Del Libro …. de
Alicia Campos
LA
VIDA ES COMO
UN ROMPECABEZAS
Ya hay algunas publicaciones sobre el tema y creo que hasta
existe una película con ese título, pero yo quiero agregar algunas reflexiones
personales, no solo el hecho de que “cada
pieza tiene una razón, un lugar y un por qué, y que NO debemos insistir en poner las piezas
donde no caben”.
A mí me encanta armar rompecabezas y por ello es un verdadero deleite para mí el comparar
esa actividad con la vida misma, y considero que mi enfoque es un poco
diferente.
Para quienes no saben mucho de las estrategias para armar un
rompecabezas, a continuación les comparto una forma cronológica y organizada,
pero a su vez hago la comparación con la vida misma…..
1)
Se inicia con pocas piezas e imágenes
sencillas (infancia)
2)
Se prepara el área de trabajo (educación, valores, familia)
3)
Se clasifican las piezas por colores (familia, amigos, compañeros de trabajo,
vecinos, pareja, compañeros de escuela, conocidos de agrupaciones, etc., etc.)
4)
Por lo general se empieza a armar
segregando las piezas que tienen un lado liso que representa la orilla o borde
del rompecabezas. (problemas sencillos)
5)
Empieza a
armar piezas del mismo color que vayan formando imágenes (problemas más complejos)
6)
Cuando
tengas duda de donde debe ir cierto grupo de piezas ya armadas, consulta la
imagen que trae la caja del rompecabezas.
(problemas más complejos requieren de apoyo familiar, consejo de amigos,
sesiones terapéuticas, abordaje espiritual o religioso, etc.)
7)
No trates
de forzar la unión de las piezas. Si
no puedes unirlas con facilidad significa que no corresponden a esa posición (relaciones
de pareja que no están dando
felicidad, trabajar en algo que no
va con nuestros sueños, habilidades y pasiones, negar una pérdida, estudiar una carrera que no te gusta por presión familiar, hacer cosas por presión social,
etc.
Los rompecabezas van desde las 12 piezas hasta el más grande
del mundo que es de 33,600 piezas, y comparado con la vida, para mí el número
de piezas va en relación con el número de años vividos. En todos los casos se requiere no solo tiempo
y estrategia, sino también esfuerzo, dedicación, valor, visión, concentración,
cuidado, paciencia, perseverancia y sobre todo el gusto por esa actividad (el
gusto y ganas de vivir).
Va a haber momentos en que quieras dejar inconcluso tu
rompecabezas, ya sea por cansancio (sentir
que todo está en tu contra), por no tener un área apropiada para
armarlo (familia disfuncional), por lo complejo del ensamble de las piezas (carencias económicas, abusos y mal trato),
o por buscar soluciones fáciles (adicciones).
Lo recomendable es que cuando sientas
que no puedes más, te tomes un descanso y reanudes la actividad cuando te hayas
cargado de energía (después de una
terapia tal vez).
Al final, cuando todas las piezas son acomodadas donde deben
ir, todos los rompecabezas son “UNA OBRA
DE ARTE”, la diferencia está
en la cantidad y forma de las piezas, así como
lo complicado de la imagen.
Habrá vidas con muy pocas piezas (años) porque su transitar por
este mundo fue muy corto, algunas otras
pueden ser bastante complejas y con muchas piezas, otras más pueden ser con
piezas bastante complejas en forma, o que se parecen y por error se pusieron en
el lugar equivocado para luego corregir el acomodo (problemas y soluciones que nos vuelven sabios con los años).
Ahora bien, me consta que al terminar un rompecabezas puede
tener piezas faltantes, en algunos casos así vienen de fábrica (discapacidades), otras veces se pierden
ya sea por descuido, accidentes o circunstancias de la vida. Por ejemplo: No vivir tu niñez porque tus padres te
dieron responsabilidades de adulto (cuidar a hermanos pequeños). Otro ejemplo es nunca haberte enamorado, tal
vez por miedo a ser rechazado (a), por
cumplir con un matrimonio pactado por los padres, etc. Otra pieza faltante puede ser el NO REÍR, yo he conocido personas que me han
dicho “no sé reír”. Una pieza que puede
dejar un gran hueco es la falta de libertad, desde los padres dictadores y controladores,
hasta las parejas posesivas que asfixian.
Tengan cuidado de no perder sus piezas.
Así como los rompecabezas, que entre más piezas y con
paisajes o imágenes más complejas resultan ser fascinantes de observar y
admirar, de la misma forma la vida de las personas pueden resultar inspiradoras,
por los años de experiencia, o por sus logros a pesar de las dificultades que atravesaron
en su andar por este mundo. Aunque también puede haber rompecabezas pequeños
con coloridos paisajes que te cautiven por si sencillez.
Por último, un rompecabezas es asombroso ya terminado, pero
la apreciación se vuelve mayor cuando dicha obra de arte es enmarcada y
colocada en alguna pared. A esto yo le
llamo, trascender, dejar huella y tocar
la vida de las personas, independientemente de la cantidad de piezas. Dicho de otra forma, una vida bien vivida no
solo es enfrentar los problemas con éxito a lo largo de tus años, sino que
compartas tu sabiduría, tu tiempo, tu riqueza, tu felicidad, y todo tu ser con
gente que lo necesite, dejando un legado para la comunidad, sirviendo de
ejemplo y haciendo felices a los demás. Aquí quiero remarcar que, aún los rompecabezas
(vidas) con piezas faltantes siguen siendo obras de arte dignas de ser
enmarcadas, ya que tienen su propio encanto y para muchos representará un gran enigma,
digno de admiración y respeto.
Deseo que tu rompecabezas sea de muchas piezas, y que aunque
sea muy complicado lo termines (sin forzar el ensamblaje de piezas) para que al
final lo enmarques y todos podamos admirar tu
vida.
.