Primer
ladrón: El control
Segundo
ladrón: La arrogancia
Tercer ladrón: La codicia
Cuarto
ladrón: El consumismo
Quinto
ladrón: La comodidad
La ambición es buena; la comparación es una ladrona
El tercer ladrón es sutil.
La ambición es buena, como lo es el deseo de ser mejores. Pero cuando nuestra vida se basa en
compararnos con los demás, pronto nos vemos involucrados en una búsqueda
incesante de una felicidad que jamás hallaremos. Siempre habrá alguien que tendrá más amigos,
será más atractivo y poseerá aptitudes que nosotros desearíamos tener. De este modo, no sólo seremos desgraciados, sino
que también seremos incapaces de celebrar el éxito de los demás. En lugar de preguntarle al espejo: “¿Quién es la más hermosa?, deberíamos
preguntarnos: “¿Estoy siendo yo mismo?”,
¿he desarrollado todo mi potencial y he llegado a ser los que debía ser?”
Cuatro formas de alejar al tercer
ladrón
·
Cuando te des cuenta de que le estás preguntando
al espejo en la pared de tu subconsciente en qué te vas a comparar con los
demás, recuerda que es el ladrón el que habla.
Te está mintiendo cuando te dice que la vida es una competición en lugar
de un viaje. Pregúntale en su lugar: “ ¿Soy la mejor versión de mí mismo?
·
Practica diariamente la gratitud escribiendo
todos los días en un diario o simplemente dedicando unos minutos a identificar
tres cosas por las que puedes dar las gracias ese día y una por la que estés
agradecido en tu vida. Elige a una persona cada día y escribe tres cosas buenas
que te gustaría que le pasaran y que pudieras celebrar con ella.
·
Cuando uses las redes sociales, concéntrate en
dar más valor a tus interacciones con los demás, involúcrate con ellos y demuéstrales
tu alegría por lo que les sucede. Cuando
hayas calentado este músculo, te darás cuenta de que la felicidad se origina
así, no en la codicia.
·
Recuerda que nunca habrá una igualdad social
completa en todos los aspectos. Los
demás rara vez son responsables de nuestra infelicidad. Doma el espíritu de la codicia que hay en tu
interior para mejorar el mundo que te rodea.
Siempre que tengas la oportunidad de ayudar a alguien que no es tan
afortunado, concéntrate en tu gratitud para manifestar tu amabilidad.
Mantra
La vida no es una competición.
Seré agradecido por lo que tengo y por quien soy. Celebraré el éxito de los demás, pues cuando
me alegro por otros, soy feliz.
.
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