ERRORES COMUNES AL CUIDAR A UN
ADULTO MAYOR
Autora: Alicia
Campos Vera
Aunque no existe un manual sobre el cuidado de los hijos, afortunadamente
en México ya hay programas de apoyo – conocidos como “Escuela para padres” –
donde se orienta a los papás sobre formas de cuidar y criar a los hijos de manera
sana. Lo que no existe es una “Escuela para hijos”,
donde se informe a los descendientes sobre el cuidado de los padres en la vejez.
Tanto los familiares como algunos cuidadores externos pueden
cometer errores que, en vez de ayudar al adulto mayor, lo perjudican. Aquí
comparto los más comunes:
1.- Es un ERROR
creer que el adulto mayor ya solo se entretiene comiendo, durmiendo y viendo
televisión. Mientras no padezcan una enfermedad incapacitante, las personas
mayores pueden y DEBEN mantenerse activos y estimulados. No hace mucho
atendí a una mujer de 80 años en duelo por la muerte de su esposo. La
reportaron con depresión y principios de demencia, cuando en realidad solo
tenía tristeza y aburrimiento. La familia centraba sus atenciones en que
estuviera segura en el hogar, por ello la mujer rara vez salía de casa, solo
cocinaba, veía televisión y dormía la mayor parte del día. En cuanto supo que
existían grupos y asociaciones para el Adulto Mayor, sus ojos se
iluminaron, sobre todo cuando escuchó que había clases de baile y que algunas
agrupaciones organizaban viajes y excursiones.
2.- Es un ERROR
creer que vuelven a ser niños y, por ello, hay que ordenarles lo que
deben hacer. Para empezar, la persona
mayor sigue siendo un adulto y merece respeto. Es importante
respetar sus ideas, sus opiniones y, en general, su autonomía; eso genera
bienestar físico y mental, aumenta la autoestima y previene deterioro
funcional. Veamos el caso de Lily: su hijo
la obligaba a quitarse el abrigo en verano, aunque ella con ese abrigo se
sentía cómoda. Lo que el hijo desconocía es que con la edad la capa de grasa subcutánea,
que ayuda a retener el calor corporal, se adelgaza, y la persona puede sentir
frío aun en lugares cálidos. Por favor: mientras el adulto mayor clínicamente
no tenga diagnosticado un deterioro cognitivo, escúchenlo con atención,
sean empáticos y lleguen a acuerdos, sin imponer voluntades.
3.- Es un ERROR
creer que se vuelven berrinchudos como niños. Las personas mayores están
conscientes de su deterioro físico y, a veces mental; saben que ya no pueden
saltar ni correr como cuando eran jóvenes y que empiezan a olvidar cosas o que
les cuesta trabajo recordar. Por ello desarrollan sus propias estrategias.
Por ejemplo: don Paco tenía un lugar para cada cosa y, si alguien movía las
cosas, se molestaba y solicitaba insistentemente que se dejaran todo tal como
él lo organizaba. Lo que su familia no sabía era que, cada vez que no
encontraba algo en su sitio, se preguntaba si su memoria se estaba deteriorando
y eso le preocupaba.
Los adultos mayores se adaptan al entorno en función de
sus capacidades, y si ese entorno se modifica sin su consentimiento, pueden
irritarse. Por ejemplo: la hija de una mujer de 78 años se quejaba de
que su madre hizo “el berrinche de su vida” cuando le quitaron la tina de baño,
y la reemplazaron por una silla y varias barras de apoyo; la madre pidió que dejaran
todo como estaba. Aunque la hija le explicó que el cambio se realizó por su
seguridad – para que no tuviera que levantar tanto los pies para entrar a la
tina, y para evitar caídas– la madre le explicó lo cómodo que le resultaba
sentarse en la tina, pasar primero una pierna y luego la otra, y apoyarse en la
hendidura de la jabonera para sentarse. Aunque ambas soluciones pueden ser
seguras, el error aquí fue no hablarlo con la madre antes de
realizar la modificación. Los llamados “berrinches”, siempre tienen una razón
de ser, hay que analizarlos y no solo juzgarlos.
En
conclusión, hay que ser pacientes con los adultos mayores, escucharlos,
dialogar con ellos y llegar a acuerdos; pero, sobre todo, hay que RESPETARLOS
como los adultos que son.
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