jueves, 11 de abril de 2024

 

Del libro “Cómo hacer que te pasen cosas buenas” de Marian Rojas Estapé

 

EL SUFRIMIENTO TIENE UN SENTIDO

 




La sociedad actual huye de él y cuando uno se topa con este surgen las preguntas: ¿me lo merezco?, ¿se debe a mis errores del pasado?, ¿por qué lo permite Dios?... Veamos algunos puntos interesantes del sufrimiento que pueden ayudarnos.

EL DOLOR POSEE UN VALOR HUMANO Y ESPIRITUAL

Puede elevarnos y hacernos mejores personas.  ¡Cuánta gente conocemos que tras un golpe ha sido capaz de enderezar su vida y buscar alternativas, agradeciéndolo a posteriori! No es raro encontrar personas que tras una existencia superficial y conformista han sido transformadas al sufrir un duro revés.

EL SUFRIMIENTO NOS AYUDA A REFLEXIONAR

Nos lleva al fondo de muchas cuestiones que nunca nos habríamos planteado. El dolor, cuando aparece, nos empuja a clarificar el sentido de nuestra vida, de nuestras convicciones más profundas. Las máscaras y apariencias se diluyen y surge nuestro verdadero yo.

EL DOLOR AYUDA A ACEPTAR LAS PROPIAS LIMITACIONES

Nos convertimos en seres más vulnerables y caemos del pedestal en el que nos habíamos o nos habían colocado. Entonces debemos bajar la cabeza y reconocer que necesitamos ayuda y el cariño o apoyo de otros; que solos no podemos. Compartir nuestras limitaciones con los demás puede ser el primer paso hacia la sencillez y la superación de las calamidades sufridas. La conciencia de las propias limitaciones refuerza nuestra solidaridad, la empatía con el dolor ajeno y, en última instancia, el amor por los demás.

EL SUFRIMIENTO, POR TANTO, TRANSFORMA EL CORAZON

Tras una etapa difícil, con el dolor como protagonista, uno se acerca al alma de otras personas.  Es capaz de empatizar y de entender mejor a los que le rodean. Cuando alguien se siente amado, su vida cambia, se ilumina y transmite esa luz. El amor auténtico se potencia con el dolor sanamente aceptado, que nos libera del egoísmo.  Quien gana en empatía es más “amable” – se deja amar – y convierte su hábitat en un lugar más acogedor para vivir.

EL SUFRIMIENTO PUEDE SER LA VÍA DE ENTRADA A LA FELICIDAD

Si uno muestra voluntad de conseguirla y posee las herramientas para ello. El dolor conduce a la verdadera madurez de la personalidad, a la entrega a los demás y a un mayor conocimiento de unos mismo.

Solo existe un antídoto al sufrimiento, al dolor y a la enfermedad: el amor.


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