jueves, 5 de abril de 2012

Del Libro “Como hablarle a los hijos” de Chick Moorman


“No me gustó lo que acabo de escuchar. Si estás enojado, dímelo de otra forma.”

A veces, los insultos son dirigidos a los padres. Pueden asumir una forma suave de ataque, como por ejemplo, “eres torpe” o pueden ir disfrazados de juicios como: “Eso es estúpido” o incluso pueden ser sarcásticos: “¡Tienes que estar bromeando!: Cualquiera que sea la forma que tomen, se necesita habilidad para lidiar con ellos eficazmente. Una respuesta hábil que sugiero es: “No me gustó lo que acabo de escuchar. Si estás enojado, dímelo de otra forma.” Esta frase comunica respeto para ti y respeto para tu hijo.

Cuando compartes esta frase clave con tus hijos, lo que realmente estás diciendo es: “tengo demasiado respeto por mi mismo como para dejar que alguien me hable así. Por favor comparte tus pensamientos y sentimientos en una forma que respete mi persona” Esta forma de comunicación también muestra respeto para el hijo “Creo que tus sentimientos son importantes. Tienes el derecho de expresarlos aquí. Te escucharé y atenderé tu respuesta. Por favor, dímelo en una manera que me de información útil.”

Cuando usas esta forma de hablarle a tus hijos; no solo estás enseñándoles cómo quieres que te traten, sino también estás mostrándoles una manera de comunicar cómo esperan ellos ser tratados.

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