Del Libro “Fracasos
exitosos” de Bernardo Stamateas
“Se cuenta que
en una selva en África vivían
tres leones muy fieros, jóvenes y de aspecto regio.
Un día, el mono, representante elegido por los
animales, convocó a una reunión a todos los habitantes de la zona para plantearles una importante cuestión:
- Queridos amigos – dijo el mono
ceremoniosamente – , todos sabemos que el león es el rey de los animales, pero
hay una duda en nuestro territorio:
actualmente tenemos tres leones, los tres son muy fuertes y
jóvenes. ¿A cuál de ellos le debemos
obediencia?;
¿cuál deberá sustituir al viejo rey
muerto?
Los tres leones se enteraron de esta
reunión
y se decían a sí mismos:
-En verdad tienen razón los animales.
¿Seré yo el futuro rey?
Una selva no puede tener tres reyes. Los tres leones
no deseaban luchar entre sí, puesto que
habían
crecido juntos y eran amigos. ¿Cómo descubrir
quien era el sucesor más adecuado?
Los animales se volvieron a reunir y
después de mucho deliberar; llegaron a una decisión que comunicaron
a los tres leones:
- Decidimos que los tres van a tener que
escalar hasta
la cima de la Montaña Difícil. El que llegue primero
a la cima, será reconocido como rey.
La Montaña Difícil era la más alta y
complicada de
escalar de toda la selva. El reto era realmente importante, pero los
tres leones aceptaron el desafío, y todos los animales de la zona fueron a
despedirlos en su aventura.
El primer león intentó escalar la montaña
y no pudo llegar: El segundo empezó con muchas ganas, pero también fue derrotado por la montaña. El tercer león tampoco
lo pudo seguir.
Todos los animales estaban impacientes y
curiosos. Si los tres leones fueron
derrotados. ¿cómo elegirían a su rey?
En este momento un águila, grande en edad
y en sabiduría, pidió la palabra en la asamblea:
- ¡Yo sé quién debe ser nuestro rey!- afirmó con
firmeza.
- ¿Cómo puedes saberlo tú con tal
seguridad?
- preguntaron los animales.
- Es fácil – dijo el águila – . Yo estaba
volando
cerca de ellos cuando volvían derrotados
de la escalada
a la Montaña Difícil, y oí lo que cada uno
de ellos
le dijo a la montaña:
El primer león dijo: - ¡Montaña, me has vencido!
El segundo león dijo: - ¡Montaña, me has vencido!
El tercer león dijo: - ¡Montaña, me has vencido…
por ahora! ¡Tú ya llegaste a tu tamaño final, pero yo aún
estoy creciendo!
La diferencia – afirmó el águila – es que el tercer león tuvo una actitud de vencedor y, cuando sintió la derrota en aquel momento, no
desistió. Para quien piensa así, su
persona es más grande que su problema: ¡él es el rey de sí mismo y está preparado
para ser rey de los demás!”
.
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