jueves, 20 de julio de 2023

Del libro “El doctor de la memoria” de Douglas J. Mason y Spencer Xavier Smith - Elaboración

 

Del libro “El doctor de la memoria”  de Douglas J. Mason y Spencer Xavier Smith

 

ELABORACIÓN

 



Digamos que se prepara para ir al supermercado y que en su camino a la casa su pareja le dice: “mi amor, ¿te acordarás de comprar algo de queso crema y una lata de tomates cocidos? Me gustan los tomates Del Monte, así que si tienen de ésos cómpralos”.  Desde luego, usted ya preparó su lista de alimentos en su cabeza, usando con cuidado las estrategias de memoria de este libro para asegurar que no olvidará nada.  Ahora, en el último minuto, tiene que conectar algo nuevo en esa lista.  ¿Qué hacer?

El uso de la elaboración es otra forma poderosa de mejorar su proceso de codificación.  La elaboración es el acto de expandir el contexto inmediato de la información que desea recordar de manera que incluya más componentes sensoriales o cognitivos.  Cuando quiera recordar algo, el valor de incluir más partes de su cerebro en el proceso de codificación es lo que le da esos registros neuronales de más para usar después cuando desee recuperar el recuerdo. 

Existe una gran cantidad de evidencia que indica que cuando incluimos más de nuestras estructuras cognitivas en la creación de un recuerdo, éste estará incrustado a mayor profundidad en el cerebro (Yesavage, 1989).  Existe una variedad de formas en que usted puede elaborar con detalle la información que desea recordar y una vez que aprenda a ser creativo con la elaboración, este trabajo se puede volver muy divertido.  Revisemos algunos ejemplos.

Haga que participen sus sentidos

Quizá la forma más directa de elaborar con más detalle la información que necesita recordar es hacer participar sus sentidos involucrados con la información.  Cuando intentamos recordar, tenemos la tendencia a estancarnos en el componente verbal de la información.  Por ejemplo, usted podría usar sus estrategias de ensayo y repetirse una y otra vez:  “queso crema y una lata de tomates Del Monte”.  Esto podría servirle bastante bien.  Pero recuerde que las palabras son sólo descriptoras.  Representan los objetos reales (al menos muchas de ellas lo hacen).  Podría ser de ayuda ir más allá de las palabras y regresar al objeto a su alcance.

Eso significa que desea disolver la palabra de manera que regrese hasta las propiedades físicas y sensoriales del objeto que la palabra describe.  Piense en el queso crema.  Es una sustancia blanca, cremosa, que usted unta en sus panes.  Piense en su consistencia. En su sabor.  De hecho, puede visualizarlo (véase la sección “Visualización” más adelante) y lleve el queso crema al ojo de su mente.  Imagine cómo sentiría usted el queso crema si se lo embadurnara en las manos.  Ahora, haga lo mismo con los tomates. Imagine unos trozos blandos de tomates, enlatados para su uso futuro, en sus manos.  Piense en el guisado que su pareja cocinará para la cena de esa noche. Puede llevar este proceso tan lejos como su imaginación le permita.

Invente una historia

Existe un problema al que podría enfrentarse cuando use la información sensorial de la elaboración.  Alguna información no se relaciona con los sentidos.  En el ejemplo anterior, se le pidió que comprara unos tomates cocidos Del Monte.  Estos no son cualquier tipo de tomates.  Son una marca especial de tomates. ¿Qué tipo de información sensorial puede atribuirle a Del Monte? Le daremos una pista.  Ninguna.

Por este motivo, en ciertas circunstancias podría ser de utilidad usar otros tipos de técnicas de elaboración.  Una de éstas es inventar una historia sobre aquello que desee recordar.  Esto podría parecer algo absurdo, pero puede ser muy divertido (en tanto se permita ser creativo con ello), y es muy sorprendente lo eficaz que puede ser este método para ayudar a su memoria.  Existen tres puntos que querrá recordar cuando cree su historia.

1.-  Use todos los elementos que necesita recordar en su historia.  En el ejemplo anterior, existen dos objetos que necesita recordar: queso crema y tomates cocidos Del Monte.  Esto podría parecer demasiado simplista, pero debe asegurarse que estos elementos estén en la historia que cree.

2.-  Use su sentido del humor.  Tendemos a recordar las cosas que nos hacen reír o los comentarios espontáneos mucho mejor que aquello sin sentido.  Por lo tanto, utilizar el humor puede ser de gran ayuda para mejorar su memoria.  ¿Recuerda el comentario que hicimos con anterioridad sobre llevar un pollo bajo su brazo? Esa es la clase de detalle que sobresale en una historia y que le hace recordarla.  No, en realidad no creemos que lleve un pollo bajo el brazo mientras lee este libro.

3.-  Use sus estrategias de codificación.  Todas estas técnicas pueden usarse de forma interdependiente.  Es grandioso si puede usar más de una estrategia a la vez.  En su historia podría querer ensayar al repetir una y otra vez los nombres de los objetos que necesita, o podría usar bastante información sensorial.  Si usa ambas, eso con seguridad mejorará su memoria.  Ahora le presentaremos un ejemplo del tipo de historia que podría crear sobre el queso crema y los tomates Del Monte.  Esto será un poco frívolo después de todo el trabajo arduo que ha realizado hasta este punto.

 

El secreto de los tomates Del monte: el queso crema

Del Monte era un hombre bajito, de no más de un metro de altura.  Tenía mejillas rubicundas, una complexión regordeta y cuadrada, y estaba cubierto de vello desde la cabeza hasta los pies.  Bebía whisky de maíz como un pez.  Del Monte era famoso en su tierra por elaborar los tomates cocidos más deliciosos.  Nadie conocía cuál era su secreto, sólo se sabía que una vez que comían una lata de tomates cocidos Del Monte nunca más querrían probar otra.

Hace muchos años, Del Monte descubrió el secreto de los grandes tomates cocidos:  el queso crema.  Un día, después de haber bebido varios sorbos de su garrafa de whisky, Del Monte decidió agregar una cucharada de queso crema a su siguiente lote de tomates cocidos. Poco sabía lo que resultaría de ello.

Tomó una cucharadita del cremoso material blanco de su recipiente y lo arrojó dentro de la olla en la que cocinaba sus tomates cocidos.  El queso se disolvió lentamente dentro del espeso puré de tomates.  Después de que probó su nueva creación, supo que había encontrado la receta para los tomates cocidos perfectos: el queso crema.

Como puede ver, en realidad su historia no necesita tener ningún fundamento.  De hecho, en algunos casos cuanto más extraña sea la historia, más fácil podrá recordar los componentes esenciales.  Sólo diviértase con ello, sea creativo y disfrute recordando.

 

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