Del Libro “Mi hijo tiene sobrepeso” de
Hilde Kolbe & Dr. Helmut Weyhreter
SUGERENCIAS
PARA OBTENER UN BUEN RESULTADO
* No hablen de una dieta para adelgazar
sino de una selección modificada de alimentos con la que no se aumenta de peso,
o con la que incluso se adelgaza cuando la cantidad de energía se encuentra por
debajo del requerimiento diario.
*
Recuerden que la palabra dieta tiene una connotación negativa. Con una dieta, el niño adelgazará rápido
para que pase pronto de modo de poder volver a comer lo de siempre.
*
Aprendan con su hijo a calcular las cantidades de los alimentos.
*
Busquen con su hijo muchos alimentos, en especial los de su preferencia,
e incorpórelos a la tabla de “El sistema del semáforo: las cosas que puedo
comer” … Tanto su hijo como ustedes podrán ver que hay muchos alimentos que
pueden aceptarse.
*
Una vez que hayan diseñado con su hijo el plan semanal, marquen los
diferentes alimentos con los colores rojo, amarillo y verde de acuerdo a la
tabla del semáforo (Verde = alimentos aceptados, de los que se puede
ingerir mayor cantidad. Amarillo = alimentos
aceptados de forma restringida, de los que no se debería comer o beber sin
límites porque contienen demasiadas calorías.
Rojo =
¡Stop! Estos alimentos no deberían comerse todos los
días, pues incluso cantidades pequeñas suministran mucha energía). Esa será la mejor manera para que su hijo
vea cuánto de cada uno de los sectores se ha introducido en el plan semanal.
* No
obstante, hemos incorporado cantidades reducidas de alimentos “rojos” en el
plan semanal, para que resulte más fácil mantener la conducta.
* Alaben
a su hijo cuando vean logros, por pequeños que éstos sean: eso fortalece su motivación y la confianza en
sí mismo.
*
Como premio conviene ofrecerle, por ejemplo, una tarde de juegos
o una excursión en familia.
*
Particularmente “peligrosas” son las celebraciones familiares y
cumpleaños infantiles. En estas
circunstancias, el niño tiene que aprender a mantener una cierta reserva o a
limitarse a los alimentos de bajas calorías.
Además, hay que aprender a compensar una ingesta ocasional de mayor
cantidad de energía con días de ingesta más reducida.
*
Aunque alguna vez no se logre seguir el plan, muéstrense pacientes y
comprensivos. Procuren encontrar
alternativas de solución en común con la familia.
*
Piensen siempre que, por más que se introduzca un cambio en la alimentación,
un problema de sobrepeso necesita tiempo
y paciencia hasta que se pueda experimentar un éxito duradero…
¿Cómo
medimos el éxito?
Para controlar el peso no es necesario que su hijo se pese a diario. Es más, sería mejor que sólo lo hiciese una
vez por semana para que las oscilaciones diarias no lleven a frustraciones
innecesarias. Además, para muchas
personas con sobrepeso, tanto adultos como niños, la balanza es un símbolo de
fracaso: la confrontación con la balanza
suscita con demasiada frecuencia un sentimiento de frustración.
Lo prioritario es acompañar a su hijo de
forma continua en sus problemas de peso y ayudarle
a que pueda superar mejor sus frustraciones.
Algo importante para el éxito es que puedan modificarse ciertas
costumbres como, por ejemplo, el comer por aburrimiento. Si se logra eso a largo plazo, se podrá hablar
de éxito.
* Si
su hijo hace más ejercicio y no aumenta de peso, será un primer éxito.
* Si
su hijo rebaja levemente de peso – según su edad, estatura y magnitud del
sobrepeso, alrededor de 0.5 Kg al mes -, se habrá alcanzado el segundo
logro. Piensen que una reducción de peso
lenta, aumenta las posibilidades de mantener a largo plazo un peso normalizado.
* Si
se ha logrado una reducción o una estabilización de peso a lo largo de un
período prolongado de tiempo y frente a un ocasional aumento se pueden
reiniciar las estrategias aprendidas, podremos felicitarlos porque entonces sí
se podrá hablar con seguridad de un éxito duradero.
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