viernes, 3 de febrero de 2017

Del Libro “ El camino de las Lágrimas” de Jorge Bucay





LA   FURIA  Y  LA  TRISTEZA

A un estanque mágico llegaron una vez a bañarse haciéndose mutua compañía la tristeza y la furia.
Llegaron junto al agua, se sacaron las ropas, y desnudas entraron a bañarse.

La furia, apurada, como siempre, inquieta sin saber por qué, se bañó y rápidamente salió del estanque.  Pero como la furia es casi ciega se puso la primera ropa que manoteó, que no era la suya, sino la de la tristeza. 
Vestida de tristeza, la furia se fue como si nada pasara. 

La tristeza, tranquila y serena, tomándose el tiempo del tiempo, como si no tuviera ningún apuro, porque nunca lo tiene, mansamente se quedó en el agua bañándose mucho rato y cuando terminó, quizá aburrida del agua, salió y se dio cuenta de que no estaba su ropa. 
Si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que para no estar así, al descubierto, se puso la única ropa que había, la ropa de la furia.  Y así vestida de furia siguió su camino. 


Cuentan que a veces cuando uno ve a otro furioso, cruel, despiadado y ciego de furia, parece que estuviera enojado, pero si uno se fija con cuidado se da cuenta de que la furia es un disfraz y que detrás de la furia está escondida la tristeza.

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