sábado, 26 de mayo de 2018

Del Libro: “Una vaca se estacionó en mi lugar" de Leonard Scheff / Susan Edmiston







Vivir con la ira es como tener un huésped que se queda toda la vida en tu casa.  Ha estado tanto tiempo ahí, que ni siquiera se te ha ocurrido que puedes desalojarlo.  El huésped casi siempre es detestable y parece enajenar a tu familia, a tus vecinos, a tus colegas y a casi todo el mundo cuando se entromete en tus asuntos.  A pesar de lo anterior, siempre lo has considerado  un beneficio o sólo algo cuya existencia aceptas sin cuestionar.
Ahora sabes que lo puedes echar.  Cuando empiezas a hacerlo, él protesta y trata de convencerte de que no puedes vivir sin él: la gente se aprovechará de ti de muy diversas maneras. Si ocurre algo malo en tu vida, él reaparecerá para decirte que, si no lo hubieras echado, aquello no habría ocurrido.  Quizá te convenza de que le permitas regresar o tal vez se cuele en tu casa y tendrás que volver a echarlo y una y otra vez.

Entonces, ¿cómo sabemos cuándo funciona nuestra práctica de no enfadarnos?  ¿Qué ocurre cuando en verdad logras aplicar el proceso?  Lo bueno es que no tienes que alcanzar la perfección para beneficiarte de tus esfuerzos.  A medida que reduzcas el nivel de ira en tu vida, notarás, entre otras cosas, que logras lo que quieres con más facilidad.  Cuando lidiaste con gente movido por la ira, la alejaste y cerraste su generosidad humana básica.  Cuando la ira decrece, permites que se abra su naturaleza de Buda.  Cuando esto ocurre, la gente quiere ayudarte.



.

martes, 22 de mayo de 2018

Del Libro “Cómo una mujer se convierte en BRUJA y un hombre en BESTIA” de Martha Alicia Chávez.





EVITAR EL LENGUAJE SUBJETIVO Y AMBIGUO


Siempre me impresiona ver que la mayoría de las personas usa este tipo de lenguaje, y ni siquiera son conscientes de ello.  Lo caracteriza el hecho de que se presta a muchas interpretaciones, ya que las palabras subjetivas y ambiguas significan algo diferente para cada uno de nosotros.  Cuantos más de estos términos usemos para expresarnos, más difícil será la comunicación y más se prestará a posibles malas interpretaciones y conflictos.
No des por hecho que el otro entiende exactamente a que te refieres con lo que dices.  Más bien desarrolla el hábito de comunicarte de manera clara y específica.  Veamos algunos ejemplos:
TERMINOS  SUBJETIVOS
TERMINOS  ESPECIFICOS
a)  No me comprendes
a)  Te pido que cuando te hable me mires a los ojos para sentir que me comprendes
b)  Necesito que me apoyes
b)  Necesito que me ayudes a mover mis macetas
c)  Quiero que seas detallista
c)  Me gustaría mucho que a veces me traigas un regalito
d)  No me expresas amor
d)  ¡Abrázame!
e)  No te importan mis asuntos
e)  Dime qué opinas sobre lo que acabo de contarte.

Cuando usas términos subjetivos como los mostrados en la columna de la izquierda es casi imposible que tu pareja responda a lo que pides, ya que para ti significan algo, y para tu pareja, otra cosa.

Asimismo, es muy conveniente pedir confirmación de lo que tu pareja intenta decirte para que puedas responder a lo que pide.  Veamos el siguiente ejemplo:
TE  DICE
RESPONDES
a)  No me comprendes
a)  ¿Qué tengo que hacer para que sientas que te comprendo?
b)  Necesito que me apoyes
b)  ¿De qué manera quieres que te apoye?
c)  Quiero que seas detallista
c)  ¿Qué te gustaría que haga?
d)  No me expresas amor
d)  ¿De qué manera necesitas que te exprese mi amor?
e)  No te importan mis asuntos
e)  ¿Qué necesitas que haga para que sientas que me importan tus asuntos?


El apoyo – por ejemplo – para uno significa solidaridad, y para el otro, algo muy diferente.  Por expresiones de amor uno se refiere a abrazos, otro a reconocimiento y gratitud, y uno más a ser tomado de la mano al caminar.  Es por todo ello que la claridad cobra tal importancia en el tema de la comunicación.  En muchas ocasiones he atendido a parejas cuyos reclamos e insatisfacciones no son motivados por falta de voluntad, sino por falta de claridad e interpretaciones erróneas de los que el otro pide.



.

sábado, 12 de mayo de 2018

Del Libro “Dios nunca parpadea” de Regina Brett






Aunque no tenga moño, la vida es un regalo.



Hay tanta vida que podemos exprimir en las grietas de nuestro pequeño día.  Puedes hacer que alguien ría, sonría, tenga esperanza, cante o piense.  El día más importante del  año no es la Navidad o la Pascua, tu aniversario o tu cumpleaños.  Es el día en que estás ahora, así es que vívelo plenamente.
Hacerlo significa que saldrás de tu orden, porque la vida es una revoltura.  Si, la vida es un regalo, cada día de ella, pero no lleva un moño.  Hace años, un sacerdote jesuita me acusó de tratar de vivir con demasiado cuidado.  Me dijo que era como si me hubiera dado un vestido hermoso, pero me diera mucho miedo ensuciarlo.  Me siento en la fiesta sin pastel, sin ponche, sin juegos.  No quiero ensuciarme.
Él tenía toda la razón.  Me daba tanto miedo caerme, fallar, me daba miedo la vida;  así que esperé y fui testigo, pero ya no más.   El cáncer me quitó eso.
Estoy en la gran fiesta y me estoy ensuciando tanto como puedo…. Y quizá sea la última en irme.



.

sábado, 5 de mayo de 2018

Del Libro “La felicidad ¡ahora!” de Andrew Matthews





Habla en serio


Notarás algo de las personas débiles.
¡Usan un lenguaje débil!
Utilizan mucho ciertas palabras como “INTENTAR”.
“INTENTARE perder peso.”
“INTENTARE pagar mis deudas.”
Cuando alguien dice “LO INTENTARE”, sabes que no hablan completamente en serio.  Cuando tus amigos te dicen INTENTARE LLEGAR, sabes de antemano que no vendrán.

Nuestras palabras muestran a los demás qué tan determinantes somos en nuestras decisiones.
Los padres que dicen a sus hijos “¡INTENTA guardar silencio!”  “¡INTENTA comportarte!” no hablan en serio.  ¿Y qué es lo que hacen sus hijos?  ¡Hacen todo lo que quieren!
En vez de decir a tus hijos, o a tu personal, “Debes INTENTARLO”, diles “HAZLO”.
En lugar de decirte “Lo INTENTARE”, di “Lo HARE”.  Si aceptas este reto, verás que obtendrás mejores resultados.  “ACABARE tal cosa.”  “SERE feliz.”

Decir “Lo INTENTARE” es como decir  “Haré tal cosa si no es muy difícil.”  En cambio, decir “Lo HARE” es decir  “Haré tal cosa cueste lo que cueste.”  Esta diferencia no es un detalle cualquiera.  Es la diferencia entre algo casual y un compromiso.  A menudo es la diferencia entre éxito y fracaso.
Si quieres que los demás crean en ti, y si tú quieres creer en ti mismo, tienes que hablar en serio.

EN DOS  PALABRAS
Tus palabras configuran tu futuro.



.