sábado, 12 de enero de 2019

Del Libro “Mi hijo tiene sobrepeso” de Hilde Kolbe & Dr. Helmut Weyhreter



Del Libro “Mi hijo tiene sobrepeso”  de  Hilde Kolbe & Dr. Helmut Weyhreter




SUGERENCIAS PARA OBTENER UN BUEN RESULTADO

* No hablen de una dieta para adelgazar sino de una selección modificada de alimentos con la que no se aumenta de peso, o con la que incluso se adelgaza cuando la cantidad de energía se encuentra por debajo del requerimiento diario.
*  Recuerden que la palabra dieta tiene una connotación negativa.  Con una dieta, el niño adelgazará rápido para que pase pronto de modo de poder volver a comer lo de siempre.
*  Aprendan con su hijo a calcular las cantidades de los alimentos.
*  Busquen con su hijo muchos alimentos, en especial los de su preferencia, e incorpórelos a la tabla de “El sistema del semáforo: las cosas que puedo comer” … Tanto su hijo como ustedes podrán ver que hay muchos alimentos que pueden aceptarse.
*  Una vez que hayan diseñado con su hijo el plan semanal, marquen los diferentes alimentos con los colores rojo, amarillo y verde de acuerdo a la tabla del semáforo  (Verde = alimentos aceptados, de los que se puede ingerir mayor cantidad.  Amarillo = alimentos aceptados de forma restringida, de los que no se debería comer o beber sin límites porque contienen demasiadas calorías.  Rojo =  ¡Stop!  Estos alimentos no deberían comerse todos los días, pues incluso cantidades pequeñas suministran mucha energía).   Esa será la mejor manera para que su hijo vea cuánto de cada uno de los sectores se ha introducido en el plan semanal.
*  No obstante, hemos incorporado cantidades reducidas de alimentos “rojos” en el plan semanal, para que resulte más fácil mantener la conducta.
*  Alaben a su hijo cuando vean logros, por pequeños que éstos sean:  eso fortalece su motivación y la confianza en sí mismo.
*  Como premio conviene ofrecerle, por ejemplo, una tarde de juegos o una excursión en familia.
*  Particularmente “peligrosas” son las celebraciones familiares y cumpleaños infantiles.  En estas circunstancias, el niño tiene que aprender a mantener una cierta reserva o a limitarse a los alimentos de bajas calorías.  Además, hay que aprender a compensar una ingesta ocasional de mayor cantidad de energía con días de ingesta más reducida.
*  Aunque alguna vez no se logre seguir el plan, muéstrense pacientes y comprensivos.  Procuren encontrar alternativas de solución en común con la familia.
*  Piensen siempre que, por más que se introduzca un cambio en la alimentación, un problema de sobrepeso necesita tiempo y paciencia hasta que se pueda experimentar un éxito duradero…

¿Cómo medimos el éxito?

Para controlar el peso no es necesario que su hijo se pese a diario.  Es más, sería mejor que sólo lo hiciese una vez por semana para que las oscilaciones diarias no lleven a frustraciones innecesarias.   Además, para muchas personas con sobrepeso, tanto adultos como niños, la balanza es un símbolo de fracaso:  la confrontación con la balanza suscita con demasiada frecuencia un sentimiento de frustración.

Lo prioritario es acompañar a su hijo de forma continua en sus problemas de peso y ayudarle a que pueda superar mejor sus frustraciones.  Algo importante para el éxito es que puedan modificarse ciertas costumbres como, por ejemplo, el comer por aburrimiento.  Si se logra eso a largo plazo, se podrá hablar de éxito.
*  Si su hijo hace más ejercicio y no aumenta de peso, será un primer éxito.
*  Si su hijo rebaja levemente de peso – según su edad, estatura y magnitud del sobrepeso, alrededor de 0.5 Kg al mes -, se habrá alcanzado el segundo logro.  Piensen que una reducción de peso lenta, aumenta las posibilidades de mantener a largo plazo un peso normalizado.
*  Si se ha logrado una reducción o una estabilización de peso a lo largo de un período prolongado de tiempo y frente a un ocasional aumento se pueden reiniciar las estrategias aprendidas, podremos felicitarlos porque entonces sí se podrá hablar con seguridad de un éxito duradero.



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