debemos ser asertivos en nuestra nueva relación.
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