Del libro “¡Con
golpes NO! de Martha Alicia Chávez
No importa
la edad que tengan tus hijos, es fundamental que tomes en cuenta las siguientes
recomendaciones:
1.
Establece una estrategia sólo en los
siguientes casos:
a) En los asuntos que son fuentes de conflicto.
Esto significa aquello por lo cual pelean, por lo cual gritas todos los
días o con frecuencia, eso que te causa ansiedad y estrés. No queremos que te
conviertas en una madre o un padre “introyector de normas” y nada más, ni que
tu hogar sea el remedo de un colegio militar.
b) En los asuntos que son trascendentes para la vida de tu hijo.
Un hijo que no tolera un no,
que no soporta cuando la realidad es diferente a lo que él desea, que no valora
ni aprecia lo que se le da, que sólo piensa en sus necesidades y sus deseos,
que no experimenta las consecuencias de sus actos y sus decisiones porque sus
padres las asumen por ellos, que vive bajo la “ley del mínimo esfuerzo” porque
todo se le da en charola de plata, se convertirá en la clase de persona adulta
que nadie quiere en la sociedad. Sufrirá
fracaso tras fracaso y su vida será insatisfactoria y más difícil de lo
necesario no sólo para él, sino también para sus seres queridos. ¡Eso es trascendente! Algo que te puede
ayudar a identificar lo que es trascendente es preguntarte si esa determinada
conducta lo afectará a él y a otros en unos meses, en un año, en cinco… Si tu
respuesta es sí, ¡hay que hacer algo al respecto!
2. Concédete
el derecho de ser imperfecto. No es
posible que hagas siempre bien las cosas, que manejes todo de manera adecuada,
que perpetuamente sepas cómo, que siempre puedas y que en todo momento tengas
la disposición, la energía y las ganas de aplicar lo que en este capítulo te
presento. Aun los padres y las madres mejor intencionados a veces están cansados
o abrumados por otros problemas. Sin embargo, cuando establezcas una estrategia
sé consistente y fiel a ella hasta que se haya logrado el objetivo por el cual
la estableciste, por la siguiente razón.
3. Sé consistente. Cuando te interesa cambiar una
conducta inaceptable, es indispensable que siempre reacciones a ella de la
misma forma. Si a veces respondes de una
manera, en ocasiones de otra y a veces ni siquiera reaccionas, es imposible que
tu hijo pueda hacer una asociación entre una cosa y la otra, de
manera que la estrategia no funcionará ni en un millón de años. El camino más
seguro para que un manejo disciplinario no
funcione, es reaccionar cada vez de forma diferente ante la misma conducta. En
conclusión: TAL CONDUCTA, DEBE TRAER COMO CONSECUENCIA
TAL REACCIÓN DE PARTE DE MAMÁ O PAPÁ… ¡SIEMPRE!
4. Cuida que la aplicación y el control de la estrategia dependa de ti.
Si pretendes que la nana sea quien la aplique, los abuelos, los tíos o
cualquier otra persona, corres el riesgo de que aquello se convierta en un
desastre, porque cada quien lo hará a su manera o ni siquiera lo hará. Así las cosas, sólo quemaremos un valioso
cartucho y perderemos la oportunidad de beneficiarnos con la efectividad de esa
estrategia. No podemos decirle a un niño algo así como: “si vuelves a escupir
la comida, no irás a comprar un helado con el abuelo en la tarde”; porque lo
más probable es que el abuelo lo llevará a comprar su helado.
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