Del Libro “Las 3
Promesas” de David J. Pollay
1)
Disfruta cada día
2)
Haz lo que amas
3)
Da a los demás
La fórmula del éxito en la Gran Depresión
Cuando yo era
niño, mi abuelo Bumpa Pollay vivía con nosotros. A menudo nos contaba historias. Una iba sobre la creación del negocio
familiar. Nos decía con orgullo que
fundó la empresa junto con sus dos hermanos en 1937, en pleno apogeo de la Gran
Depresión estadounidense. Y les salió
bien. ¿Por qué? Bumpa decía que el motivo fue que se
concentraron en lo que podían controlar, no en el estado calamitoso de la
economía.
La fórmula de su éxito consistió en ofrecer un
producto de calidad, encontrar un territorio en el país que lo necesitara, contratar
vendedores motivados que lo representasen, elaborar una oferta que los clientes
valorasen, y después llamar a todas las puertas posibles para venderlo. Su
convicción era que las oportunidades están siempre disponibles, incluso
si el resto del mundo parecer creer que no hay ninguna.
Así pues, ¿cuáles
son tus creencias en relación con tu entorno económico? ¿Crees que aún existen
buenas oportunidades para los negocios? ¿Piensas que hay personas que siguen
triunfando? Si eres de la opinión de que las oportunidades están ahí y que hay
personas que las siguen encontrando, ¿qué te está impidiendo creer que tú
también tendrás éxito?
A pesar de las circunstancias
Nuestra empresa
familiar prosperó a lo largo de sesenta y un años. Sobrevivió a la Gran Depresión, a cuatro
guerras, a las recesiones, a los cambios tecnológicos y a la llegada de las
grandes superficies comerciales.
Bumpa, y mi padre
después de él, tenían todas las excusas que habrían podido acabar con una
empresa dotada de menos determinación, excusas como estas: la gente no tiene
dinero (durante la Depresión), no hay trabajadores disponibles, los materiales
están relacionados o no están al alcance (durante la Segunda Guerra Mundial),
los clientes no están gastando (durante las recesiones), la competencia es
abrumadora (a causa de las grandes superficies), etcétera. La creencia de Bumpa – y la de mi padre, cuando compró la empresa – era que mientras
otras personas están quejándose y culpando a los imponderables, él y su equipo
tenían una oportunidad de seguir vendiendo.
No se dejó distraer ni desalentar
por aquello que no podía controlar.
Nuestro reto es
no permitir que cuestiones tales como la competencia, los clientes difíciles,
la falta de apoyo, el excesivo papeleo, los productos complejos, los ciclos
largos de las ventas, los elevados índices de ventas necesarias y una economía
deprimida nos convenzan de que no podemos triunfar. Si bien
es natural sentir preocupación, incluso miedo, al afrontar estos desafíos, no
podemos permitir que los factores que están más allá de lo que somos capaces de
controlar determinen nuestro éxito. Lo
fácil es ceder y empezar a creer que es imposible triunfar en un entorno
económico difícil.
Lo mejor que
podemos hacer es sumergirnos cada día en un estado de alegría, creatividad, curiosidad, apertura de mente, gratitud y
optimismo.
Esto nos ayudará
a formar mejores relaciones con nuestros clientes y compañeros, y nos permitirá
ver cómo podemos sacar el máximo partido de los productos, servicios y sistemas
de apoyo de nuestra empresa para satisfacer las necesidades de nuestros
clientes.
William James, el
padre la psicología moderna, dijo:
El mundo que
vemos, que parece tan demente, es el resultado de un sistema de creencias que
no está funcionando. Para percibir el
mundo de un modo diferente debemos estar dispuestos a cambiar nuestro sistema
de creencias, dejar que el pasado se vaya, incrementar nuestra conciencia del
ahora y disolver el miedo que se encuentra en nuestras mentes.
Cuando leas las
noticias cada mañana, y cuando la gente manifieste opiniones, acuérdate de
seguir el consejo de Bumpa:
·
Confía
en que siempre hay oportunidades.
·
Búscalas
y profundiza en ellas.
Tu deseo de hacer
lo que amas hacer es demasiado importante para que te detengas porque las cosas
parezcan difíciles.
Acciones
¿Ves obstáculos
en el camino del cumplimiento de tus sueños? ¿Cuáles son? Escríbelos en una
lista y después traza un plan para superarlos.
Cuando persigues tu pasión, siempre existe una manera de sortear las
dificultades del camino.