jueves, 13 de febrero de 2025

Del libro “Por el placer de vivir” de César Lozano - El enamoramiento

 

Del libro “Por el placer de vivir”  de César Lozano

 



En la etapa del enamoramiento todo lo vemos color de rosa. Vemos en nuestra pareja cualidades que tal vez no tenga, pero como la idealizamos, todo en ella nos parece maravilloso y no toleramos crítica alguna que pueda dañar la imagen del ser querido. Al respecto, le dice una amiga a una novia enamorada:

  Oye ¡que enojón es tu novio! ¡Qué mal te trata, siempre a gritos y con ofensas!

– ¿Tú crees? –  le contesta – ¡Pero en el fondo es muy bueno!

– Se me hace – le dice la otra – que a tu novio no le gusta trabajar; nunca vemos que haga algo.

– No creas eso – contestó la enamorada –, lo que pasa es que no ha encontrado el trabajo adecuado, un trabajo de acuerdo con su personalidad. En todos los lugares lo han tratado muy mal y por eso no dura, pero no es flojo. Solamente tiene cuatro años que no encuentra el trabajo ideal. Además, él nació para ser jefe, no para empleado.

¿Así o más bruta? Lo más grave es que ¡es una historia real!

El enamoramiento nos hace ver cualidades en tal o cual persona, y pasamos por alto sus defectillos, hasta nos caen en gracia. Todo en esa persona es aceptable, todo en ella es gracioso, pero la realidad es otra. El verdadero amor nos hace ver y aceptar a la persona reconociendo sus cualidades y sus defectos. Con el trato y el tiempo nos damos cuenta de que si aun con sus defectos y mis defectos el amor y la disposición pueden perdurar para seguir juntos.

Cuando una relación se basa solamente en vivir y disfrutar el momento, sin pasar de lo emocional a lo cerebral, se corre el riesgo de enfrentar en poco tiempo desilusiones y frustraciones, porque podemos descubrir en el ser que idealizamos ciertas actitudes que se convierten en un verdadero martirio y por eso se fuga la felicidad.

Por esas y otras razones, es de suma importancia estar juntos durante un tiempo razonable, cuando menos para que afloren las virtudes y defectos antes de pronunciar el “Sí, acepto”.  Decidir la convivencia para siempre con alguien implica gran responsabilidad en la pareja, renunciar al ego de ambos, mutua tolerancia, para que después no sientan que están durmiendo con el enemigo.

Eso lo viven miles de mujeres y hombres en el mundo; todos tenemos libre albedrío para elegir con quien compartir nuestra vida, formar una familia o vivir en la soltería. El resultado depende de la buena elección que hagamos.

Desde el principio, hay puntos que la pareja debe aclarar durante el noviazgo, con el fin de fincar un sólido matrimonio:

* ¿Cuántos hijos tener?

* ¿Qué importancia tiene la religión en su vida y en la de sus hijos?

* ¿Cuál es el rol que llevaremos en cuanto a orden, limpieza y recursos económicos?

* ¿Cómo ven la relación con los padres de ambos y qué tanto participan en las decisiones de ellos?

* ¿Hasta dónde llevar la convivencia con mascotas?

* ¿Afrontarán por igual las actividades en el hogar?

* ¿Trabajarán fuera del hogar los dos o sólo uno?

* ¿Están llevando un noviazgo en armonía?

* ¿Si alguno de los dos tiene vicios (alcoholismo, tabaquismo, drogas, etcétera), está dispuesto a padecerlos solo o buscar juntos la solución al problema?

* ¿Cómo se llevan con sus padres y hermanos?

* ¿Cuál es su actitud cuando conduce un vehículo? (son muy similares las actitudes que tendrá en otros aspectos de la vida)

* ¿Cómo resuelven sus diferencias con otras personas?

* ¿Sus tratos son siempre honestos?

Estas aclaraciones son básicas y no deben pasarse por alto. Además, hay otras consideraciones muy importantes para tomarse en cuenta: los sueños, los anhelos, los proyectos de vida, la fijación de metas, los celos, el tener un camino planeado donde caminarán juntos.

Lo anterior nos permitirá tener una idea de la vida en común, visualizar cómo se comportará él o ella en el matrimonio sin cegarse con la idea de que los vicios se curarán cuando estén juntos por el amor que se tienen; o un comportamiento agresivo o indiferente desaparecerá como por arte de magia el día de la boda.

