jueves, 20 de noviembre de 2025

Del libro “Tu hijo, tu espejo” de Martha Alicia Chávez - Cambiarlo

 

Del libro “Tu hijo, tu espejo” de Martha Alicia Chávez

 



Como ya comenté anteriormente, cuando un padre insiste con el hijo a tal punto que parece obsesionado por cambiarlo para que haga eso que “debe” hacer, no hay duda de que hay algo más, algo que el padre está proyectando en el hijo de manera inconsciente.

Y así era en el caso de Gina; su marido nunca la acompañaba a los múltiples eventos sociales, casi todos organizados por ella misma; no invitaban amigos a su casa y no visitaban a nadie porque al marido no le gustaba socializar. Gina sufría por esta situación: ella deseaba que su esposo fuera más sociable y él deseaba que ella lo fuera menos; pero lo interesante del caso es que, al no poder cambiar a su marido, Gina inconscientemente se esforzaba y se aferraba en cambiar a su hija (tan parecida a él por cierto). Todo esto simbólicamente significaba:  “ SI NO PUEDO CAMBIARLO A ÉL, TE CAMBIO A TI”.

En la relación padres-hijos esto es común: intentamos cambiar en nuestro hijo lo que no podemos cambiar ya sea en otra persona significativa para nosotros, o bien, lo que no podemos cambiar en nosotros mismos.

Docenas de veces he escuchado en mi consultorio quejas de hijos a quienes sus padres les piden que hagan o dejen de hacer cosas que ellos mismos no pueden: que no fume, cuando el padre es un fumador empedernido; que no diga “malas palabras”, cuando el padre las dice a cada momento; que sea ordenado, cuando el padre es en extremo desordenado; que no diga mentiras, cuando el padre sí las dice; que no pase tanto tiempo en la computadora, cuando el padre lo hace en la televisión; que no agreda verbal o físicamente a sus hermanos, cuando el padre lo hace; que no grite, cuando el padre habla a gritos, y así hasta el infinito. Y aquí va el mensaje implícito: “ESTO ES MÍO, NO ME GUSTA, NO LO PUEDO CAMBIAR, CÁMBIALO TÚ POR MÍ

No he conocido hasta el día de hoy un padre o una madre que no esté genuinamente interesado en inculcar valores a sus hijos, todos lo estamos, pero a menudo olvidamos que los hijos aprenden los valores de lo que los padres SOMOS, no de los que DECIMOS. De manera que eso que quieres que tu hijo SEA, DEBES SERLO tú primero. Si quieres que tu hijo sea honesto, tú sé honesto; si quieres que tu hijo cuide su salud, tú cuida la tuya; si quieres que tu hijo sea compasivo, tú sé compasivo; si quieres que tu hijo sea generoso, tú sé generoso.

Nunca recuerdo haber escuchado a mi padre o a mi madre darme sermones respecto a la honestidad, tal vez nunca siquiera hablaron del tema, pero vi en ellos centenares de actos de honestidad y espontáneamente, sin darme cuenta, sin ningún esfuerzo, introyecté de modo profundo ese valor.

Como siempre, la autoconciencia es necesaria para evitar caer en este tipo de dinámicas o para detenerlas a tiempo si ya estamos metidos en ellas. El para qué ya lo sabes: acepta lo que es tuyo y resuelve lo que a ti te toca resolver, así contribuirás a una relación mas sana y amorosa con tus hijos.

 

jueves, 6 de noviembre de 2025

Del libro: “La felicidad en tiempos difíciles” de Andrew Matthews - Venciendo la crisis

 

Del libro: “La felicidad en tiempos difíciles” de Andrew Matthews

 

VENCIENDO LAS CRISIS

 



Los pensamientos negativos son como las ratas. Llegan en grupos. Primero llega una y antes de lo que imaginas han tomado posesión.

Ejemplo:  tomas una llamada de un cliente enojado en el trabajo. Tu primer pensamiento es: “Odio a la gente grosera.”

