jueves, 25 de agosto de 2022

Del libro “Todo pasa.. y esto también pasará” de Martha Alicia Chávez. - Dejar ir las expectativas

 

Del libro “Todo pasa.. y esto también pasará”  de Martha Alicia Chávez.

 

DEJAR  IR  LAS  EXPECTATIVAS

               


 

“El problema no es tu ausencia, el problema es que te espero”, dice Ricardo Arjona en su canción El problema.  En efecto, después de la pérdida, aunque ésta sea tan clara como el agua y tan real como la verdad, seguimos esperando.  Esperando que alguien regrese, que cambie de opinión, que recapacite; esperando que lo que nos está sucediendo no sea verdad; esperando que hoy sí encontremos ese apreciado objeto que perdimos; esperando… esperando… esperando…

Pero tengo que decirte una verdad cruda y dolorosa: ¡SE ACABÓ!, ¡SE FUE!, ¡SE PERDIÓ!

El momento de dejar ir las expectativas es muy doloroso, aunque también muy liberador.  Una vez que hemos hecho todo lo que está en nuestras manos para cambiar las cosas, para recuperar lo perdido y no hemos podido lograrlo, más nos vale soltarlo, dejarlo ir con el cuerpo y con el alma en todos los niveles de nuestra existencia, porque si no lo hacemos, será muy difícil vivir en paz.

Óscar comparte con nosotros una experiencia en la que nos muestra una situación así:

Hace un año mi novia decidió terminar nuestra relación.  Dijo que estaba harta de mis celos.  Yo no podía creerlo, aunque era cierto que la celaba mucho, pero llevábamos casi tres años de novios y la relación era en general muy buena y amorosa.  Teníamos planes para casarnos y viajar, y hasta habíamos hablado de cuántos hijos tendríamos, dónde viviríamos y muchas ilusiones que se derrumbaron cuando me anunció que se acababa.

Le supliqué que no, que me diera otra oportunidad, que yo cambiaría, que haría lo que me pidiera, que ella podría hacer lo que quisiera, pero ella seguía firme en su decisión.  Me sentía morir, me deprimí muchísimo y pasaba las noches llorando y en el día no tenía ganas de nada, estaba seguro de que no podría ser feliz sin ella.  Cada día le volvía a suplicar, a prometer, a proponer, mas nada la hacía cambiar de opinión.  Aun así, yo hacía planes para ofrecerle nuevas propuestas, en espera de convencerla.

Empecé a ir con un psicólogo a terapia para que me ayudara a quitarme lo celoso, pero ahora sé que no lo hice por convicción, sino sólo para retenerla.  Y sin importar lo que yo hiciera, ella seguía igual.  Yo pensaba:  Tal vez mañana, tal vez ya que pase su menstruación porque anda muy sensible, tal vez el día de mi cumpleaños, tal vez si le llamo, tal vez si le dejo de llamar, tal vez si le pido a su mamá que la convenza”, y nada servía.  Todo eso me volvía loco, hasta que un día ella misma me habló de manera tan tajante que me hizo darme cuenta de la realidad; viéndome a los ojos, apuntándome con el dedo y casi gritándome dijo:  “¡NUNCA VOY A VOLVER CONTIGO.  HAGAS LO QUE HAGAS, NUNCA, NUNCA, NUNCA VAMOS A VOLVER, SE ACABÓ, FINITO, THE GAME IS OVER!”, y me siguió repitiendo eso varias veces más.  Me provocó un coraje tremendo y un dolor que me taladró el corazón; no obstante me sirvió para entender que tenía que aceptarlo y hacerme el ánimo porque si no me iba a llevar la fregada.  Fue raro ver cómo, en cuanto acepté que se había acabado, empecé a sentirme mejor y me “desatoré” para seguir adelante.  Ha habido momentos muy difíciles, he llorado mucho, me he culpado, pero ahora sí estoy yendo a una nueva terapia por propia convicción, pues sé que los celos me hacen daño y dañan a la gente que quiero, y estoy decidido a quitármelos de encima y ser una persona más sana y madura…. Lo que sí me impresionó es que, con todo y mi coraje y mi dolor, en cuanto entendí y acepté la realidad me sentí mucho más en paz, como liberado de algo.  Ahora sé que la vida sigue y quiero disfrutarla al máximo.  

                                                                                                                                                                                                                                                                                          Óscar.

 

 .

No hay comentarios:

Publicar un comentario