Del Libro “Descalabrados”
de Carlos Cuauhtémoc Sánchez
- Efectivamente – su fonación era frágil, pero su
inflexión decidida –. Padezco esclerosis
lateral amiotrófica; una enfermedad neurodegenerativa que produce atrofia de
toda la musculatura. Dada la agresividad
de mi padecimiento, los médicos pronosticaron que moriría en diez meses. Llevo ochenta y cuatro meses viva desde
entonces. Mi mayor problema es la
insuficiencia respiratoria. Varias veces
han tenido que conectarme un BIPAP, o respirador artificial. Contra todo pronóstico me he vuelto a
levantar. También padezco disnea de
esfuerzo, intolerancia al decúbito, y disfagia o dificultad para tragar. Me cuesta mucho comer. Y estoy aquí para decirles, en persona, lo
que digo en mi libro: las cosas grandes no se hacen cuando se hacen sino cuando
se decide hacerlas.
Mientras estamos
vivos podemos decidir.
Decidir es el atributo humano más poderoso. No importa lo que hayamos hecho antes o lo
que hayamos dejado de hacer ayer, todos podemos decidir hacer más.
Querido lector y asistente a este evento: decide hoy.
Termina esa carrera. Especialízate. Emprende. Crea. Atrévete. Arriésgate. Camina. Sana. Ama. Deja
huella. ¿Y si las calamidades te
tiran? Decide levantarte. Vives postrado porque te has resignado al
dolor, pero el dolor es una señal de que debes hacer algo.
En los peores momentos de tu vida, cuando te abrume el
miedo o la tristeza. En vez de decidir cobijarte bajo el abrigo de una colcha mullida
y ver televisión, decide levantarte:
báñate, ejercita tu cuerpo, haz las terapias, rehabilítate y enfócate. No importa cuántas veces seas derribado, haz
lo que sea necesario para estar bien.
Mira hacia adelante con la vista en el sendero, sin voltear atrás, sin
lamentarte por lo que perdiste o dejaste en el pasado. ¡DECIDE AVANZAR!; no te estanques.
Siempre puedes subir un escalón, siempre puedes mejorar
un poco. ¡Decide decidir! Y en tus decisiones más grandes, también
decide amar. Porque amar se decide
igual. Actúa el amor y no lo hables.
Cuida tus relaciones con hechos. Aplica EL
TRATO punto por punto. Para amar,
deja de prometer y comienza a dar. Cuida
tus relaciones y ellas cuidarán de ti.
Si algunas murieron, da vida a otras.
Supera el duelo; mientras vivas, puedes reinventarte. Solo decide levantarte, decide avanzar,
decide amar.
Si vas por la vida enfermo de tristeza, si estás
paralizado porque tienes dudas de ti, si has perdido relaciones, entiéndelo y
acéptalo: tú eres responsable. Lo has
permitido. En tu indecisión has decidido
abrazar el malestar. Pero no hay mal que sea definitivo, si tú no lo
quieres. Quita esas espinas que
traes en la piel. ¿Cómo? Perdona. Punto.
Perdona a los que te robaron dinero.
Perdona a los que te difamaron o te traicionaron. Perdona a los que te arrancaron salud y
bienestar. Perdona a los que dañaron a
tu familia.
Entiende que lo pasado ya pasó. Construye lo nuevo. Mira hacia adelante. Aún estás vivo. Tú
eres importante, pero son más importantes tus relaciones. Vuelve a amar. Solo el amor te dará motivos superiores para
seguir viviendo, y, entiéndelo: ¡tú
mereces vivir!
.
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