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jueves, 6 de febrero de 2025

Del libro: “¡Con golpes NO! De Martha Alicia Chávez - Querido yo

 

Del libro: “¡Con golpes NO!  De Martha Alicia Chávez

 

 


Ejercicio 4.  Querido yo

 Toma dos hojas de papel y un bolígrafo. En la primera hoja redactarás una carta usando la mano que normalmente no utilizas (si eres diestro escribirás con la izquierda, y viceversa); quien la escribe será tu niño interior y la dirigirá hacia ti, comenzando con “Querido Fernando” (usa tu nombre).  Puede ser un poco complicado, ya que es probable que no tengas mucha práctica escribiendo de esta forma, pero no hay un mínimo o máximo para tu carta; puede ser un párrafo o lo que tu niño prefiera escribirte. No importa que no sepas cómo comenzar, simplemente permite que fluyan las palabras. Al finalizar, en la parte inferior escribe tu nombre, como te decían de niño, como remitente. Al terminar, léela en voz alta.

Posteriormente toma la segunda hoja; ahora le contestarás a tu niño, escribiendo con la mano que normalmente utilizas, comenzando con: “Querido Fer” (usa tu nombre). Date permiso de decirle a tu niño todo lo que te nazca, no hay límite para tu redacción. Al final escribe tu nombre y agrega tu firma. Lee tu carta en voz alta.

Puedes hacer este ejercicio las veces que desees cuando tú lo prefieras. Es muy sano mantener una comunicación con tu niño, pues aun cuando tengas ochenta años existirá dentro de ti un niño curioso, espontáneo, con miedos e incertidumbres que siempre necesitará ser amado.

Para liberar tu corazón y tu mente, el primer paso es que quieras hacerlo. Reinvéntate cada día y date la oportunidad de aprender de tus caídas; la vida es un instante para cargar la enorme lápida firmada por el pasado, y soportarla sólo hará más cansado tu camino.

No niegues lo que fuiste; más bien intégralo a ti, deja de controlar tus emociones y mejor aprende a manejarlas. Ya no excluyas los recuerdos difíciles, mejor resignifícalos y valóralos como maestros, y deja de ser una víctima y reconócete como un ser de infinitas capacidades.

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jueves, 30 de enero de 2025

Del libro “Por el placer de vivir” de César Lozano - Ofensas

 

Del libro “Por el placer de vivir”  de César Lozano

 


Recuerdo la historia de aquel niño que llega muy molesto a su casa porque en la escuela su maestro lo había ofendido al no contestar correctamente en clase. Llega tan molesto que va con su madre quien se encontraba en la parte posterior de la casa lavando, y le dice: 

“Mamá, estoy tan enojado con el maestro por lo que dijo. ¡Lo odio mamá! ¡Lo odio con todo mi corazón!”

“Hijito, veo que estás muy enojado y sientes mucha rabia, ¿verdad?, le preguntó la mamá.

“¡Sí, mamá, mucha rabia!”

“¿Ves esa bolsa llena de carbón?, preguntó la mamá.  Avienta los trozos de carbón a la sábana aquella que lavé y está secándose al viento. Hazlo con todo el coraje que sientas.”

“¿En serio, mamá? ¿Puedo hacerlo de verdad?”

“¡Sí, claro! ¡Hazlo! ¡Desahógate si es lo que tú quieres!”

Entonces el niño empezó a aventar uno a uno los trozos de carbón y, obviamente, no todos los trozos daban en el blanco, en la sábana que ondeaba a lo lejos.

Al terminarse la bolsa completa, le dijo su mamá:

“¿Te sientes mejor?”

“Sí, mamá, me siento mucho mejor.”

“Mira la sábana, le dijo la señora. Casi ni se manchó porque muchos trozos no dieron en el blanco. Ahora voltea y mírate a ti mismo. ¿Mírate cómo estás! ¡Totalmente manchado de negro!

Hijito, dijo la mamá.  Eso es precisamente lo que sucede cuando lanzas ofensas contra otras personas, el más dañado tarde que temprano eres tú mismo.”

 

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lunes, 20 de enero de 2025

 

Regreso al trabajo después de una pérdida significativa. (Autora: Alicia Campos Vera)


Reanudar actividades después de haber perdido a un ser querido, es lo más recomendable.  Para el doliente puede ser difícil y doloroso, y para los compañeros de trabajo suele resultar incómodo, al no saber cómo actuar, así que aquí te comparto algunas sugerencias:

Para el doliente:

Nadie, absolutamente nadie va a entender como te sientes, por mas detallado que se lo describas, no va a entender por lo que estás pasando; pero todos, entenderán que hay dolor y tristeza. Por lo tanto, tú decides que tanta información proporcionas y a quien. Por otro lado, si no te sientes con ganas ni de hablar, puedes informarle a tu jefe, o tus compañeros y amigos mas cercanos, que te den tu espacio, que no te pregunten, que no te abracen, que no te den el pésame, o lo que creas que te pueda incomodar, y puedes indicar que conforme vayas procesando tu duelo y te sientas mejor, tú se los harás saber.

