jueves, 30 de enero de 2014

Del Libro “Consejos para padres divorciados” de Martha Alicia Chávez.






Por el bien de tus hijos….  NO LOS USES COMO MENSAJEROS

Casi nunca nos detenemos a pensar cómo se siente un hijo cuando se le coloca en esta posición.  Entendámoslo de una vez por todas:  los niños y los adolescentes, y aun los hijos adultos, experimentan angustia y miedo cuando se les impone la función de “mensajero” entre sus padres.  Por ejemplo, la mamá le indica que le diga a su papá que necesita dinero para el uniforme, o que le mande la mensualidad, o que le pague los meses atrasados que le debe. 
El niño se llena de miedo e incertidumbre porque en su corazón sabe que – probablemente – papá se va a enojar.   Quizá lanzará insultos hacia su madre por “latosa, gastadora y desconsiderada” que cree que el dinero se da en los árboles.  Tal vez hasta el niño saldrá regañado.
Quizás el mensaje no tenga que ver con dinero, sino con otros temas de la vida cotidiana.  El papá, por ejemplo, le manda decir a la mamá que no va a poder llevarse a los hijos el siguiente fin de semana.  La mamá reaccionará lanzando sus inconformidades e insultos hacia ese “irresponsable y bueno para nada”.
El recado de mamá hacia papá puede ser en relación con cualquier tipo de cosas, como que venga a recoger su ropa que no se ha llevado; que le informe a los latosos de sus amigos que ya no vive ahí para que ya no le llamen; que su amiga lo vio con una mujer en tal restaurante; que no sea irresponsable y vaya a las juntas de la escuela, y una gran cantidad de situaciones de la vida cotidiana.  El papá también manda diversos mensajes a la madre respecto de todo tipo de temas: que él sólo pagará las colegiaturas y no la manutención de los hijos; que no lo siga molestando con equis cosa;  que ya se enteró que anda de “cascos ligeros” con sus amigas; que no está cuidando bien a sus hijos, etcétera.
Hay toda clase de “mensajes” que muchos padres envían a sus ex a través de los hijos:  “dile”, “convéncele”, “pídele”, “pregúntale”….  Si somos honestos reconoceremos que por lo general, sea cual sea la nota que se remite al ex cónyuge, el receptor reacciona con enojo y lo expresa sin tapujos frente a ellos que ninguna culpa tienen;  externan con frecuencia comentarios desagradables hacia el emisor.

¿Tus hijos tienen que tolerar eso? ¿Les corresponde llevar los mensajes entre sus padres y exponerse a sus reacciones destructivas? ¿Es su responsabilidad estar en medio de ambos? ¡NO! ¡Absolutamente NO!  Todo lo que le tengas que decir a la madre / padre de tus hijos, ¡díselo tú directamente!  Todo lo que quieras andar averiguando sobre tu ex cónyuge, pregúntalo tú directamente.  ¿Te da miedo o flojera hacerlo? ¡Pues supéralo!  O en el último de los casos, si es que en verdad hay razones poderosas y válidas para no dirigirte sin intermediarios a tu ex, pide ayuda a un abogado para que funja como representante o a otro adulto de tu confianza, pero no uses a tus hijos ni cargues sobre sus espaldas ese angustiante y pesado paquete que no les corresponde llevar.

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