miércoles, 6 de marzo de 2024

 

Del libro “Comienza siempre de Nuevo” de Jorge Bucay

 

Diferentes y compatibles

 


 

Siempre me ha gustado jugar con las palabras, buscar sus orígenes, hacer combinaciones, crear nuevas y utilizarlas como herramientas de trabajo en el arduo y fascinante camino del “darse cuenta”.  Muchas veces, me he permitido algunos atrevidos acrósticos para, apoyado en las letras de una palabra, hacer unos malabares pseudoliterarios que nos permitieran recordar con facilidad una lista de puntos.

 

Riéndome de la nueva costumbre de los publicistas y vendedores de clasificar a los posibles clientes, según su capacidad de consumo y apetencia por las buenas cosas, reflexionaba sobre el dudoso orgullo de pertenecer al grupo de los potenciales compradores “AB1”, supuestamente la parte de la población a la que va dirigida toda la atención de los que nos ofrecen “aquello que vale la pena poseer”.

 

Y se me ocurrió que si yo pudiera elegir (y claro que puedo), me dedicaría a vincularme exclusivamente con gente “clase C”.  Se me ocurrió que debía hacer una lista de las características imprescindibles para pertenecer a esta clase selecta.  Siguiendo la manía de la que hablaba, utilicé cada letra para describir una determinada condición:

 

v  *  Con la “C” de “clase” quisiera vincularme sólo con personas que estén ocupadas en Conocerse, que no tengan miedo de lo que puedan encontrar dentro de sí mismas, que se acepten tal como son.

v  *  Con la “L” quisiera rodearme de hombres y mujeres que se declaren Libres, que sean capaces de darse el permiso de ser quienes son, de pensar y de sentir lo que sienten, que corran sus propios riesgos y busquen lo que saben que necesitan.

v *   Con la “A” quisiera vincularme con aquellos que saben lo que es Amar y, por lo tanto, son capaces de vincularse afectivamente con otros, especialmente capaces de dejarse querer.

v  *  Con la “S” me vincularía con aquellos que hayan logrado conquistar un espacio de Serenidad como resultado de su propio crecimiento, con aquellas personas que no tienen ninguna prisa y que están en paz con sus propias vidas, con su pasado y con su futuro.

v  *  Y con la “E” me gustaría estar acompañado por aquellos que son capaces de Entregarse comprometidamente a lo que viven, poniendo su corazón y su cerebro para avanzar en el camino.  Ésta sería, para mí, gente de clase.  Pero dije “clase C”.  ¿Qué significa esta “C” que calificaría a la gente para pertenecer, o no, a este burdo esquema casi discriminador?

v  *  Esta última “C” es fundamental.  Quisiera rodearme exclusivamente de hombres y mujeres que puedan Compartir lo aprendido. Personas capaces de escuchar y de hacerse oír; seres humanos con conciencia gregaria, que hacen de su capacidad de compartir lo que saben, lo que tienen y lo que son, un motivo para seguir adelante.

 

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