Del libro
“Como liberarse del miedo” de Sergio Ulloa Arreola
Se cuenta
que, un día, un viajero se perdió, llegó al paraíso y se durmió bajo el “árbol
de los deseos”. Al despertar, se dio cuenta de que tenía hambre y pensó:
“Cuánto me gustaría tener algo que comer”.
Inmediatamente aparecieron ante él deliciosos bocados. Tan hambriento
que estaba, no se dio cuenta de dónde provenían. Comió y, una vez saciado,
pensó: “Ojalá tuviera algo que beber”. Dicho y hecho, las bebidas aparecieron
también ante él.
Una vez que se sintió harto y feliz, se preguntó: “¿Qué habrá pasado? ¿Estoy soñando o hay fantasmas que me están jugando una mala pasada? Entonces, aparecieron unos fantasmas feroces, horribles y espantosos. El viajero se puso a temblar y arrastrado por sus pensamientos, se dijo: “¡Ya está! ¡Ya está! ¡Van a matarme!” y los fantasmas lo mataron.
Los fantasmas
de la historia son los pensamientos, y las consecuencias son tan sólo una parte de lo
que una idea bien cimentada puede ocasionar.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario