- Tener esperanzas es
arriesgarse a perderlas: amar es
arriesgarse a no ser correspondido;
invertir es arriesgarse a perder;
comprometerse es arriesgarse a no lograrlo… En definitiva, vivir es
arriesgarse a morir.
Si no arriesgamos nada, es
probable que evitemos sufrimientos y preocupaciones, pero no aprenderemos, no
sentiremos, no cambiaremos, no amaremos, no creceremos, no prosperaremos ni
viviremos.
¡Sin arriesgarnos, nos
encadenamos a nuestro propio miedo al fracaso! Es así como nos convertimos en esclavos de
nuestra falsa seguridad y perdemos la verdadera libertad.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario