Del Libro “100
rebanadas de sabiduría empresarial” de Silvia Cherem
1.- Ser descendiente de sirvientes y campesinos
no es freno ni impedimento. Alcanza
quien sabe soñar, quien trabaja con disciplina y responsabilidad, quien no se
desanima.
2.- Con el ferviente deseo de destacar, de ser
alguien, los inmigrantes y los hijos de inmigrantes tenemos el mismo sello:
austeridad, ahorro y espíritu de lucha.
3.- Un emprendedor es alguien que lee. Leer abre la cabeza a otras ideas, a nuevos
mundos.
4.- Valen más los principios que el nivel de
educación formal. Una buena persona
puede aprender; una mala persona, aunque aprenda, no tiene remedio. Eso hay que tenerlo en mente cuando uno busca
socios o colaboradores.
5.- Hay que estar cerca de los hijos adolescentes
porque en esa época susceptible se toman las decisiones más importantes de
vida, son los momentos trascendentales que definen un futuro. Yo estuvo a punto de ser sacerdote y mi vida,
sin duda, hubiera sido otra.
6.- Es un mito creer que el ser humano aspira a
la igualdad. Lo que cualquiera quiere,
busca y espera es tener maestros de quienes aprender, gente admirable de carne
y hueso que muestre el camino y sirva de fuente de inspiración.
7.- Creo en la disciplina del trabajo y en la
constancia diaria, atributos que forman el carácter y permiten alcanzar metas.
8.- La vida es incierta y no responde a planes
preestablecidos. Uno debe tener la
capacidad para enfrentar la adversidad, cambiar de metas, reinventar los
programas, objetivos e intenciones.
9.- La responsabilidad es un chicote que hay que
asumir. Cuando el deber se impone no hay
escapatoria posible.
10.- Para avanzar hay que estudiar, mantenerse
informado y al día. Quien se rezaga, se
condena.
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