Del libro “Joderillo Una luz en
la oscuridad” de Fidel Alcántar Pérez
– Como ustedes saben,
jovenzuelos, un automóvil debe recibir ciertos cuidados y atenciones para que
continúe en buen estado; en una palabra, requiere “mantenimiento”. ¿Qué sucede si ignoramos las condiciones del
vehículo? No pasará mucho tiempo cuando se inicien los primeros síntomas de
agotamiento, y si continuamos necios a no brindarle atención, llegará el
momento en que su energía mecánica será nula. Pero si, con la debida frecuencia
y calidad necesaria e indispensable dieran servicio a su vida, es decir,
estuvieran dispuestos a hacer un cambio, con toda seguridad tendrían la fuerza
que es menester y el intelecto disponible para dar los pasos hacia delante que
les permitan alcanzar la cima del éxito.
Cambien el aceite para que sus emociones puedan
liberarlos de cualquier fricción.
Renueven el agua y
agreguen un anticongelante para evitar que se transformen en locos y tontos
iracundos.
Reemplacen las bujías
de su cerebro para que puedan pensar antes de actuar y no cometan torpezas
intelectuales.
Coloquen los filtros
necesarios para atrapar la envidia y la avaricia.
Revisen su sistema de
frenado para que la prudencia y la concordia los acompañen durante el
recorrido.
Viertan líquido para
el volante, el cual les ayudará a mantener el control de sus maniobras, y
dirijan sus acciones atinadamente.
Finalmente no olviden
el conducto del escape para que arrojen el tóxico egoísmo de su alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario