Del Libro
“FRANCESCO - El llamado”
de Yohana García
Para observarse
no hay nada mejor que alejarse por un momento de sus propias decisiones. En este mismo momento ustedes lo están
haciendo, pues dejaron sus casas para venir a verme. Ahora están como un pintor, retrocediendo
unos pasos para ver en diferentes perspectivas su vida. Así podrán encontrar soluciones plenas a lo
que tanto les preocupa.
Deben dar pasos
hacia atrás frente a sus lienzos para luego terminar la obra con la seguridad
de que no falta ningún color.
Si el amor de
pareja no fluye den unos pasos hacia atrás y observen qué estuvieron
temiendo. Recuerden qué temían cuando
empezaban una relación de pareja y verán que como profecía auto-cumplida se ha
realizado ese miedo.
Pinta en tu cuadro una nueva pareja, pinta en tu
tela una casa nueva, dinero, fe, esperanza y cada tanto aléjate para ver qué
estás haciendo de tu vida.
Las paletas a
veces no tienen la suficiente pintura como para utilizar todos los colores
necesarios para lograr una vista esplendorosa. Porque a veces ni tiempo hay
para observar sus vidas y eso es malo.
Entonces los colores tendrán que ponérselos con el corazón.
Ustedes son
expertos en vivir los comienzos de sus aventuras con entusiasmo y luego se
desilusionan con la misma facilidad que se ilusionaron y luego, para disfrutar,
siempre pondrán un pero para no poder, un pero para irse y dejar la paleta sin
colores y el lienzo pintado a la mitad.
Muchas veces la
vida parece insulsa, insípida e incolora, pues esas propiedades, como las del
agua, muchas veces pueden ser verdaderas.
Hay personas que esos colores pálidos les dura toda la vida porque no se
toman el trabajo de querer crecer y arriesgarse a que les vaya bien.
Muchos padres les
hacen creer a sus hijos que son unos inútiles y que hacen todo mal y cuando
esos niños se hacen grandes les cuesta mucho crecer, les cuesta tener
disciplina, herramienta precisa para triunfar.
Los padres hacen mucho daño siempre
inconscientemente, por más que quieran hacer las cosas bien, pero así es la
vida, llena de amores que se equivocan.
Y ustedes que al
escuchar estas palabras asienten con su cabeza, lamento decirles que ustedes
también se equivocarán. Y esto pasará de
generación en generación porque el trabajo del ser humano siempre es mejorar.
Aunque no lo
crean estos tiempos son de cambios positivos, de luz, de esperanza.
Ustedes escuchan
hablar del fin del mundo, de catástrofes y de cosas malas.
Ustedes no tienen
que tomarse ningún maltrato como algo personal, pues las reacciones de las
personas muchas veces dependen de su propia ansiedad. Hay personas a las que se les muere gente
dentro de su corazón. No hace falta que
se mueran físicamente, la gente se puede morir dentro de cada uno de ustedes
cuando los desilusionan o cuando les mienten.
Hay personas que
son verdaderos cementerios ambulantes.
Quizá el sobrepeso de estas personas es la pesadumbre de las
desilusiones.
Hay personas
expertas en enterrar sentimientos y no demostrarlos y otros son especialistas
en incinerar esperanzas, incluso las queman antes de que éstas vuelvan a
renacer.
La luz que tiene
el planeta en estos momentos es inmensa y los colores que emanan las almas de
ustedes tienen colores maravillosos y esto muestra cómo vibran en sintonía con
el universo.
Lamento decirles
que para los pesimistas nunca llegarán los buenos momentos aunque éstos choquen
con sus narices.
Tenemos que
enseñarles a las personas que busquen el amor dentro y afuera, y si no lo
encuentran afuera entonces que se sumerjan en el del corazón y vuelvan a
confiar en que no siempre lo malo se
queda por mucho tiempo. Quiero
pedirles la acción del amor, de la compasión y de la ayuda, pues lo único que deja huella en las personas es
el apoyo mutuo.
Trabajen
rápidamente, que lo único que no ha cambiado es la tiranía del tiempo, no lo
pierdan, es lo que les dará la posibilidad de hacer grandes cambios en las
personas que anhelan crecer.
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