jueves, 27 de enero de 2022

Del Libro “Las 3 Promesas” de David J. Pollay - Formula del éxito

 

Del Libro “Las 3 Promesas”  de  David J. Pollay

 

1)       Disfruta cada día

2)       Haz lo que amas

3)       Da a los demás

 

La fórmula del éxito en la Gran Depresión

 




Cuando yo era niño, mi abuelo Bumpa Pollay vivía con nosotros.  A menudo nos contaba historias.  Una iba sobre la creación del negocio familiar.  Nos decía con orgullo que fundó la empresa junto con sus dos hermanos en 1937, en pleno apogeo de la Gran Depresión estadounidense.  Y les salió bien.  ¿Por qué?  Bumpa decía que el motivo fue que se concentraron en lo que podían controlar, no en el estado calamitoso de la economía.

La fórmula de su éxito consistió en ofrecer un producto de calidad, encontrar un territorio en el país que lo necesitara, contratar vendedores motivados que lo representasen, elaborar una oferta que los clientes valorasen, y después llamar a todas las puertas posibles para venderlo.  Su convicción era que las oportunidades están siempre disponibles, incluso si el resto del mundo parecer creer que no hay ninguna.

Así pues, ¿cuáles son tus creencias en relación con tu entorno económico? ¿Crees que aún existen buenas oportunidades para los negocios? ¿Piensas que hay personas que siguen triunfando? Si eres de la opinión de que las oportunidades están ahí y que hay personas que las siguen encontrando, ¿qué te está impidiendo creer que tú también tendrás éxito?

 A pesar de las circunstancias

Nuestra empresa familiar prosperó a lo largo de sesenta y un años.  Sobrevivió a la Gran Depresión, a cuatro guerras, a las recesiones, a los cambios tecnológicos y a la llegada de las grandes superficies comerciales.

Bumpa, y mi padre después de él, tenían todas las excusas que habrían podido acabar con una empresa dotada de menos determinación, excusas como estas: la gente no tiene dinero (durante la Depresión), no hay trabajadores disponibles, los materiales están relacionados o no están al alcance (durante la Segunda Guerra Mundial), los clientes no están gastando (durante las recesiones), la competencia es abrumadora (a causa de las grandes superficies), etcétera.  La creencia de Bumpa – y la de mi padre,  cuando compró la empresa – era que mientras otras personas están quejándose y culpando a los imponderables, él y su equipo tenían una oportunidad de seguir vendiendo.  No se dejó distraer ni desalentar por aquello que no podía controlar.

Nuestro reto es no permitir que cuestiones tales como la competencia, los clientes difíciles, la falta de apoyo, el excesivo papeleo, los productos complejos, los ciclos largos de las ventas, los elevados índices de ventas necesarias y una economía deprimida nos convenzan de que no podemos triunfar.  Si bien es natural sentir preocupación, incluso miedo, al afrontar estos desafíos, no podemos permitir que los factores que están más allá de lo que somos capaces de controlar determinen nuestro éxito.  Lo fácil es ceder y empezar a creer que es imposible triunfar en un entorno económico difícil.

Lo mejor que podemos hacer es sumergirnos cada día en un estado de alegría, creatividad, curiosidad, apertura de mente, gratitud y optimismo.

Esto nos ayudará a formar mejores relaciones con nuestros clientes y compañeros, y nos permitirá ver cómo podemos sacar el máximo partido de los productos, servicios y sistemas de apoyo de nuestra empresa para satisfacer las necesidades de nuestros clientes.

William James, el padre la psicología moderna, dijo:

El mundo que vemos, que parece tan demente, es el resultado de un sistema de creencias que no está funcionando.  Para percibir el mundo de un modo diferente debemos estar dispuestos a cambiar nuestro sistema de creencias, dejar que el pasado se vaya, incrementar nuestra conciencia del ahora y disolver el miedo que se encuentra en nuestras mentes.

Cuando leas las noticias cada mañana, y cuando la gente manifieste opiniones, acuérdate de seguir el consejo de Bumpa:

·         Confía en que siempre hay oportunidades.

·         Búscalas y profundiza en ellas.

Tu deseo de hacer lo que amas hacer es demasiado importante para que te detengas porque las cosas parezcan difíciles.

Acciones

 

¿Ves obstáculos en el camino del cumplimiento de tus sueños? ¿Cuáles son? Escríbelos en una lista y después traza un plan para superarlos.  Cuando persigues tu pasión, siempre existe una manera de sortear las dificultades del camino.

 

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