Y luego viene el siguiente pensamiento negativo: “¡En este trabajo estoy rodeado de gente grosera!”

Y luego otro: “En este trabajo estoy rodeado de gente grosera y me pagan poco.”

Y el siguiente: “En este trabajo estoy rodeado de gente grosera, me pagan poco, y nadie me valora.”

Y después: “En este trabajo estoy rodeado de gente grosera, me pagan poco, nadie me valora y, ahora que lo pienso, tampoco en casa valoran lo que soy”.

Ahora las ratas llegan por carretadas: “En este trabajo estoy rodeado de gente grosera, me pagan poco, nadie me valora, tampoco me valoran en la casa y, para colmo, hoy tengo que llegar a preparar la cena. ¿Por qué no puede dejar de rascarse la panza el vago de mi marido? Ya decía mi madre que estaba cometiendo un error muy serio… y ahora me duele la cabeza; ¡quizá sea un tumor!

¿Te suena familiar este escenario? Una rata solitaria se convierte en una plaga.

Necesitas una estrategia de exterminio y he aquí el mejor remedio que conozco para liberarte de las ratas. En cuanto tengas el primer pensamiento negativo pregúntate: “¿Qué de bueno hay en esto?

¿Qué hay de bueno en confrontar a las personas maleducadas?

1.- Mejoro mi carácter y mi paciencia.

2.- Desarrollo habilidades para las relaciones públicas que me servirán en mi siguiente empleo.

3.- Las personas groseras del trabajo hacen que aprecie más a mi esposo.

 

Ahora puede que estés pensando: “Seamos realistas” HE AQUÍ LO REAL:

1.- Las cosas malas suceden

2.- Tienes que aceptar lo mejor de las cosas.

3.- Las personas felices tienen el hábito de decir: “¿Qué de bueno hay en esto?”

4.- ¿Quieres ser feliz o no?

 

Te rompes la pierna. ¿Qué de bueno hay en esto?

1.- Voy a descansar.

2.- Tendré la oportunidad de entender a los enfermos.

3.- Podré leer libros maravillosos.

4.- No tendré que aspirar la casa durante un mes.

 

Te corta tu novia. “¿Qué de bueno tiene esto?

1.- Puedo ahorrar dinero.

2.- Puedo ver todo el futbol que quiera.

3.- Puedo ser menos higiénico.

4.- ¡No tengo que aspirar!

 

En una cáscara de nuez

Un pensamiento negativo atrae a otro pensamiento negativo.

Un pensamiento positivo atrae a otro pensamiento positivo.

Antes de que comience la plaga, pregúntate qué de bueno tiene la situación.

 

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jueves, 30 de octubre de 2025

Las dos pasajeras. Autora: Alicia Campos Vera

 

“Las dos pasajeras”.   Autora:  Alicia Campos Vera

 



Imagina un paseo en taxi donde La Vida y La Muerte son las compañeras de viaje.

Desde que inicia el recorrido, La Vida no para de admirar las bellezas del entorno, describe detalladamente el colorido del paisaje, la belleza de flores y la majestuosidad de los árboles, y hasta la música lejana que parece acompañarlos en el trayecto. Después de un rato comienza a hablar de su fascinación por el cuerpo humano, por la inteligencia y por esa capacidad de asombro que poseen todas las personas.  La Muerte, en cambio, solo observa y permanece callada e inexpresiva.

Es un viaje bastante largo, y La Vida no para de hablar. Su tono se vuelve más pausado cuando toca el tema de los sentimientos y las emociones, pues representa todo un enigma que requiere ser analizado con calma. El conductor a ratos presta atención y otras veces muestra enfado y desgano. La Muerte, quisiera intervenir indicando que es importante lo que La Vida le está enseñando, sobre todo en cuanto al tema del enojo, la culpa, la depresión y la ansiedad, pero no se atreve.

