Del libro
“Comienza siempre de Nuevo” de Jorge Bucay
Diferentes y compatibles
Siempre me ha gustado jugar con las
palabras, buscar sus orígenes, hacer combinaciones, crear nuevas y utilizarlas
como herramientas de trabajo en el arduo y fascinante camino del “darse
cuenta”. Muchas veces, me he permitido
algunos atrevidos acrósticos para, apoyado en las letras de una palabra, hacer
unos malabares pseudoliterarios que nos permitieran recordar con facilidad una
lista de puntos.
Riéndome de la nueva costumbre de los
publicistas y vendedores de clasificar a los posibles clientes, según su
capacidad de consumo y apetencia por las buenas cosas, reflexionaba sobre el
dudoso orgullo de pertenecer al grupo de los potenciales compradores “AB1”,
supuestamente la parte de la población a la que va dirigida toda la atención de
los que nos ofrecen “aquello que vale la pena poseer”.
Y se me ocurrió que si yo pudiera elegir
(y claro que puedo), me dedicaría a vincularme exclusivamente con gente “clase
C”. Se me ocurrió que debía hacer una
lista de las características imprescindibles para pertenecer a esta clase
selecta. Siguiendo la manía de la que
hablaba, utilicé cada letra para describir una determinada condición:
v * Con la “C” de “clase” quisiera vincularme sólo con personas que estén
ocupadas en Conocerse, que no tengan
miedo de lo que puedan encontrar dentro de sí mismas, que se acepten tal como
son.
v * Con la “L” quisiera rodearme de hombres y mujeres que se declaren Libres, que sean capaces de darse el
permiso de ser quienes son, de pensar y de sentir lo que sienten, que corran
sus propios riesgos y busquen lo que saben que necesitan.
v * Con la “A” quisiera vincularme con aquellos que saben lo que es Amar y, por lo tanto, son capaces de
vincularse afectivamente con otros, especialmente capaces de dejarse querer.
v * Con la “S” me vincularía con aquellos que hayan logrado conquistar un
espacio de Serenidad como resultado
de su propio crecimiento, con aquellas personas que no tienen ninguna prisa y
que están en paz con sus propias vidas, con su pasado y con su futuro.
v * Y con la “E” me gustaría estar acompañado
por aquellos que son capaces de Entregarse
comprometidamente a lo que viven, poniendo su corazón y su cerebro para
avanzar en el camino. Ésta sería, para mí,
gente de clase. Pero dije “clase
C”. ¿Qué significa esta “C” que
calificaría a la gente para pertenecer, o no, a este burdo esquema casi
discriminador?
v * Esta última “C” es fundamental. Quisiera rodearme exclusivamente de hombres y
mujeres que puedan Compartir lo
aprendido. Personas capaces de escuchar y de hacerse oír; seres humanos con
conciencia gregaria, que hacen de su capacidad de compartir lo que saben, lo
que tienen y lo que son, un motivo para seguir adelante.
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