jueves, 11 de enero de 2024

 

Del libro “Comienza siempre de Nuevo” de Jorge Bucay

 

Perseguir tus deseos

 




Nadie puede conquistar de inmediato todas las cosas que le pasen por la mente, de hecho, algunos nunca alcanzarán el logro específico que desvela sus noches más oscuras.  Esto es cierto, y sirve para demostrarnos que, afortunadamente, no somos omnipotentes. Sin embargo, hay otra manera de analizar el vínculo entre lo deseado y lo que acaba sucediendo.

Alguna vez le preguntaron a su santidad, el Dalái Lama, si llegaría el día en que su pueblo, sometido dese hace más de medio siglo a la ocupación china, pudiera cumplir su deseo de justicia y recuperar un Tíbet independiente.  “Estoy seguro de que así será – dijo el Dalái –, lo que no podemos saber es cuándo.”  En sus conferencias, más de una vez, este líder espiritual ha sostenido que cualquiera de nosotros puede lograr lo que de verdad desea, y lo hará si sabe que le corresponde por derecho, si confía en que es honesta la fuerza que genera su vehemente deseo, y sobre todo… si abandona la urgencia.  Para ilustrar esta reflexión le cuento una historia real:

El legendario actor, Bob Hope, contaba que, desde niño, su sueño fue el cine.  Ser un comediante aplaudido en clubes de tercera categoría era importante, pero soñaba con la “pantalla de plata”.  Un día, alguien que confiaba en él le consiguió un papelito en una película de Warner Bros.  Tenía que pronunciar apenas dos frases en una aparición de 52 segundos, de los cuales la mitad estaba de espaldas, pero para Bob era el cumplimiento de su más ambiciosa fantasía.  Hacerlo le encantó; sin embargo, una aparición tan fugaz no alcanzaría ni para comenzar una carrera en el mundo del cine.  Hope esperó el milagro de una nueva llamada, pero nada de eso sucedió.

¿Cómo conseguir que lo volvieran a llamar? Era lo que más deseaba en el mundo y tenía que lograrlo… Pero mientras su momento llegaba, si llegaba, tenía que seguir ganándose la vida, ya que no podía esperar que la gran oportunidad golpeara su puerta.  Así, Bob aceptó un trabajo como comediante, en gira por medio centenar de bares a lo largo y ancho de Estados Unidos.  Trabajaba cada noche con la mitad de sus sentidos puestos en divertir al público, pero con la otra mitad al servicio de una idea obsesiva: conseguir que algún director de casting de Warner Bros. recordara sus virtudes interpretativas y lo convocara. Sabía que tenía lo necesario para ser un gran humorista.  ¿Cómo hacerlo saber a quien era necesario que lo supiera?

De pronto, tuvo una idea y la llevó a cabo:  en cada ciudad en la que trabajaba mandaba dos o tres cartas a Warner Bros.  En todas decía más o menos lo mismo:  “He visto la última película de la Warner, me ha encantado. ¿Quién es ese joven tan simpático que aparece al final de la película? Se ve que tiene pasta de buen actor:  Mis amigos y yo quisiéramos verlo en algún nuevo papel”.  Y luego Bob acababa firmando con un nombre cualquiera.

Hope gastaba mucho dinero en sellos; pero se decía a sí mismo que se trataba de una inversión.  Y realmente lo que sucedió después le hizo pensar que su esfuerzo había tenido su recompensa. A los tres meses, cuando llevaba más de cuarenta ciudades recorridas y más de cien cartas, la Warner lo llamó y le ofreció un papel.  Le proponían casi un papel protagonista y el contrato resultaba tentador.  El día de la firma. Bob Hope deslizó un comentario para evaluar el peso que había tenido su estrategia:

-          ¿Qué les hizo pensar en mí? – preguntó.

El mayor de los hermanos Warner contestó:

-          Pensamos que cualquiera que se tome el trabajo de viajar tanto, gaste tanto dinero en sellos y sea capaz de mandar más de cien cartas hablando tan bien de sí mismo…. ¡merece una oportunidad!

 

La confianza de Hope en sí mismo le permitió mantener su esfuerzo y una actitud positiva ante las circunstancias más adversas. Su historia es un ejemplo para que nos atrevamos a luchar por nuestros objetivos.  Esto es posible, si este deseo es propio y no el reflejo de una necesidad ajena.  En el trayecto encontraremos obstáculos, pero también descubriremos las herramientas que nos permitirán alcanzar nuestra meta.

 

Rodearnos de mensajes positivos y optimistas será de gran ayuda, pero requerirá de la fortaleza que sólo aparecerá si nosotros mismos creemos en nuestro potencial para actuar y llegar a obtener lo que deseamos.

 

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