Tú puedes descubrir que algo del dolor que experimentas como padre es
causado, al menos en parte, por algunos de estos SIETE errores de la paternidad.
1) Mimar a tu hijo
2) Dejar tu matrimonio en
último término
3) Someter a tu hijo a una
actividad excesiva
4) Ignorar tu vida emocional
o espiritual
5) Querer ser el mejor amigo
de tu hijo
6) No ofrecerle a tu hijo
una estructura
7) Esperar que tu hijo haga
realidad tus propios sueños.
QUERER SER EL MEJOR AMIGO DE TU HIJO
¿Por qué causaría
caos emocional el que un padre o una madre intentara convertirse en amigo de
sus hijos? Sólo observa a tu
alrededor. ¿En qué se convierte un salón
de clases cuando la maestra intenta ser “buena onda”?
Los niños
entusiasmados con esta relación “cercana” con un adulto. Los hace que se sientan especiales e incluso
poderosos. Unas semanas después, algunos
de ellos empiezan a tener dudas. Sientes
que nadie está a cargo.
¿Que pasa en el
trabajo? ¿Qué sucede cuando hay un
vicepresidente, gerente o supervisor cuyo objetivo es ser tu amigo? Lo mismo
Pero tu
supervisor tiene que ser el hombre buena onda, así que nunca te lo dice de
manera directa, esperando secretamente que escuches las malas noticias en boca
de alguien más.
Mamá es una de la
pandilla?
La señora
Thornton es increíble. Su hijo
adolescente, Hill, y todos sus amigos pasan mucho tiempo en su casa, en parte
porque siempre es amigable, comunicativa y divertida. Muchas tardes tiene la cocina llena de adolescentes
a los que alimenta y con los que después sale.
A los adolescentes les encanta, en especial les gusta que ella juegue y
actúe más como uno de ellos que como un padre “típico.”
¿Cuál es el
problema?
Los adolescentes
tienen dos grandes dichos: “¡Consíguete
una vida!” y “¡Crece!”
Ese es el problema. ¿En dónde
están los amigos de la señora Thornton?
¿Qué está haciendo con su vida?
¿En qué momento se detuvo su crecimiento? Cuando se sienta en casa y espera la llegada
de su hijo con todo y pandilla, para poder establecer vínculos de amistad, el
mensaje que envía, le guste o no, es:
“No tengo amigos. Tengo miedo a
vincularme con adultos.
Recuerda que los
hijos no son una extensión de los padres.
Son personas independientes. No
estarán tan interesados en tus problemas como tú lo estás. Cuando alguna situación sea relevante para
ellos, si has sido abierto y afable, preguntarán. Pero quizá no sea sino hasta que tengan
veinte, treinta o incluso más años.
Mientras tanto, relájate, bebe un vaso de limonada y contempla el
atardecer. La vida es maravillosa, y si
la vida es maravillosa, tus hijos estarán bien.
Después de todo, los niños aprenden lo que observan, y no lo que les
decimos.
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