Ya han recorrido más de la mitad del camino cuando La Vida pregunta al conductor si es feliz, y cuáles son sus expectativas para el resto de su transitar por el mundo. Él se sorprende. Nadie le había hecho esa pregunta antes y no sabe que contestar. Tras una larga pausa, confiesa que su vida le parece monótona, vacía y sin un rumbo fijo. Al ver por el retrovisor la expresión de asombro de sus dos pasajeras, añade que tal vez haga algunos cambios, aunque en realidad no sabe bien como empezar. Solo tiene claro que debería dejar de fumar y de beber.

Durante un buen trecho, los tres personajes viajan en silencio, cada uno sumido en sus propios pensamientos. La Vida, inquieta y alegre, termina por sentirse incómoda y decide romper el silencio con el tema de sueños e ilusiones. El chofer les confiesa que ha dejado muchas cosas inconclusas, y que la falta de dinero le ha impedido realizar algunos proyectos. Luego suspira hondo y en voz baja, admite que renunció a algunos sueños de su adolescencia, convencido de que ya era demasiado tarde para retomarlos.

El chofer conduce a una velocidad arriba de los límites permitidos, aunque con muy buena destreza al volante, pero mientras reflexiona sobre lo que ha dejado inconcluso en su vida, acelera más y más, al grado de tener que frenar abruptamente un par de veces. Sin darse cuenta, enciende un cigarrillo, y baja la ventana para dejar escapar el humo. Por el espejo retrovisor nota las miradas fijas de La Vida y La Muerte, que parecen recordarle algo que él mismo acaba de olvidar…. pero las ignora.

Entonces La vida cambia a un tema que considera de mucha valía. Con una actitud optimista, aunque con un tono sereno, le dice que, si desea una vida larga y plena, debe cuidar su cuerpo y su mente, alimentarse bien, hacer ejercicio, disfrutar y agradecer lo que tiene. Le habla también de la importancia de dejar una huella positiva en su entorno, de dar amor, de ser empático, de ser bondadoso y de compartir el conocimiento que otorgan los años. Pero el conductor se muestra impaciente y molesto. La vida decide guardar silencio.

Al aproximarse a una ruta de curvas pronunciadas, La Vida decide concluir su viaje. Se despide con una sonrisa y desciende. La muerte, entonces, toma la palabra por primera vez y le da instrucciones al conductor para continuar hacia un nuevo destino.      


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jueves, 23 de octubre de 2025

 

Del libro: “El lado fácil de la gente difícil” de César Lozano

 

¿Cómo te gustaría ser recordado?

  




Hoy sería un buen ejercicio el siguiente:

 

1.       Pregunta a la gente que verdaderamente te conoce ¿Cuáles características valoran más en ti? ¿Qué acciones o actitudes aprecian en tu persona? Si tardan en contestar, tal vez te espera un trabajo arduo en los próximos días.

 

¿Qué es lo que más les agrada de ti?

¿Qué recuerdan de ti respecto a tus acciones del pasado?

¿Qué disfrutan más de ti en la actualidad?

Ése será un excelente inicio para conocerte y dar el siguiente paso.

 

2.       Haz tu epitafio sin pensar que se leerá después de tu muerte, lo cual siempre causa incertidumbre y temor por enfrentarnos a lo desconocido. No tanto por la muerte en sí, sino por el ¿Cuándo y cómo será? Hay quienes repiten una y otra vez que no temen morir, lo cual no dudo, pero en el fondo de nuestro corazón siempre se alberga el temor de ese momento, dónde será y qué hay después de ese paso que todos daremos.

 

3.       Analiza la congruencia entre tu epitafio y la vida que actualmente llevas. Identifica si tus acciones inciden con la forma en que te gustaría ser recordado por familiares, amigos y conocidos.

