jueves, 23 de febrero de 2012

Del Libro “Cómo hablarle a los hijos” de Chick Moorman


Diez frases que reducen los conflictos.

1.- “Vamos a tomar un descanso de diez minutos”.

2.- “¿Cómo podemos conseguir los dos lo que queremos?”

3.- “Vamos a buscar una solución para esto juntos.”

4.- “Estoy dispuesto a comprometerme. ¿Y tú?”

5.- “Vamos a negociar”.

6.- “¿Cuál es tu opinión?”

7.- “Ayúdame a comprender tu punto de vista.”

8.- “¿Cómo podemos ver esto en una manera diferente?”

9.- “Parece que estamos trabajando uno contra el otro en esto. Hay que recordar que estamos en el mismo equipo.”

10.- “Me gustaría escuchar tu opinión sobre esto”

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jueves, 16 de febrero de 2012

Del Libro “Sé un ADOLESCENTE feliz” de Andrew Matthews

En esos días tristes es más probable que nos caigamos en la escalera o que nos tropecemos con el tapete. Incluso parece que los accidentes sólo ocurren cuando nos sentimos deprimidos.

Entonces, ¿qué debes hacer para sentirte bien contigo mismo?

1.- Nunca te critiques. Todos cometemos errores, pero no tenemos que anunciarlos a los cuatro vientos. Habla siempre bien de ti.

2.- Acepta los cumplidos. Cuando alguien te ofrezca un cumplido, recíbelo como un regalo.

3.- Ofrece más cumplidos. Existe el mito de que si ofreces un cumplido a otra persona, ésta se envanecerá y tú te sentirás peor. La verdad es que siempre te sentirás mucho mejor.

4.- Distingue tu comportamiento de tu persona. Todos cometemos errores. Cuando cometas uno, asegúrate de decir “cometí un error” y NO “soy un error”.

5.- Pasa tiempo con personas positivas. La gente con la que estás tiene una gran influencia en cómo te sientes. Si tu familia no es positiva ni te apoya, entonces necesitarás encontrar amigos felices que te brinden apoyo. Ve y diviértete un poco.

6.- Continuamente, proyecta en tu cabeza películas sobre cómo quieres ser. Si proyectas repetidas veces películas acerca de ti mismo en las que eres seguro, feliz, y exitoso, empezarás a ser así. Es la ley de la mente. Te conviertes en aquello que piensas.

7.- Así como necesitas una buena alimentación diaria, necesitas buenas ideas cada día. Independientemente de si éste es el primer libro de “desarrollo personal” que lees o no, ¡lee más!

El desarrollo personal es un programa para toda la vida. Hay cientos de libros sobre cómo mejorar la memoria, obtener seguridad económica, desarrollar confianza y hacer amigos.

Todos necesitamos una dosis regular de este tipo de información.

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jueves, 9 de febrero de 2012

Del Libro “El libro de los amigos” de Andrew Matthews

ESPERADO A ALGUIEN….

Mary se siente sola y deprimida. Siente que su vida es un caos. “¡Si encontrara tan solo una persona que me aprecie, sería feliz!”, piensa. Sin embargo, ¡se equivoca!

Cuando tu vida es un desastre, las personas felices y estables tienden a evitarte. Procuran a quienes básicamente son felices y estables. Mientras Mary siga estando deprimida y triste, no atraerá sino a personas con terribles problemas. Entonces ellas duplicarán su infelicidad.

Lo mismo ocurre cuando se espera encontrar pareja. Antes tenemos que poner orden en nuestras vidas.

Los demás pueden contribuir a nuestra felicidad, pero antes debemos tener el control de nuestra vida. Cuando esperamos que alguien “llegue” a arreglar todo, estamos coqueteando con la desilusión:

· Si no llega, nos sentimos más deprimidos.

· Si llega pero no se comporta como quisiéramos, ¡entonces si que nos deprimimos! Lo culpamos y le decimos: “¡se supone que tú debes hacerme feliz!”

Las personas que disfrutan relaciones satisfactorias y estables son seres equilibrados. No andan en busca de alguien que “llene un hueco”. Reconocen su propia valía.

ENTONCES ¿Qué HAGO?

Que nos sirva de lección el caso de Mary. Está sola, deprimida y se siente rechazada. No comprende por qué la gente la excluye de sus planes.

Quizá no ha notado que siempre espera que otros la llamen, tomen la iniciativa, la inviten a salir y le insistan que los acompañe. La gente se harta de insistir. Le gusta que uno demuestre entusiasmo.

Tienes que notificar al mundo que estás listo para participar en la vida. El primer paso para hacer amigos es estar dispuesto a salir y conocer gente. No podrás conocer a personas fascinantes si te limitas a deambular entre el refrigerador y la televisión de tu casa.

