domingo, 25 de febrero de 2018

Del Libro “Sobre las alas del dragón rojo” de Ricardo Homs Quiroga




…  porque aquí ya no tengo ilusiones, mi vida es triste y monótona, todo me sale mal.
- Es que eres muy pesimista – opinó Coco, el amigo más cercano y protector de Firi, con quien pasaba largas horas en las aguas bajas del lago.
No es que sea pesimista, querido Coco, soy realista.  Todo es terrible para mí, por eso a veces prefiero no ilusionarme con nada… para qué me arriesgo.
El dragón intervino:
Cuando uno desea algo y se ilusiona por conseguirlo, es difícil que no consiga su aspiraciónParece ser que, por alguna extraña razón que aún no logro comprender racionalmente, al final la realidad siempre se acomoda a nuestros deseos. 
Pienso que, en lo más profundo de nuestro ser, de modo inconsciente nos programamos para que todo lo que hagamos se alinee y se ajuste en apoyo de ese deseo. 
Tal cosa sucede  sobre todo cuando en verdad se trata de objetivos importantes, ésos que de repente se convierten en una obsesión.  
- Todo lo que dices suena bien, pero, ¿cómo se logra?  ¿Qué debo hacer para que mis sueños se cumplan? – preguntó el inquieto cachorro de león. 
El dragón, sabio pese a su corta edad, explicó:
Primero imagínalo…. Intenta verte a ti mismo disfrutando de lo que deseas.  Esta imagen mental le conferirá a tus ilusiones el aspecto realista que necesitas para estimular tu optimismo y esforzarte por concretarlas.  De esta manera te fijas un objetivo concreto y claro.
Después, motívate para conseguirlo… deséalo con fuerza y convéncete de que lo obtendrás.  Así fortalecerás tu voluntad y encontrarás la motivación requerida para salvar los obstáculos.  Repítete mil veces que lo quieres y es muy probable que logres alcanzarlo.
Por último, esfuérzate, trabaja para ese fin, pues nada de lo anterior te será útil si no actúas.
- ¿Y si las cosas no salen como esperamos?  ¿Si las ilusiones se derrumban?  ¿Qué debemos hacer en ese caso? -  inquirió la hiena, pesimista y pragmática por naturaleza.
Después de unos segundos de respiro, el dragón le explicó:
En la vida no hay nada absolutamente seguro…. Ni siquiera nuestra permanencia en el mundo.
Lo cierto es que si no enfrentamos los retos con optimismo, convicción, entereza y decisión, desde el inicio estaremos condenados a fracasar en nuestro intento de materializar nuestras

No hay comentarios:

Publicar un comentario