jueves, 13 de diciembre de 2012

Del Libro “Una vida sin límites” de Nick Vujicic….




Elisabeth Kübler-Ross, psiquiatra y escritora, dijo que las personas son como ventanas con vidrios sucios:  “Brillan y centellan cuando sale el sol, pero, cuando cae la obscuridad, su verdadera belleza sólo se puede apreciar si hay una luz que provenga de adentro.”

Para vivir sin límites y, en especial, para sobrevivir la oscuridad de la depresión, la adicción a las drogas, el alcoholismo o cualquier problema importante, tú debes encender esa luz de adentro.  Debes creer en tu propia belleza y valor, creer que eres una persona capaz de marcar la diferencia, alguien que importa.
El primer paso trascendente para vivir una vida sin límites, es encontrar tu propósito.  Conservar la esperanza para el futuro y tener fe en las posibilidades, incluso en los tiempos difíciles, será lo que te mantenga en movimiento hacia tu objetivo.  Pero para sentirte pleno, tu corazón debe saber que tú eres merecedor del éxito y la felicidad.

Tengo un amigo que se siente tan cómodo consigo mismo, tan en paz y tan entusiasmado por desarrollar sus cualidades, que parece como si sólo irradiara buenos sentimientos.  Me encanta estar con él: se ama pero no es vanidoso, se acepta a sí mismo como un hombre bendecido aun cuando las cosas no salen como espera y a pesar de que lucha igual que tú y yo.
Estoy seguro de que conoces a gente que irradia ese tipo de vibra agradable, así como, tal vez, también conoces a gente que es todo lo opuesto, aquella cuya amargura y odio hacia sí misma aleja a todos.  El no aceptarse uno mismo, no sólo conduce a la autodestrucción, también a la soledad.
Si tu brillo no proviene de adentro, tal vez es porque dependes de que otras personas te validen, te den confianza y te hagan sentir apreciado.  Ten cuidado: ése camino sólo te va a conducir a la desilusión porque, antes que nada, debes aceptarte tú mismo.  La única medición importante de tu belleza  y de tu valor como persona, debe provenir de dentro de ti.

Lo sé, es fácil decir pero difícil de hacer, yo también he tenido que lidiar con esto.  Habiendo sido hijo de padres cristianos, siempre se me enseño que Jesús me amaba y que me había creado de acuerdo con su plan.  Por supuesto, todas las enseñanzas bíblicas de mis padres y los esfuerzos que hacía mi familia para animarme se derrumbaban cuando algún mocoso corría hacia mí y gritaba:  “¡Eres un fenómeno!”
La vida puede ser muy cruel, la gente es irracional o simplemente mala onda.  Así que debes ser capaz de buscar fortaleza dentro de ti y, si eso falla, siempre puedes mirar hacia arriba, hacia Dios, la fuente más poderosa de fuerza y amor.

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