jueves, 1 de septiembre de 2016

Del Libro “La Rueda de la Vida” de Elisabeth Kubler-Ross






Al final de las entrevistas los pacientes se sentían aliviados.  Muchos que habían abandonado toda esperanza y se sentían inútiles disfrutaban de su nuevo papel de profesores.  Aunque iban a morir, comprendían que era posible que su vida aún tuviera una finalidad, que tenían un motivo para vivir hasta el último aliento.  Podían seguir creciendo espiritualmente y contribuir al crecimiento de quienes los escuchaban.
Después de cada entrevista llevaba al enfermo a su habitación y volvía junto a los alumnos para continuar sosteniendo con ellos conversaciones animadas y cargadas de emoción.  Además de analizar las respuestas y reacciones del paciente, analizábamos también nuestras propias reacciones.  Por lo general, los comentarios eran sorprendentes por su sinceridad.  Hablando de su miedo a la muerte, que la hacía evitar totalmente el tema, una doctora dijo:  “Casi no recuerdo haber visto un cadáver.”  Refiriéndose a que la Biblia no le facilitaba respuestas para todas las preguntas que le hacían los enfermos, un sacerdote comentó:  “No sé qué decir, así que no digo nada.”
En esas conversaciones, los médicos, sacerdotes y asistentes sociales hacían frente a su hostilidad y actitud defensiva.  Analizaban y superaban sus miedos.  Escuchando a pacientes moribundos todos comprendimos que deberíamos haber actuado de otra manera en el pasado y que podíamos hacerlo mejor en el futuro.
Cada vez llevaba a un enfermo al aula y después lo devolvía a su habitación, su vida me hacía pensar en “una de los millares de luces del vasto firmamento, que brilla durante breves instantes para luego desaparecer en la noche infinita”.  Las lecciones enseñadas por cada una de estas personas se resumían en el mismo mensaje:

Vive de tal forma que al mirar hacia atrás no lamentes haber desperdiciado la existencia.
Vive de tal forma que no lamentes las cosas que has hecho ni desees haber actuado de otra manera.
Vive con sinceridad y plenamente.

Vive.

.

No hay comentarios:

Publicar un comentario