miércoles, 14 de marzo de 2018

Del Libro: “Una vaca se estacionó en mi lugar” de Leonard Scheff / Susan Edmiston







Lo bueno de reducir la ira o abandonar la ira es que, desde la primera vez que eliges no enojarte o no dejarte llevar por tu enojo, te sientes mejor.  Una vez que has experimentado la diferencia, no querrás recaer en ese hábito.

Quizá algunas personas arguyan que la ira es necesaria y sirve para propósitos útiles.  Es verdad;  cuando nos enojamos, ese hecho puede ser un indicador de que algo está mal en nuestra manera de relacionarnos con otros o con nuestro entorno.  La ira también nos puede impulsar para emprender acciones en relación con algo que consideramos moralmente incorrecto. 



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