jueves, 11 de diciembre de 2025

Errores comunes al cuidar a un adulto mayor

 

ERRORES COMUNES AL CUIDAR A UN ADULTO MAYOR

Autora:  Alicia Campos Vera

 



Aunque no existe un manual sobre el cuidado de los hijos, afortunadamente en México ya hay programas de apoyo – conocidos como “Escuela para padres” – donde se orienta a los papás sobre formas de cuidar y criar a los hijos de manera sana. Lo que no existe es una Escuela para hijos, donde se informe a los descendientes sobre el cuidado de los padres en la vejez.

Tanto los familiares como algunos cuidadores externos pueden cometer errores que, en vez de ayudar al adulto mayor, lo perjudican. Aquí comparto los más comunes:

1.-  Es un ERROR creer que el adulto mayor ya solo se entretiene comiendo, durmiendo y viendo televisión. Mientras no padezcan una enfermedad incapacitante, las personas mayores pueden y DEBEN mantenerse activos y estimulados. No hace mucho atendí a una mujer de 80 años en duelo por la muerte de su esposo. La reportaron con depresión y principios de demencia, cuando en realidad solo tenía tristeza y aburrimiento. La familia centraba sus atenciones en que estuviera segura en el hogar, por ello la mujer rara vez salía de casa, solo cocinaba, veía televisión y dormía la mayor parte del día. En cuanto supo que existían grupos y asociaciones para el Adulto Mayor, sus ojos se iluminaron, sobre todo cuando escuchó que había clases de baile y que algunas agrupaciones organizaban viajes y excursiones.

2.-  Es un ERROR creer que vuelven a ser niños y, por ello, hay que ordenarles lo que deben hacer.  Para empezar, la persona mayor sigue siendo un adulto y merece respeto. Es importante respetar sus ideas, sus opiniones y, en general, su autonomía; eso genera bienestar físico y mental, aumenta la autoestima y previene deterioro funcional. Veamos el caso de Lily:  su hijo la obligaba a quitarse el abrigo en verano, aunque ella con ese abrigo se sentía cómoda. Lo que el hijo desconocía es que con la edad la capa de grasa subcutánea, que ayuda a retener el calor corporal, se adelgaza, y la persona puede sentir frío aun en lugares cálidos. Por favor: mientras el adulto mayor clínicamente no tenga diagnosticado un deterioro cognitivo, escúchenlo con atención, sean empáticos y lleguen a acuerdos, sin imponer voluntades.

3.-  Es un ERROR creer que se vuelven berrinchudos como niños. Las personas mayores están conscientes de su deterioro físico y, a veces mental; saben que ya no pueden saltar ni correr como cuando eran jóvenes y que empiezan a olvidar cosas o que les cuesta trabajo recordar. Por ello desarrollan sus propias estrategias. Por ejemplo: don Paco tenía un lugar para cada cosa y, si alguien movía las cosas, se molestaba y solicitaba insistentemente que se dejaran todo tal como él lo organizaba. Lo que su familia no sabía era que, cada vez que no encontraba algo en su sitio, se preguntaba si su memoria se estaba deteriorando y eso le preocupaba.

Los adultos mayores se adaptan al entorno en función de sus capacidades, y si ese entorno se modifica sin su consentimiento, pueden irritarse.  Por ejemplo:  la hija de una mujer de 78 años se quejaba de que su madre hizo “el berrinche de su vida” cuando le quitaron la tina de baño, y la reemplazaron por una silla y varias barras de apoyo; la madre pidió que dejaran todo como estaba. Aunque la hija le explicó que el cambio se realizó por su seguridad – para que no tuviera que levantar tanto los pies para entrar a la tina, y para evitar caídas– la madre le explicó lo cómodo que le resultaba sentarse en la tina, pasar primero una pierna y luego la otra, y apoyarse en la hendidura de la jabonera para sentarse. Aunque ambas soluciones pueden ser seguras, el error aquí fue no hablarlo con la madre antes de realizar la modificación. Los llamados “berrinches”, siempre tienen una razón de ser, hay que analizarlos y no solo juzgarlos.

En conclusión, hay que ser pacientes con los adultos mayores, escucharlos, dialogar con ellos y llegar a acuerdos; pero, sobre todo, hay que RESPETARLOS como los adultos que son.

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