Estás furibundo. Verdaderamente
furibundo. Hay alguien en la oficina que
realmente te incomoda. De hecho, por eso
compraste este libro. No estás
solo. Son muchas las personas que se
encuentran en esta situación.
¿Cómo puedes manejar tu frustración?
Una manera de hacerlo es negarte a permitir que la persona problemática
se convierta en una obsesión. Ignórala. Mantente ocupado. Concéntrate
en el trabajo. Concéntrate en tus
asuntos. Concéntrate en las personas con
las que sí te llevas bien.
Si le dedicas cualquier número de horas laborales a pensar en tu
infierno y en los problemas que te genera, involuntariamente estás permitiendo
que te controle. Craso error.
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