domingo, 23 de abril de 2017

Una vida sin límites" de Nick Vujicic






HAZ  LO  QUE  DICES

Todos conocemos a gente que “habla y habla pero no hace y hace”.  Puedes ser un gran escucha, una persona involucrada, carismática, diplomática y con gran facilidad para sentir empatía, pero, si no te pones de pie y vas  hacia la gente cuando la situación así lo pide, entonces todas tus otras destrezas salen sobrando.  No es suficiente decir:  “Te comprendo”.   Tus acciones deben ser más elocuentes que tus palabras.
En lo que se refiere a tu relación con los demás, esto significa que no sólo debes enfocarte en tu trabajo y tratar de tener éxito, significa que debes ayudar a otros a realizar su trabajo y apoyarlos para que puedan triunfar.
Sintonízate con los demás.
Para dominar las destrezas del trato con los demás, debes poner en espera tus intereses personales, preocupaciones y planes, y sintonizarte con quienes te rodean.  No se trata de convertirse en el centro de atención o la persona más chistosa del lugar, se trata de involucrarte con las demás personas en sus propios términos y hacerlas sentir lo suficientemente cómodas para que te inviten a entrar en sus vidas.
La profundidad de nuestras relaciones va desde aquellas en las que nos involucramos brevemente (con empleados en tiendas, meseras, el cartero, el tipo que se sienta junto a ti en el avión), pasando por la gente con la que convivimos con regularidad (vecinos, colegas, compradores, clientes), hasta llegar a la gente que es una parte muy importante de nuestras vidas (nuestros mejores amigos, esposos, esposas y miembros de familia).  Cada nivel de profundidad requiere destrezas de cierto tipo y la habilidad para relacionarte e interactuar en armonía con otros.


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