Del Libro “Las 3 promesas” de David J. Pollay
Cree en tu éxito y créalo
Hace unos cuantos
años asistí a una fiesta. Un pequeño
grupo de amigos nos encontrábamos en el recibidor y uno de ellos se giró hacia
mí y me preguntó:
-
¿Cuándo
saldrá tu libro?
-
Está
casi listo; va por la fase de edición – respondí.
-
¿Tienes
editor?
-
Un
editor de Nueva York está revisando mi propuesta de libro y el manuscrito.
-
Entonces,
uno de los invitados que conocí esa noche intervino:
-
Es
difícil publicar un libro – dijo –. Mira
lo que le pasó a John.
-
John
era el anfitrión de la fiesta, y estaba ocupado presentando invitados en otra
sala.
-
¿Qué
le ocurrió a John? – pregunté.
-
Escribió
un gran libro – dijo el invitado –; yo lo leí.
Hizo una pausa
para tomar un sorbo de vino. Después
sacudió la cabeza lentamente:
-
John
tenía todos los contactos. Conocía a
todos los editores. Conocía a todos los
agentes. Y aun así no pudo conseguir que
nadie le publicase el libro.
-
Pues
qué lástima – dije.
-
Sí. Te lo digo porque es difícil.
-
Sí,
es lo que tengo entendido. – Después
pregunté –: ¿Podría publicarse todavía el libro de John?
-
¡Oh,
sí! Es genial. Aún se está a tiempo.
-
Tal
vez podría volver a intentarlo.
-
No lo
sé. La economía está muy mal.
-
Sí,
no está muy bien.
-
Mira
los despidos en las editoriales. No son
buenos tiempos para presentarse con un libro. – Se detuvo, como si se hubiese
dado cuenta de que no me estaba animando mucho.
Esbozó una sonrisa y dijo –: Bueno, espero que las cosas vayan bien con
el tuyo.
Creencias
No era la primera vez que oía a alguien presentar un escenario sombrío en
cuanto a las editoriales. Había
escuchado otras versiones de la misma historia:
no es fácil publicar un libro (de hecho, no es fácil escribir un
libro). Hay más personas que fracasan
que personas que triunfan a la hora de publicar un libro. La verdadera pregunta era: ¿yo triunfaría o fracasaría?
He aquí la respuesta: podía haber ocurrido cualquiera de las dos cosas, en
función de lo que yo creyese. Si me
hubiese centrado en lo que decía el amigo de John, me habría auto-convencido de
que publicar un libro es difícil (“mira lo que le pasó a John”). Aunque conociera a los agentes y editores
adecuados y tuviese una gran historia, no conseguiría que mi libro se
publicase. Mientras la economía no
mejorase, era poco probable que los editores gastaran dinero en un libro
nuevo. Las probabilidades estaban en mi
contra.
¿Son razonables estas creencias? Totalmente; todas ellas se basan en la
realidad. La pregunta es: ¿cuán a menudo, en nuestras vidas, lo dejamos
ahí? Alguien nos ofrece evidencias que
apoyan una creencia – en una conversación, en la televisión o en el periódico –
y lo aceptamos. Abandonamos nuestros
sueños y pasamos a ser “realistas”.
Tenía que llevar a cabo una elección.
¿Debía aceptar las valoraciones de los demás sin desafiarlas o
debía construir mi propio éxito? Si quería tener alguna oportunidad de
triunfar, tendría que generar mis propias evidencias que apoyasen la creencia
de que mi libro sería publicado, y, mejor aún, de que sería un éxito.
Observación
No mucho después de esa fiesta, Sterling, una competitiva editorial de
Nueva York, compró los derechos de mi libro.
Reciclaje emocional (el título
original es The Law of the Garbage Truck)
es a día de hoy un best seller internacional
que ha sido traducido a doce idiomas.
Acciones
¿Qué ocurre en tu caso? ¿Alguien te ha presentado argumentos creíbles
contra tus sueños? ¿Hay gente que ha manifestado dudas razonables en cuanto a
tus planes? ¿Qué vas a hacer? ¿Seguirás hacia delante y buscarás otro tipo de
pruebas que apoyen tu misión? ¿O serás
razonable y dejarás de luchar por tus sueños?
Ve adelante y genera tus propias pruebas.
Crea tu propio éxito. Sin duda,
tendrás días en los que surgirán las dudas – especialmente después de un
contratiempo –, pero pronto te darás cuenta de que un bache en el camino no es
sinónimo de fracaso. Estás comprometido con el éxito y sabes que
lo lograrás. Puede hacerlo. Sigue manifestándolo… Hacer
lo que amas es demasiado importante.
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