jueves, 2 de mayo de 2013

Del Libro “Los Cuatro Acuerdos” de Miguel Ruíz….




El   Segundo Acuerdo.

No te tomes nada personalmente.


Suceda lo que suceda a tu alrededor, no te lo tomes personalmente….. Si te encuentro en la calle y te digo:  “¡Eh, eres un estúpido!”, sin conocerte, no me refiero a ti, sino a mí.  Si te lo tomas personalmente, tal vez te creas que eres un estúpido.  Quizá te digas a ti mismo;  “¿Cómo lo sabe? ¿Acaso es clarividente o es que todos pueden ver lo estúpido que soy?”.
Lo que piensas de mí no es importante para mí y no me lo tomo personalmente.  Cuando la gente me dice:  “Miguel, eres el mejor”, no me lo tomo personalmente, y tampoco lo hago cuando me dice “Miguel, eres el peor”.  Sé que cuando estés contento, me dirás:  “Miguel, eres un ángel!”.  Pero cuando estés enfadado conmigo, me dirás: “¡Oh, Miguel, eres un demonio! Eres repugnante.  ¿Cómo puedes decir esas cosas?”.  Ninguno de los dos comentarios me afecta porque yo sé lo que soy.  No necesito que me acepten.  No necesito que nadie me diga:  “¡Miguel, qué bien lo haces!”, o  “¡Cómo eres capaz de hacer eso!”.

No, no me lo tomo personalmente.  Pienses lo que pienses, sientas lo que sientas, sé que se trata de tu problema y no del mío.  Es tu manera de ver el mundoNo me lo tomo de un modo personal porque te refieres a ti mismo y no a mí.  Los demás tienen sus propias opiniones según su sistema de creencias, de modo que nada de lo que piensen de mí estará realmente relacionado conmigo, sino con ellos.
Es posible que incluso me digas: “Miguel, lo que dices me duele”.  Pero lo que te duele no es lo que yo digo, sino las heridas que tienes y que yo he rozado con lo que he dicho.  Eres tú mismo quien se hace daño.  No me lo puedo tomar personalmente en modo alguno, y no porque no crea ni confíe en ti, sino porque sé que ves el mundo con distintos ojos, con los tuyos.
Cuando realmente vemos a los demás tal como son sin tomárnoslo personalmente, lo que hagan o digan no nos dañará.  Aunque los demás te mientan, no importa.  Te mienten porque tienen miedo.  Tienen miedo de que descubras que no son perfectos.  Quitarse la máscara social resulta doloroso.

Si conviertes el Segundo Acuerdo en un hábito, descubrirás que nada podrá devolverte al infierno.  Una gran cantidad de libertad surge cuando no nos tomamos nada personalmente.  Serás inmune a los magos negros y ningún hechizo te afectará, por muy fuerte que sea.  El mundo entero puede contar chismes sobre ti, pero si no te los tomas personalmente, serás inmune a ellos.  Alguien puede enviarte veneno emocional de forma intencionada, pero si no te lo tomas personalmente, no te lo tragarás.  Cuando no tomas el veneno emocional, se vuelve más nocivo para el que lo envía, pero no para ti

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