Del
Libro “Soy mujer, soy invencible ¡y estoy exhausta! De Gaby Vargas
“¿Cuántos
años tienes?” Es una pregunta que
incomoda a muchas mujeres. No importa si tienen 30, 40, 50, 60, 70 o
más. ¿Vanidad? ¿Temor a enfrentar la realidad de una muerte
cada vez más cercana? ¿Resistencia a
admitir que están por dejar de pertenecer, o que de plano ya no pertenecen, a
la fuerza que domina al mundo: la juventud?
Puede ser cualquiera o ninguna de estas razones.
Sin embargo,
también hay otra posibilidad. Por dentro
no nos sentimos de la edad que marca el calendario. Lo cierto es que la edad cronológica puede
mentir; tu verdadera edad es la que tu actitud y tu cuerpo reflejan.
Algunas
personas se ven más jóvenes de lo que son; física y mentalmente se conservan
tan activas y potentes como alguien de menor edad. Esto no sólo se debe a la genética que, dicen
los estudios, determina 25 por ciento del proceso de envejecimiento, sino al
otro 75 por ciento que es el resultado de nuestra actitud, nuestro estilo de
vida y el trato que le damos a nuestro cuerpo. Y claro, si hay abusos, las personas se
avejentan más rápido de lo que deberían.
Podríamos decir que, en esencia, todo lo que haces y comes adelanta o
retarda el envejecimiento.
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