Del libro “Cómo controlar la IRA” de M.K. Gupta
Actitud indiferente de los demás
Algunas veces te enojas de que algunas autoridades cívicas, responsables de proveer y mantener los servicios (agua, alcantarillado, teléfono, electricidad, carreteras, parques, coladeras, etc.) son descuidadas y negligentes en su trabajo, causando sufrimiento y riesgos para las personas de la ciudad. Constantemente acusamos a estas autoridades y a su personal en general de ser corruptos y descuidados y esto provoca que nuestra presión arterial permanezca constantemente alta.
También en este caso, la razón de que se altere tu temperamento es la suposición de que eres perfecto mientras que el resto del mundo es totalmente corrupto e irresponsable. También deberías estar consciente de la realidad si quieres reducir tu ira. La verdad es que el mudo es una mezcla de gente buena y mala. Siempre habrá alguien descuidado y deshonesto y habrá más si no empezamos a jugar nuestra parte en tratar con ellos de manera apropiada.
Acusar y maldecir
a los demás y a nosotros mismo, simplemente no ayudará. Si existe alguna negligencia, nuestro deber, como personas iluminadas, es
levantarnos de nuestro asiento, acercarnos a las autoridades
correspondientes, escribirles cartas y si es necesario, hasta ir a hablar con
ellos.
Mediante estos
esfuerzos, alguna acción definitivamente surgirá aun si no es de tu entera
satisfacción.
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