Si te sientes torpe o sin poderte concentrar en tus tareas, háblalo con tu jefe. O si cometes un error ante un cliente, puedes disculparte y agregar que tuviste una pérdida significativa recientemente, que pudiera estar afectando tu desempeño, e igualmente comunícaselo a tu jefe, solo para que traten de entenderte.

 

Para los compañeros de trabajo:

No le digas, “sé cómo te debes sentir, porque no lo sabes; puedes tener una idea de cómo TÚ te sentirías o te sentiste, en alguna situación similar, pero no puedes asegurar el cómo esa persona se siente.

Prohibido decir “échale ganas, porque minimizas su esfuerzo.

Evita preguntar de que murió, como murió, etc. (espera que la información provenga del doliente).

Por ningún motivo des consejos no pedidos, y evita dar órdenes como: “no llores, no la dejas descansar”, “no vistas de negro”, “ya saca sus pertenencias…”, etc.

Por lo general el doliente no quiere comentarios que le recuerden su pérdida, solo quiere que respeten su privacidad, su tristeza, su coraje, y a veces solo quiere compartir (sacar) su dolor, sin ser juzgado, criticado o comparado. El que decir o que hacer, va a depender del grado de cercanía o vínculo afectivo que tengan. A veces, una mano en el hombro puede ser suficiente para mostrar presencia y afecto. La frase “mis condolencias” es preferible a “mi mas sentido pésame”. Antes de abrazar al doliente, pregúntale si puedes hacerlo y respeta su decisión.  También puedes preguntarle si quiere hablar sobre lo ocurrido. Y si en verdad no sabes ni que decir, puedes sincerarte diciendo algo como “supe de tu pérdida, pero la verdad no sé que decir”.  Por último, las tarjetas de pésame se recomiendan, porque el doliente las leerá cuando esté listo.

En conclusión: El doliente tiene derecho a procesar su duelo como mejor le funcione y sus compañeros de trabajo a respetar sus decisiones y… entre menos digan, mejor.

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jueves, 16 de enero de 2025

Del libro “Joderillo Una luz en la oscuridad” de Fidel Alcántar Pérez - Mantenimiento

 

Del libro “Joderillo  Una luz en la oscuridad”  de Fidel Alcántar Pérez

 



– Como ustedes saben, jovenzuelos, un automóvil debe recibir ciertos cuidados y atenciones para que continúe en buen estado; en una palabra, requiere “mantenimiento”.  ¿Qué sucede si ignoramos las condiciones del vehículo? No pasará mucho tiempo cuando se inicien los primeros síntomas de agotamiento, y si continuamos necios a no brindarle atención, llegará el momento en que su energía mecánica será nula. Pero si, con la debida frecuencia y calidad necesaria e indispensable dieran servicio a su vida, es decir, estuvieran dispuestos a hacer un cambio, con toda seguridad tendrían la fuerza que es menester y el intelecto disponible para dar los pasos hacia delante que les permitan alcanzar la cima del éxito.

Cambien el aceite para que sus emociones puedan liberarlos de cualquier fricción. 

Renueven el agua y agreguen un anticongelante para evitar que se transformen en locos y tontos iracundos.

Reemplacen las bujías de su cerebro para que puedan pensar antes de actuar y no cometan torpezas intelectuales.

Coloquen los filtros necesarios para atrapar la envidia y la avaricia. 

Revisen su sistema de frenado para que la prudencia y la concordia los acompañen durante el recorrido.

Viertan líquido para el volante, el cual les ayudará a mantener el control de sus maniobras, y dirijan sus acciones atinadamente.

Finalmente no olviden el conducto del escape para que arrojen el tóxico egoísmo de su alma.

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viernes, 10 de enero de 2025

Del libro “Dios nunca parpadea” de Regina Brett - No compares tu vida

 


Del libro “Dios nunca parpadea” de Regina Brett

No compares tu vida…

 


Puedes ser cualquier cosa – doctor, abogado, trabajador social, alcalde, presidente, columnista –, ¿pero por qué no descubrir tu llamado?

No importa lo que te ha sucedido, importa lo que haces con los que te ha sucedido. La vida es como un juego de póquer. No puedes elegir las cartas, pero depende de ti totalmente cómo juegas tu mano. Una de mis líneas favoritas en la película Harry Potter y la cámara de los secretos es cuando el gran sabio Dumbledore le dice a Harry: “No son nuestras habilidades las que muestran quiénes somos realmente. Son nuestras decisiones”.