 

4.       Como complemento a este ejercicio, sé honesto y piensa qué cambios requieres para ser recordado con admiración.  ¿Qué debo hacer desde hoy para que mi familia se exprese de mi de la mejor manera? Para que jamás bajen la cabeza con vergüenza ante la vida que llevamos.


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jueves, 16 de octubre de 2025

Del libro “Joderillo Una luz en la oscuridad” de Fidel Alcántar Pérez - EXITO

 

Del libro “Joderillo  Una luz en la oscuridad”  de Fidel Alcántar Pérez

 


- Primero, deben tener en cuenta que “el éxito” no distingue razas, no es parcial, no está reservado para unos cuantos; está disponible para quien lo desee.  Así como hemos escuchado a mucha gente decir que solo en el diccionario encontrarás “el éxito” antes que “trabajo”, de la misma manera, solo en el diccionario encontrarán “fama” antes que “preparación y perseverancia”.

Gustavo y Joderillo tomaban algunas notas mientras Jackie hablaba.

Define tu meta y visión.  Debes saber hacia dónde vas, hacia dónde quieres llegar.  De lo contrario, te va a suceder lo que a aquel señor que le pregunta a otro: “Oiga, amigo, ¿por aquí voy bien?, y el otro responde: “¿Y a dónde quiere ir?, “Pues no sé”, dice el amigo, “¡Ah, entonces va bien, siga por ahí”!

Debes tener fe.  Cree en ti, pues nadie lo hará por ti.  Tendrás que empezar a pensar que sí se puede.  Visualiza el final que tú quieres y así será.

Aprovecha el fracaso.  Debes estar consciente de que en ocasiones tal vez caigas, pero si quieres seguir adelante tendrás que levantarte.  El fracaso puede ser tu gran aliado si lo recibes como una gran oportunidad para crecer, en ese omento se convierte en tu amigo y obtienes un buen aprendizaje.

No te pongas límites.  Nunca pierdas de vista la meta porque entonces tropezarás en cualquier obstáculo; si encuentras alguno, simplemente evádelo, rodéalo, concéntrate en la solución, no en el problema, el cual es el obstáculo en sí mismo.

Fortalece tu voluntad.  ¿Con cuál actitud enfrentas la vida?, ¿quieres lograrlo o no? Pule tus hábitos y convierte los malos en buenos o sencillamente deséchalos.  Camina con disciplina.

Sé responsable.  Acepta tus errores, no busques culpables. Alguien dijo que solo los mediocres no aspiran a superarse.

Sé honesto.  No pretendas justificarte, primero entiende y sé responsable de tus acciones.

Aprovecha el tiempo.  Tendrás  éxito cuando utilices el tiempo para pensar y ser creativo; fracasarás cuando desperdicies el tiempo en lamentos y buscando compasión.  No trates de administrar el tiempo, administra tu vida; lo importante es saber qué vas a hacer con las veinticuatro horas que tiene cada día, y con frecuencia haz y responde las siguientes preguntas:  ¿Cómo lo estoy haciendo?, ¿para qué lo estoy haciendo?

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jueves, 9 de octubre de 2025

Del libro “El Método H.A.B.L.A” de Álvaro Gordoa - Audiencia

 

Del libro “El Método H.A.B.L.A” de Álvaro Gordoa

 



Toda audiencia desea sentirse incluida; desea saber que la conoces y que estás jugando de local. Cuando viajo a dar conferencias, aprovecho los tiempos muertos y las charlas informales para analizar a la audiencia sin que ella sepa que la estoy examinando. Hace poco, una sociedad universitaria me invitó a participar en su congreso académico anual. Durante el traslado del aeropuerto y mientras cenábamos, los jóvenes organizadores me contaron de todo: desde que estaba detenido el proyecto de la alberca del campus por un problema sindical, hasta que me extendían la invitación para asistir la siguiente noche a su fiesta de clausura en el Blush, el antro de moda. Al día siguiente me perdí la fiesta pues tenía que volar a otra conferencia, durante mi ponencia saqué a relucir el problema de la alberca, y aproveché para decirles; “¿Están cuidando su imagen? Respóndanmelo mañana cuando vayan saliendo del Blush”, con lo que logré la risa y empatía de la joven audiencia.

