viernes, 28 de noviembre de 2014

Del Libro “Los diez retos” de Leonard Felder…..





Ciertamente tienes derecho a señalar o corregir la mala conducta de alguien (incluyendo la de un niño), pero siempre que sea posible hazle tu comentario directamente a la persona en lugar de hacérselo a otro a espaldas de ésta. 

Asegúrate de hacer tus comentarios correctivos en un tono que respete la dignidad de esa persona, y enfocando su conducta incorrecta, pero sin juzgar ni deshonrar su persona.


.

lunes, 24 de noviembre de 2014

"El Mejor día" - Anónimo





Esta mañana desperté emocionado por todas las cosas que tengo que hacer antes de que el reloj marque la media noche. Soy responsable de cosas que debo cumplir hoy. Soy importante. Mi trabajo es escoger qué clase de día voy a tener; hoy puedo quejarme porque el día está lluvioso, o puedo dar gracias porque las plantas están siendo regadas.
 
Hoy  me puedo sentir triste porque no tengo más dinero, o puedo estar contento porque mis finanzas me empujan a planear mis compras con inteligencia. Hoy puedo quejarme de mi salud o puedo regocijarme porque estoy vivo.
 
Hoy puedo lamentarme por todo lo que mis padres no me dieron mientras estaba creciendo, o puedo sentirme agradecido porque me ayudaron a nacer. Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas, o puedo celebrar porque hay espinas que tienen rosas.
 
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar o puedo gritar de alegría porque soy productivo. Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela, o puedo estudiar y abrir mi mente enérgicamente y llenarla de nuevos y ricos conocimientos.
 
El día se presenta ante mí esperando a que yo le de forma y aquí estoy: soy su escultor.
 
Lo que suceda hoy depende de mí, de nadie más; yo debo escoger qué tipo de día voy a tener… Elegí tener un gran día; ¿podrías hacer lo mismo?… Es un regalo, disfrútalo.


.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Del Libro “Mi hijo tiene sobrepeso” de Hilde Kolbe & Dr. Hemut Weyhreter






  
¿Qué papel desempeña la comida en su vida cotidiana?

A continuación se enumeran algunas de las costumbres o tradiciones que a menudo se afianzan en la vida  cotidiana de las familias:
  • ·         No dejar nada en el plato:  hay que comérselo todo.
  • ·         Rebañar el plato con pan.
  • ·         Los padres se gratifican trayendo a casa alimentos de alto nivel calórico o, al dirigirse al trabajo, pasan por la panadería o la confitería.
  • ·         Comer durante determinadas actividades, por ejemplo, mientras se ve la televisión.
  • ·         Dar a los niños golosinas al acostarse.
  • ·         Cocinar demasiada cantidad para las comidas principales; considerar la comida como un factor muy importante de bienestar; tener la costumbre de repetir.
  • ·         Cocinar preferentemente lo que sabe bien, y, en su mayoría, alimentos de alto valor calórico; a menudos, esta costumbre obedece a la fuerte influencia de algún o algunos miembros de la familia.
  • ·         La participación en fiestas (fiestas mayores, patronales, etc.), los paseos por la ciudad, las idas a la piscina, etc., casi siempre son actos que están relacionados con comida (salchichas, patatas fritas, hamburguesas).
  • ·         Tener siempre alimentos “críticos” en la despensa, es decir, hipercalóricos (en su mayoría golosinas, snacks, helados).
  • ·         La selección de alimentos es unilateral, compuesta esencialmente de carne y embutidos.
  • ·         A la madre le gusta cocinar y hacer pasteles, por lo que habitualmente hay pastas y pasteles.
  • ·         Los abuelos traen pasteles y golosinas y, con su mejor intención, colman a sus nietos de regalos alimenticios.
  • ·         Los abuelos viven en la misma casa.  De esa manera, los niños tienen acceso ilimitado a alimentos críticos, comen o cenan a veces tanto con sus padres como con los abuelos.
  • ·         Los padres tienen muy poco tiempo; la madre no puede cocinar, de modo que se recurre a las comidas rápidas: pizza, patatas fritas, embutidos.
  • ·         Se prefieren las bebidas con muchas calorías (gaseosas, colas, bebidas alcohólicas) y se tienen reservas en la despensa.
  • ·         Se premia a los niños por sus logros con golosinas.
  • ·         La comida se emplea como “tranquilizante” (sobre todo en niños pequeños). 
.


..


Del Libro “La vocecita” de Blari Singer




INSEGURIDAD



El problema de muchas personas inseguras es que dejan que sus vocecitas se aceleren y las bombardeen con pensamientos como: ¡No sabes de qué estás hablando! ¡No sabes lo que estás haciendo! ¡Esto no es lo tuyo!  Nunca has podido hacerlo, ¿qué te hace pensar que lo lograrás ahora?”  La repetición mediante la práctica y el entrenamiento hará que esa vocecita se calle.
Otra manera de desarrollar la SEGURIDAD EN TI MISMO  consiste simplemente en acallar todas las vocecitas que te dicen que eres incapaz de hacer algo.  Cada vez que detengas a la vocecita, pregúntate:   “¿Sobre esto hay algo que pueda aprender? ¿Es algo en lo que pueda adquirir más confianza mediante la repetición?”  Todo esto aumentará tu confianza.
Hay también otra manera muy importante de desarrollar la seguridad en ti mismo:  la llamamos inmersión.  Este término se utiliza mucho a propósito de aprender un idioma, pero el principio aplica a prácticamente cualquier otra cosa.  La inmersión consiste en sumergirnos en cualquier actividad que debamos dominar.  Si quieres aprender a hablar francés, ve a Francia y tendrás que aprender el idioma si quieres sobrevivir.  Si quieres aprender a vender, haz muchas visitas de ventas.  También puedes nadar 50 vueltas más para incrementar tu velocidad o golpear cientos de pelotas de golf para mejorar tu tiro.  Con tanto que hacer, estarás demasiado ocupado para pensar en el miedo o en la falta de seguridad y acabarán por desaparecer.
 En otras palabras, si te pones en una situación apremiante en la que la experiencia te bombardea, simplemente no tendrás tiempo de discutir contigo mismo.  No podrás pensar en nada más que en mantenerte a flote, ni siquiera en tu seguridad (o en la carencia de ella).

Por ejemplo: Imagina que estás en la cima de una montaña con unos esquís puestos.  Tu seguridad flaquea, pero una vez que empiezas a deslizarte por la pendiente, ya no importa si te sientes seguro de ti mismo o no, lo único que te interesa es mantenerte con vida.  Además, una vez que lo logras, te sientes muy bien por haberlo hecho y tienes más confianza para hacerlo de nuevo.  La siguiente vez, por supuesto, no será tan difícil. 


.