La elección, no la casualidad, es lo que determina tu destino. Depende de ti decidir lo que vales y cómo eres significativo para el mundo.  Nadie más tiene tus dones, tu serie de talentos, ideas, intereses. Eres un original, una obra maestra.

Muéstrale al mundo el milagro de tu ser. Fíngelo hasta lograrlo. Todos fingimos. Los más grandes escritores se levantan todos los días sobrecogidos por el temor de no poder volver a escribir otra palabra interesante. Los líderes de negocios más importantes se levantan preguntándose si hoy es el día en el que el mundo descubrirá la gran farsa que representan. Los lideres religiosos más importantes luchan diariamente con la fe. Los grandes líderes políticos se preocupan de que cada decisión les cueste la siguiente elección.

Nadie se siente con una confianza o una seguridad absoluta. Obtenemos sólo pequeños destellos de ello. Todos tenemos miedo de cometer el error que arruine nuestras vidas. Probablemente no haya tal cosa. Incluso si cometiéramos cada uno de los errores que, según nosotros, nos arruinarían, nuestra vida no se vendría abajo. Sólo cambiaría.

Todos tenemos miedo de estar haciendo mal las cosas, de no agradarle a la gente, de no ser lo suficientemente listos, lo suficientemente buenos, lo suficientemente exitosos, lo suficientemente atractivos.  No luches contra ello.  Conviértelo en un miedo como de montaña rusa. Disfruta los saltos, las curvas pronunciadas, las subidas y las bajadas, las sacudidas que casi te hacen sacar el almuerzo. La vida te pateará como si fueras el balón del Mundial de futbol. Mantén tu rebote. Disfruta el paseo. El miedo y la emoción se llevan muy bien.

No intentes ocupar el lugar de nadie más.  El mundo no necesita que seas la Madre Teresa, Gandhi, Martin Luther King, Michael Jordan, Maya Angelou o Bill Gates. El mundo necesita que seas tú.

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lunes, 6 de enero de 2025

¿Debo ir al funeral de mi ser querido? Autora: Alicia Campos Vera

 ¿Debo ir al funeral de mi ser querido?  Autora:  Alicia Campos Vera


¿Debo ir al funeral de mi ser querido?

 

Los rituales funerarios son una forma de despedir al ser querido, de expresar amor, admiración, respeto, etc.  Son costumbres y tradiciones, familiares, sociales y culturales, que pueden unir a familias en su dolor, recuerdos, sentimientos mutuos, y despedida del ser amado.

El sepelio suele ser la parte mas dolorosa, ya que confirma y valida que la persona ya no estará nunca mas físicamente en este mundo, pero no deja de ser una forma de ayudar al doliente a aceptar y procesar su pérdida, a concientizarlo de su nueva realidad y también a iniciar su proceso de duelo acompañado de quienes se unen con sentimientos similares.

Ahora bien, NO ES OBLIGACIÓN asistir a dichas ceremonias y actos solemnes (misas, funeral, entierro), es una ELECCION PERSONAL el atender, o no ir a los rituales funerarios.   Hay muchas formas de despedirse del ser amado, y de procesar el duelo a su debido tiempo, y debemos RESPETAR las decisiones de cada quien. Ya bastante tiene el doliente con el peso de la pérdida y los sentimientos y emociones asociados a la misma, como para agregarle la crítica y la presión social y familiar, por no ser partícipe de dichos rituales.

Como doliente estas en todo tu derecho de elegir no ir al velorio.  Para algunos puede representar un sentimiento tan fuerte, que rebasa su umbral de dolor y hasta pudiera afectar su salud. Para otros es demasiado incómodo el aroma a flores, incienso y velas de la funeraria. También puede ser una forma de negar la pérdida, o evitar el sentir su partida (lo cual se puede trabajar más adelante). Otros simplemente pudieran sentir que ya completaron la despedida en casa o en el hospital. Algunos prefieren recordarla como era en vida y vivir su duelo de forma muy privada.  Hay quienes se niegan a asistir, pues en el fondo creen que es una forma de “castigar” a quien tal vez les hizo daño en vida. Sea cual sea la razón, es una decisión muy personal que se debe respetar, pues en ese preciso momento es lo que mejor le funciona.  Y si con el paso del tiempo llega el arrepentimiento o la culpa de no haber asistido, hay formas de trabajarlo.

En conclusión, tú decides si quieres ir, si puedes ir, o si estas listo para asistir al funeral y sepelio de tu ser querido.  Debes hacer lo que mejor te funcione en el momento de la pérdida, y también asegurarte de no tardar mucho tiempo en trabajar completamente tu duelo, para que quede sanamente cerrado ese capítulo de tu vida. 

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