jueves, 27 de junio de 2013

Del Libro “Cuando los niños preguntan” - Sobre DINERO y ESCUELA, de Chick Moorman y Thomas Haller.




¿Tienes Tarea?


Quién cree usted que menciona primero la tarea, los hijos o los papás?  Si usted dijo  “el papá”, está en lo correcto.  Los padres sacan el tema de la escuela mucho más a menudo que los niños.  Y los padres preguntan la mayoría de las veces   “¿Te dejaron tarea?” cuando no han pasado ni cinco minutos desde que los saludaron al salir de la escuela.
Mencionar la tarea apenas llegan a casa de la escuela le dice al su hijo que la cantidad de tarea es más importante para usted que él mismo.  Al no haberlo visto durante todo el día, podría ser de mucha ayuda hacer una pregunta o utilizar una forma de hablar más estimulante y que promueva el vínculo entre ustedes.  Tal vez su comentario inicial pudiera ser alguno que se enfocara en dar la bienvenida y mantener la relación”
“Espero que hayas tenido un día muy feliz”
“Hey, ¡qué gusto que estés de vuelta!  Hay un refrigerio sobre la mesa.  Toma lo que quieras”.
“Bienvenida a casa.  Espero que hoy te haya ido muy bien”
- Qué gusto ver que ya estuvieras aquí cuando llegué a casa.  Siempre me da gusto verte”.
Sacar el tema de la tarea antes de que lo haga su hijo es señal de que a usted le interesa más ésta que él. Es una señal de que usted pudiera estar haciendo demasiado.  Cuando a usted le importa más de lo que le importa a su hijo, hay menos espacio para que a éste le preocupe.  Alguien más está asumiendo la responsabilidad.  Y esa persona es usted.
Si usted toma la responsabilidad de mencionar la tarea, el niño ya no tendrá que hacerlo.  No será su trabajo.  Será el de usted.  Sus hijos no se ofrecerán ni asumirán su responsabilidad por la tarea, a menos de que la persona que actualmente tiene ese rol ceda su papel.  Ceda el puesto y déle oportunidad a su hijo para ser responsable…..

Los papás de Misty están convencidos de motivar a su hija a salir bien en la escuela.  Van a las reuniones con los maestros, muestran interés en las comunicaciones escolares y en las boletas de calificaciones, y hacen su mejor esfuerzo en apoyarla si se traba con alguna tarea.  Incluso tienen un horario establecido entre siete y ocho de la noche para hacer la tarea.
Cada noche, a las siete, el papá de Misty anuncia “es hora de hacer tarea” y comienza lo que generalmente estalla en un descomunal argumento.   La conversación típica sería:
“Es hora de hacer tarea”.
“No tengo tarea. La hice toda en la escuela”.
“Siempre tienes tarea”
“No siempre, y no esta noche.  Hoy no tengo tarea”
“Déjame ver tu cuaderno de matemáticas y lo que hiciste en clase”.
“Lo dejé en mi casillero porque ya había terminado”.
“Y lo de inglés? ¿No tenías algo que terminar para la siguiente semana?”.
“Ya casi está terminado. Puedo terminarlo en una tarde y tengo más de una semana para hacerlo.  No te preocupes”.
“¿Estás segura de que no tienes tarea? ¿Y de historia? ¿Ya terminaste todo?”
“Si, ya terminé lo de historia.  La maestra nos dio tiempo para leer en clase.  ¿No me crees?”
“Me es difícil creer que no tienes tarea cuando en la reunión que tuvimos el mes pasado con la maestra nos dijo que has dejado muchos trabajos incompletos en clase.”
“Bueno, no tengo tarea”.
Tanto lío respecto a la hora de hacer la tarea podría ser reducido significativamente con un ligero cambio en la forma de hablar que está utilizando.  Cambie el concepto de la hora de hacer la tarea a es la hora de alimentar al cerebro.
La hora de alimentar al cerebro es tiempo familiar en el que todos hacen algo para nutrirlo.  Ya tuvo una hora para alimentar el cuerpo.  Es la hora de la cena.  Probablemente la hora de alimentar el cerebro pueda ir inmediatamente después de la hora de alimentar el cuerpo.  Comemos juntos y después nutrimos nuestro cerebro.
“Es hora de hacer la tarea” crea la impresión de que el tiempo asignado solo es para hacer la tarea.  Cuando esa rutina ha sido establecida, es un paso natural para el niño el asumir que si no tienen tarea, pueden utilizar el tiempo para cualquier otra actividad que les plazca.
Es la “hora de alimentar el cerebro” anuncia que esta es una oportunidad para hacer crecer a nuestro cerebro.  Comunica la importancia de hacer crecer nuestros cerebros al alimentarlo con nutrientes sanos.
Al reunirse todos para la hora de alimentar el cerebro, cada persona puede tomar un turno y decir cómo es que él o ella utilizarán el tiempo.  La mayoría de los niños que tienen tarea, elegirán hacerla durante ese momento.  A pesar de que el tiempo de alimentar el cerebro es utilizado para actividades relacionadas con la escuela, tales como hacer la tarea, repasar, estudiar, o leer para buscar información, no se utiliza exclusivamente para ese propósito.  Este tiempo de familia puede ser utilizado para jugar juegos de vocabulario, leer artículos educativos, buscar temas de interés, practicar un idioma extranjero, o cualquier cosa que alimente al cerebro  con material saludable.

Estamos sugiriendo cambiar la confrontación en su familia respecto al trabajo de la escuela al cambiar su forma de hablar y la noción de la hora de la tarea a la hora de alimentar al cerebro.  Cuando su forma de hablar se convierte en “es hora de alimentar el cerebro” la respuesta “no tengo tarea” tiene un nuevo significado.  Un niño no necesita de la tarea para engancharse al hecho de alimentar su cerebro.  Por lo tanto, argumentar, cuestionar y defender alrededor del tema de la tarea se reducen significativamente. 
Quisiéramos ser bien claros respecto a esto.  La hora de alimentar el cerebro es tiempo para estar en familia.  Esto significa que todos en la familia están nutriendo su cerebro.  Sí, es importante que los adultos también hagan algo para alimentar sus cerebros durante este tiempo.  ¿Usted realmente espera que sus hijos hagan cosas sanas que usted no modele?  Si espera que se sienten en la mesa de la cocina y que alimenten su cerebro mientras usted ve un programa de TV, usted tiene expectativas irreales.  Este es un compromiso familiar para una vida saludable.  Si usted no está dispuesto a hacer este compromiso, entonces tampoco pida a sus hijos que lo hagan. 

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