Del libro “Cómo
hacer que te pasen cosas buenas” de Marian Rojas Estapé
EL SUFRIMIENTO TIENE UN SENTIDO
La sociedad
actual huye de él y cuando uno se topa con este surgen las preguntas: ¿me lo
merezco?, ¿se debe a mis errores del pasado?, ¿por qué lo permite Dios?...
Veamos algunos puntos interesantes del sufrimiento que pueden ayudarnos.
EL DOLOR POSEE UN VALOR HUMANO Y ESPIRITUAL
Puede elevarnos y
hacernos mejores personas. ¡Cuánta gente
conocemos que tras un golpe ha sido capaz de enderezar su vida y buscar
alternativas, agradeciéndolo a posteriori!
No es raro encontrar personas que tras una existencia superficial y conformista
han sido transformadas al sufrir un duro revés.
EL SUFRIMIENTO NOS AYUDA A REFLEXIONAR
Nos lleva al
fondo de muchas cuestiones que nunca nos habríamos planteado. El dolor, cuando
aparece, nos empuja a clarificar el sentido de nuestra vida, de nuestras
convicciones más profundas. Las máscaras y apariencias se diluyen y surge
nuestro verdadero yo.
EL DOLOR AYUDA A ACEPTAR LAS PROPIAS LIMITACIONES
Nos convertimos
en seres más vulnerables y caemos del pedestal en el que nos habíamos o nos
habían colocado. Entonces debemos bajar la cabeza y reconocer que necesitamos ayuda y el cariño o apoyo de otros; que
solos no podemos. Compartir nuestras limitaciones con los demás puede ser el
primer paso hacia la sencillez y la superación de las calamidades sufridas. La
conciencia de las propias limitaciones refuerza nuestra solidaridad, la empatía
con el dolor ajeno y, en última instancia, el amor por los demás.
EL SUFRIMIENTO, POR TANTO, TRANSFORMA EL CORAZON
Tras una etapa
difícil, con el dolor como protagonista, uno se acerca al alma de otras
personas. Es capaz de empatizar y de entender mejor a los que
le rodean. Cuando alguien se siente amado, su vida cambia, se ilumina y
transmite esa luz. El amor auténtico se potencia con el dolor sanamente
aceptado, que nos libera del egoísmo.
Quien gana en empatía es más “amable” – se deja amar – y convierte su
hábitat en un lugar más acogedor para vivir.
EL SUFRIMIENTO PUEDE SER LA VÍA DE ENTRADA A LA
FELICIDAD
Si uno muestra
voluntad de conseguirla y posee las herramientas para ello. El dolor conduce a
la verdadera madurez de la personalidad, a la entrega a los demás y a un mayor
conocimiento de unos mismo.
Solo existe un antídoto al sufrimiento, al
dolor y a la enfermedad: el amor.
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