viernes, 14 de marzo de 2014

Del Libro “Mi hijo tiene sobrepeso” de Hilde Kolbe & Dr. Hemut Weyhreter





Motivación por parte de los padres


Los padres deben contar con la existencia de una disposición para desarrollar sobrepeso, pero  NO DEBEN considerar por eso que su hijo tenga que someterse a un destino ineludible.  Nunca resultan positivas expresiones como:  “Pobre, come mucho menos que los otros niños y muchísimas menos golosinas.  Es que tiene una predisposición al sobrepeso.”
Frente a ese tipo de manifestaciones, el niño se siente desvalido, y con razón.  Tiene la impresión de no tener ninguna posibilidad, y esta actitud negativa aumenta su insatisfacción.  Se siente desfavorecido.  ¿De dónde puede sacar motivación para su lucha?  ¿Cómo puede ver alguna oportunidad de modificar su situación?
En realidad, es muy comprensible que un niño en esa situación coma tal vez aún más por frustración.  Un niño tan desanimado nunca estará abierto a propuestas de comer menos o de reducir la ingesta de golosinas.

Los niños necesitan el apoyo de los padres

Martina tiene 9 años y está demasiado gorda.  Los niños de su edad le toman el pelo, por lo que ella quiere adelgazar.  Los padres piensan que es una buena idea y explican a su hija que, a partir de ahora, deberá renunciar a muchas cosas.  Martina es hija de una familia de carniceros en la que diariamente se suelen comer pasteles a la hora de la merienda.  Al peguntar el dietista a los padres qué come Martina, éstos responden:  “Ella sabe que todo eso no le hace bien. Tiene su yogur en la nevera.  También le ofrecemos pan y frutas”.
Este ejemplo viene a demostrar que los niños dependen en gran medida de la ayuda de la familia.  Es importante que el comportamiento de los padres trasmita el mensaje de que no todo es prohibición y renuncia.

En el caso de Martina se pueden dar las siguientes soluciones:  Seguir merendando juntos, pero comer pasteles sólo tres veces por semana y elegir tipos de pastelería baja en calorías.  Para el resto de las tardes, se deben buscar con la niña diferentes alternativas.  Martina sólo podrá atenerse a esta regulación si, a través de la participación de los padres, se logra que ella misma esté de acuerdo con la modificación del comportamiento alimentarios. 

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