Del Libro “Comunícate Cautiva y Convence” de Gaby Vargas
Habla del corazón
2.- Quítate de la cabeza la idea de que lo
espontáneo es lo mejor. No sólo está
bien prepararnos para hablar, sino
que es la única manera de hacerlo bien.
3.- Piensa que no basta saber qué quieres decir,
sino saber escoger las palabras
adecuadas.
4.- Algo muy importante es recordar que entre más
sencilla y clara sea tu propuesta,
la otra persona podrá captarla mejor.
Por esto, la preparación es básica para evitar caer en esos típicos
laberintos mentales y verbales que sólo confunden a todos: “Es que yo pensé que tu creías, “y entonces
dije”, “porque a mí me habían dicho, y
entonces….” ¡Qué horror!
5.- Es importante recordar que, al comunicarnos,
lo mejor es hablar con palabras que unan: “Nosotros, nuestro”, y evitar las que
dividen: “Tú, yo, ustedes.” Asimismo debemos procurar que la plática se
centre en los beneficios que la otra persona tendrá. Durante la conversación, evita a toda costa
que se sienta que al final habrá un ganador y un perdedor. Utiliza palabras agradables al oído como: admiro, el mejor, progreso, orgullo,
ingenioso, honor, esperanza, ejemplo, ática, contribuir.
6.- Por otro lado, evita palabras que, con sólo escucharlas, desaniman: absoluto, en
contra, enojado, política de la compañía, desafortunadamente, trampa, desastre,
aniquilado, retiro, obedecer, injusto.
7.- También recuerda que en la comunicación
ocupan un lugar muy importante tus gestos, tono de voz y lenguaje
corporal. Así que atrevámonos a
quitarnos las máscaras, a relajarnos antes de hablar, a escuchar con compasión
y, sobre todo, a abrir nuestra mente y
nuestro corazón para enriquecer las relaciones al decir las cosas bien.
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