Del Libro “Soy mujer, soy invencible ¡y estoy
exhausta!” de Gaby Vargas
VALORA TUS
CUALIDADES
“¡Qué horror! ¡Mira este cuerpo! – pensamos mientras nos
vemos con ojos críticos al espejo – . Qué gorda, qué celulitis, qué chaparra,
qué alta, qué blanca, qué morena, qué plana, qué chaparreras…” ¡Nos choca!
“la herencia maldita”, así les
llama una amiga a esas “bolas” de la cadera.
Hace ejercicio y se cuida; sin
embargo, las bolas siguen ahí.
La belleza en la mujer, desde siempre, se ha asociado a su
valía personal, y pocas mujeres vemos la belleza en nosotras mismas. Siempre encontramos algo malo. ¿Algún día estaremos contentas con nuestro
cuerpo?
¿Recuerdas que cuando éramos chicas se pensaba que elogiar a
un niño o a una niña era echarlos a perder?
“¡Qué fuerte está tu hijo!” “Si,
pero de olor”, contestaba la mamé, frente al joven. Decir sólo “gracias” como respuesta a un
piropo era mal visto. Crecimos
conscientes de nuestros defectos, nunca de nuestras cualidades.
LO QUE PUEDES HACER
Párate vestida frente a un espejo y haz una lista de lo que
te gusta de ti y otra de lo que no te gusta.
La lista NEGATIVA divídela
en: “Puedo hacer algo” y “no
puedo hacer nada”. Por ejemplo:
LO QUE ME GUSTA DE MÍ:
·
Piel
·
Cabello
·
Sonrisa
·
Ojos
·
Manos
·
Voz
LO QUE NO
ME GUSTA DE MÍ:
PUEDO HACER ALGO:
|
NO PUEDO HACER NADA
|
* Peso
|
* Edad
|
* Flexibilidad
|
* Estatura
|
* Nariz
|
* Tamaño de pies
|
* Tono muscular
|
* Complexión
|
* Estilo de vestir
|
* Tez
|
Nadie es perfecto. Todas tenemos nuestras cosas. Cambia lo que está en tus manos; lo que no,
ve de qué manera puedes disimularlo o acepta tu realidad. Al hacerlo, los demás también dejarán de ver
aquello que te preocupaba. Y relájate,
la gente relajada se ve más atractiva.
Quizá tome tiempo deshacernos de las viejas voces, las que
nos evaluaban; sin embargo, hoy en día, casi todo lo podemos cambiar. Es cuestión de presupuesto – claro –, de
ganas y de acudir al experto adecuado.
Contrata una asesoría de imagen para conocer los colores que mejor
complementen tu tono de piel, las telas y texturas que te favorecen. La inversión vale la pena, porque es para
toda la vida.
Haz ejercicio, cuida tu alimentación, toma el control de tu
vida. No importa si ya lo has intentado
mil veces. Vuelve a intentarlo, lo
mereces y vale la pena. Te vas a sentir
y a ver muy bien. Recuerda que nuestro exterior expresa de manera no verbal lo que hay en nuestro interior; la autoestima, el estado de ánimo y el respeto
que tenemos por los demás.