jueves, 3 de agosto de 2023

Del libro “Dios nunca parpadea” de Regina Brett - No te compares

 

Del libro  “Dios nunca parpadea”  de Regina Brett

 




No importa que te ha sucedido, importa lo que haces con lo que te ha sucedido.  La vida es como un juego de póker.  No puedes elegir las cartas, pero depende de ti totalmente cómo juegas tu mano.  Una de mis líneas favoritas en la película Harry Potter y la cámara de los secretos es cuando el gran sabio Dumbledore le dice a Harry:  “No son nuestras habilidades las que muestran quiénes somos realmente.  Son nuestras decisiones”. 

La elección, no la casualidad, es lo que determina tu destino.  Depende de ti decidir lo que vales y cómo eres significativo para el mundo.  Nadie más tiene tus dones, tu serie de talentos, ideas, intereses.  Eres un original, una obra maestra.

Muéstrale al mundo el milagro de tu ser.  Fíngelo hasta lograrlo.  Todos fingimos.  Los más grandes escritores se levantan todos los días sobrecogidos por el temor de no poder volver a escribir otra palabra interesante. Los líderes de negocios más importantes se levantan preguntándose si hoy es el día en el que el mundo descubrirá la gran farsa que representan.  Los líderes religiosos más importantes luchan diariamente con la fe.  Los grandes líderes políticos se preocupan de que cada decisión les cueste la siguiente elección.

Nadie se siente con una confianza o una seguridad absolutas.  Obtenemos sólo pequeños destellos de ello.  Todos tenemos miedo de cometer el error que arruine nuestras vidas.  Probablemente no haya tal cosa.  Incluso si cometiéramos cada uno de los errores que, según nosotros, nos arruinarían, nuestra vida no se vendría abajo.  Sólo cambiaría.

Todos tenemos miedo de estar haciendo mal las cosas, de no agradarle a la gente, de no ser lo suficientemente listos, lo suficientemente buenos, lo suficientemente exitosos, lo suficientemente atractivos.  No luches contra ello.  Conviértelo en un miedo como de montaña rusa.  Disfruta los saltos, las curvas pronunciadas, las subidas y las bajadas, las sacudidas que casi te hacen sacar el almuerzo.  La vida te pateará como si fueras el balón del Mundial de fútbol.  Mantén tu rebote. Disfruta el paseo.  El miedo y la emoción se llevan muy bien.

No intentes ocupar el lugar de nadie más.  El mundo no necesita que seas la Madre Teresa, Gandhi, Martin Luther King, Michael Jordan, Maya Angelou o Bill Gates.  El mundo necesita que seas tú.

 

 .

No hay comentarios:

Publicar un comentario