Y es que debemos adecuar nuestras formas a las características de los receptores. Según a quién nos dirijamos y qué deseamos conseguir, usaremos los códigos de comunicación más oportunos. La forma debe de ser una ayuda para la comprensión del fondo, por eso nunca olvides que nuestra comunicación siempre debe ser una CBA (Comunicación Basada en la Audiencia).

Para lograr esto, existe un acrónimo que considero muy útil para analizar a nuestro público y que ocupo cada vez que voy a hablar. Basta con seguir las letras de la palabra AUDIENCE (Laskowsky, 2001):

Análisis.  ¿En el marco de qué evento estás hablando y por qué estás hablando tú?

Understanding (Comprensión). ¿Cuál es el nivel de conocimiento que la audiencia posee sobre tu tema?

Demográficos. ¿Cuál es la nacionalidad, el lugar de residencia, la edad, el sexo, el nivel socioeconómico de la audiencia?

Interés. ¿Qué los motivó a asistir?, ¿pagaron, los obligaron, los invitaron, etcétera?

Environment (Ambiente). ¿Cómo es el lugar donde trabajas, cuánta gente habrá, usarás micrófono, te estarán transmitiendo por streaming en otro lugar?

Necesidades. ¿Qué necesita la audiencia de ti o qué necesitas tú de ella? Es todo lo que hablamos en la definición de objetivos.

Customized (Personalizado). ¿Sobre qué temas puedes hablar o qué dinámicas puedes hacer para conectar mejor con la audiencia? Ejemplo, casos, aplicaciones, noticias, objetivos particulares del evento, etcétera.

Expectativas. Todo lo relacionado a la expectación de la que hablamos en el modelo psicoemocional.

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jueves, 2 de octubre de 2025

 

IMAGINA  Autora:  Alicia Campos Vera

 




Imagina que, por alguna razón tu visión se ha deteriorado al 50%, al igual que tu audición. Además, a partir de HOY ya no tienes trabajo. También te has dado cuenta que tus pies y piernas son frágiles, ya no pueden sostenerte de pie por mucho tiempo. ¿Puedes imaginarlo?

Ahora bien, todos tus excompañeros de trabajo y amigos en general, se han mudado a otros países donde continúan con sus vidas sin hacer contacto contigo, y los extrañas demasiado; pero lo peor del caso es que vives solo (a).

Cuando sales a la calle, notas que las personas hablan otro idioma que no comprendes. ¿Puedes imaginar cómo sería tu vida si de repente todo cambiara tal y como te lo he descrito? ¿Qué harías?

 

Algo similar ocurre con los ancianos, sus facultades físicas y mentales se deterioran, dejan de trabajar y ya nadie les llama o visita, y cuando por fin ven a sus hijos o nietos, éstos hablan de avances tecnológicos que ya no comprenden. Ante dicho panorama, y al no poder dialogar con nadie, se empiezan a aislar, a no encontrarle sentido a vivir y terminan por deprimirse.

 

No abandones a los ancianos, porque son sabiduría pura.  Habla con ellos sobre su historia de vida, sus triunfos y fracasos, sus sueños cumplidos y los no cumplidos, sobre sus preocupaciones, sus anhelos, y la huella que han dejado al transitar por este mundo. También puedes ayudarlos a ejercitarse física y mentalmente, muchos todavía tienen la energía suficiente para salir a caminar, realizar juegos mentales, bailar, divertirse con juegos de mesa, y aprender algo de la nueva tecnología.

 

EN CONCLUSION: IMAGINA un mejor panorama lleno de amor hacia a los ancianos, en realidad ellos no necesitan mucho, solo buena compañía, cariño y respeto.

 

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