Mary podría tomar la iniciativa, coger el teléfono y llamar a ciertas personas… “¡Hola, Karen! Tal vez no te acuerdes de mí, pero vivo enfrente de tu casa. ¿Te gustaría ir a comer pizza? “Hola Ted, tengo ganas de pasear en bicicleta, estudiar, o volar en planeador este fin de semana. ¿Quisieras venir conmigo?”

El mundo está lleno de personas que sí han superado su timidez (o su arrogancia) y han abierto nuevos horizontes. Si planeas hacer cambios y ganar amigos, prepárate para ocasionarles tanto desilusiones como rechazos. No dejes de esforzarte y te aseguro que recibirás tu recompensa.

Para evitar las decepciones, establece amistades sin esperar nada a cambio. Algunas personas corresponderán a tu cariño y atenciones, y otras no lo harán. Si te preocupas por los demás porque así lo deseas, no te afectará el que no te devuelvan el afecto o el favor.

El universo es justo. Si brindas amor y abnegación, cosecharás buenas cosas, aunque no necesariamente cuanto las esperas o de donde las esperas.

EN SINTESIS:

Todos debemos reconocer nuestro propio valor. Si para ello dependemos de otros – y ellos no lo reconocen – , viviremos constantemente decepcionados.

· Solo podemos dirigir cumplidos a nuestra pareja si somos personas íntegras.

· Si te sientes solo y deprimido, de nada te servirá encontrar quien te aprecie o te quiera. Busca a quien puedas ofrecerle tu amistad sin esperar nada a cambio.

· Si deseas conocer gente nueva y hacer nuevos amigos, toma la iniciativa.

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jueves, 2 de febrero de 2012

Del Libro “La violencia está en casa” del Dr. Ernesto Lammoglia



¿Es usted víctima de maltrato?





La persona que usted ama:



- ¿Lo persigue todo el tiempo?
- ¿Lo acusa constantemente de serle infiel y lo tortura con sus celos?
- ¿Se opone a sus relaciones con su familia y sus amistades?
- ¿Le prohíbe trabajar o asistir a la escuela?
- ¿Lo critica por cosas sin importancia?
- ¿Se pone iracunda fácilmente luego de beber, consumir drogas o cuando se le contradice?
- ¿Controla todas sus finanzas y lo obliga a darle cuentas detalladas de lo que gasta?
- ¿Lo humilla delante de otras personas?
- ¿Destruye su propiedad personal u objetos de valor sentimental?
- ¿Le pega, golpea, abofetea, patea o muerde a usted o a los niños?
- ¿Utiliza o amenaza con usar un arma contra usted?
- ¿Amenaza con hacerle daño a usted o a los niños?
- ¿Lo obliga a tener sexo contra su propia voluntad?


Si su respuesta a las preguntas anteriores es “Sí”, es hora de pedir ayuda. La solución está en sus manos, así que no ignore el problema; la negación es su peor enemigo y es lo que hace que la situación continúe. Tal vez usted abrigue la esperanza de que no se vuelva a repetir, que la última haya sido en verdad “la última”, pero lo más probable es que no sea así, aun cuando haya recibido disculpas, regalos y promesas.


Parte del poder de quien la maltrata viene de estar protegido por el secreto, así que es mejor que hable con alguien cuanto antes. Puede ser que usted sienta vergüenza y no desee que nadie se entere de sus problemas íntimos familiares. Diríjase a un amigo, un familiar o un vecino; elija a alguien discreto que le aprecie, no a la típica chismosa que irá corriendo a difundir la noticia. Si no confía en nadie, llame a algún teléfono de auxilio doméstico o acuda al centro de salud en su localidad para hablar con un consejero.



Prevenga y planifique por adelantado, sepa lo que va a hacer en caso de recibir un nuevo ataque. Si decide irse, escoja el sitio a donde irá; tenga dinero guardado; reúna sus papeles importantes – acta de nacimiento, de matrimonio y chequera, entre otros – en un lugar donde pueda encontrarlos con rapidez.


Aprenda a pensar de manera independiente. Trate de hacer planes para el futuro y establezca metas personales. Si usted recibe agresiones físicas hay cosas que puede hacer para protegerse. Llame a la policía o a la PGR. La agresión, aún por miembros de la familia, es un crimen. Márchese de la casa o procure que alguien la acompañe y se quede con usted. Si cree que usted y sus hijos corren peligro, váyase inmediatamente. Muchas mujeres alegan que no pueden irse porque no tendrían cómo mantener a sus hijos, sin embargo, muchas otras han preferido pasar hambre que seguir recibiendo golpes, ellas o sus hijos.


Si ha sido golpeada acuda a la sala de emergencias de hospital. Solicite al personal que tome fotografías de sus heridas y mantenga un récord detallado de pruebas, por si acaso decide tomar acción legal. La demanda legal no es un acto de venganza, es un derecho, un mecanismo considerado por la ley para su protección. Abandonar a su agresor le salvará del peligro inminente, pero no soluciona el problema. Usted necesita ayuda psicológica y sus hijos también.



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